Me habían estado llegando varias notas, estaba extrañada, la letra se me hacía conocida, pero no recordaba con exactitud de quién es.
“Tenemos una cita”
Decía la primera, cada una venía enumerada.
“¿Adivinas dónde?”
Por supuesto que no adivino.
“Es un lugar con un pequeño pasillo, ahora ¿Adivinas?”
Ahora tenía una idea.
“Es el principal lugar turístico”
¡El callejón del beso!
“Tiene una leyenda de amor”
“Quiero que te lleguen mis besos al aire”
Y como por obra de magia, en la radio empezó a sonar “Al aire” ¿acaso esto es obra del destino?
“Solo quiero que sepas que me enamoré de ti”
“Seguramente adivinaste el lugar, te espero a las 10 ahí”
Observé la hora en mi celular, eran las ocho de la mañana, no puede ser. Tenía un mensaje de Villa.
Villita. ❤️
Buenos días, mi amor, ¿cómo amaneciste?Erika.
Buenos días, amor. Bien, gracias ¿y tú?Apagué mi celular, busqué mi ropa rápidamente, escogí un vestido floreado y unas sandalias, me metí a bañar.
No tenía ni idea de quién había enviado esas notas, pero mi instinto enamorado me decía que era Villa, sin embargo, mi otro yo me decía ¿Y si es un acosador?
Me iré mejor por la primera.
Al cabo de veinte minutos salí de bañarme, peiné mi flequillo y me hice un semi recogido. Me maquillé, no tan elaborado, solo es un maquillaje para el día a día.
Eran las 9:30 a.m., ya había desayunado y estaba lista, esperé a que el taxi llegara, y para eso no fueron más de cinco minutos.
[...]
Narrador omnisciente
Juan Pablo se despertó desde muy temprano, quería que todo saliera perfecto, se había encargado de enviar las notas hasta el hotel donde estaba Erika.
Por otra parte, Martín y Yisley habían salido a comprar las flores, había una que era artificial y por supuesto que tiene su significado.
Villamil realmente estaba nervioso, pero más que nervioso estaba feliz, deseaba que la respuesta de ella fuera sí, porque estaba más que seguro que ella es el amor de su vida. Ella es la persona que siempre esperó y ahora que la tiene con él, no piensa dejarla ir, porque lo único que desea es hacerla feliz.
Había una palabra que lo definía ahora mismo: impaciente. Sí, esa era la palabra, sus amigos se habían retrasado un poco a causa del tráfico, esa era la razón por la que su pie izquierdo se movía impacientemente.
Los vió llegar.
Hasta que por fin, pensó.
Ellos se acercaron rápidamente a él, Martín le hizo entrega del ramo de flores, él solo le agradeció y luego los vió desaparecer.
Al volver su mirada al frente, vió a su eterno amor, venía tan hermosa como siempre, con su vestido floreado y su flequillo perfectamente peinado. Como acostumbra tenerlo. Pudo notar que con su mirada buscaba alguien.
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Destino incierto
Random¿Se han preguntado cómo sería tener una relación amorosa con tu ídolo? Bueno, en esta historia tendrás la respuesta. Sin embargo, no empezarán de la mejor manera, por ello tendrán un DESTINO INCIERTO Y como no siempre tu mejor amiga o amigo comprend...