El silencio de mi alma [Alma #0.5]

Prólogo.

¿Alguna vez te has enfrentado a un fantasma?

¿Cómo ganarle a lo que no puedes ver? Incluso si lo hicieras, los fantasmas son mayormente conocidos por causar terror y desaparecer.

Esos seres jamás se quedan luego del desastre creado, pues su propósito es seguir atormentando tanta gente puedan sin pensar en el daño colateral generado.

Este fantasma en particular ya ha deshecho la perfecta vida de Ryan Reagan; quitándole a sus padres de la manera más cruel posible y siguiendo por su hermana menor a quien le hizo cosas inimaginables.

Entonces, ¿Por qué sigue atormentándolo años después de destruir su mundo?

—Tienes solo el día de hoy para irte, de lo contrario la mataré, y sabes que no estoy jugando. —dijo con voz gruesa aquel hombre desde el otro lado de aquella llamada arrastrable.

—¿Por qué mierda haces esto? ¿acaso te divierte joder a las personas?

—No a las personas. A ti.

Silencio.

El joven Reagan ya estaba cansado de los jueguitos de aquel hombre por lo que decidió guardar silencio.

¿Qué más podía hacer?

—Sabes perfectamente como terminar esto Reagan, aun así, no tienes lo huevos para afrontar tu error. —continuo.

—¡Hijo de puta!

Estrecho furioso su celular contra el suelo de aquella habitación.

¿Cómo decirle a la persona que más ama en el mundo que se irá?

Simple, practicando.

—Nosotros... esto ya no da, lo siento. —dijo por quinta vez parado frente al espejo.

Observando su rostro pálido por aquella noticia recibida hace menos de una hora, el joven Reagan ladeo su cabeza para luego soltar una sola lágrima.

...

Llego la noche y Ryan seguía sin tener la fuerza suficiente para tan siquiera mirar a su novia que había legado de trabajar.

La castaña se sentía exhausta tras quedar en una redada policial que tomo dos rehenes y cinco muertos, casi muere al rescatar a su amigo de la lluvia de balas generado en aquel deshuesadero.

Lo que más anhela es tomar una ducha e irse a la cama, pero ver a su novio tan deprimido la hizo cambiar de parecer. Se dio un baño y llevo a Ryan hacia la habitación a ver una película, solo los dos.

Ella intuía que aquel pesar era por algún recuerdo de su familia muerta hace ya unos cuatro años por lo que no sintió la necesidad de alimentarlo pues sabía que es en esos momentos en donde el hombre lo único que busca es su apoyo.

Lo que desconocía completamente la castaña son los pensamientos de su novio. Él llegó a una sola solución posible: Irse en la madrugada.

¿Cobarde? Tal vez.

Pero vamos, no podía decirle lo que pasaba, si hacia eso los mataban a ambos y tampoco podía simplemente despedirse sin alguna razón válida. Coger sus maletas anteriormente listas fue, sin dudas, la mejor opción para evitar el sufrimiento de la despedida.

—Si alejarme evita tu muerte, está bien para mí. —murmuro a sí mismo para darle sentido a lo que hacía, de lo contrario volvería a aquel departamento y jamás volvería a salir. —Volveré, lo prometo.

...

Por la mañana al despertar Samantha no encontró por ningún lado rastro del ser que decía amarla, tampoco su ropa, zapatos, trajes u objetos personales.

—¿Amor? —llamo buscándolo por todo el departamento. —Cariño esto no es una broma, ¿Dónde están tus cosas?

Nada.

Al volver a la habitación encontró una rosa negra perfectamente colocada en la almohada derecha.

No se había percatado que estaba ahí cuando se levantó, pero sabía lo que significaba, es por eso que no pudo evitar desmoronarse.

"—¿Me amaras siempre?

—Para toda la vida.

—Y si algún día te aburres de mí, ¿Cómo llegare a saberlo?

—Eso no pasara, créeme.

—¿Y si sí?

Ryan sonrió.

—El día que deje de amarte, que no pasara, te dejare una rosa negra en la almohada.

—¿Por qué una rosa negra?

Acentuó su sonrisa.

—Te lo dejare como tarea, preciosa."

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Biennnvenidossssss

Nuevo proyecto, nueva historia, nueva oportunidad de enamorarte de personajes ficticios... si esto no es vida, entonces no se lo que sea xd

Este es el segundo libro de la saga Alma, que emocionnnnnnn!!!!

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Nico♡