El silencio de mi alma [Alma #0.5]

[23] Doble agente.

Al salir, vi a Will en la misma posición de antes, aun con aquella carpeta en su mano leyendo el contenido del mismo.

—Tienes que leer esto. —me tendió un documento.

Christopher Daniels.

Delitos: Tráfico de drogas, órganos, personas, asesinato, suplantación de identidad, secuestro, terrorismo.

Género: Masculino.

Rango de edad: ¿?

Familia: No identificada.

Aspecto físico: Estatura 1.80. Cabello marrón. Ojos verdes. Tez blanca. Corpulento.

Información adicional: El investigado fue criado en el orfanato "Grace" que posteriormente fue incendiado.

No se le ha visto durante los últimos tres años; fue su mujer, la llamada "señorita letal" recogía cargamentos de drogas y pasaba información sobre posibles amenazas.

Junto a la información se adjuntaba una imagen del tipo que, de una manera u otro, se me hacía familiar.

Pase la hoja.

Información sobre la mujer.

Nombre: Desconocido.

Género: Femenino.

Rango de edad: 23-25

Familia: No identificada.

Aspecto físico: Estatura entre 1.60 y 1.65. Ojos azules. Piel pálida. Cabello negro azabache.

Información adicional: No ha sido posible identificar a la mujer por lo que no es posible acusarla de algún acto delictivo. También se informó que la mujer no fue vista por más de dos años. Algunos creen haberla visto en México, pero nada está confirmado.

Esta hoja también tenía la foto de la mujer del que se habla, pero esta de espaldas, vestida con un pantalón de cuero negro y una casaca del mismo material y color. Podía ver su cabello lacia y negro, además, en su mano tenía una pistola.

—No entiendo que quieres mostrarme con esto.

—Solo pasa la hoja.

Pase nuevamente la hoja y me quede de piedra.

Son fotos del sujeto y Sam.

Son cinco en total, la primera están ambos saliendo de un edificio sonriendo, la segunda en la entrada de su apartamento, la tercera en un restaurante. Al parecer querían esconderse pues por la posición de la foto se nota que estaban en un rincón apartados de todos. La cuarta los muestra besándose en un parque. Y finalmente la última fue tomada en la agencia, el parado en la entrada de la puerta del jefe de misiones.

Bajo las fotos, en la hoja estaba escrito:

Christopher Daniels, conocido como Ian.

Al parecer, resulta que los años inactivos estuvo infiltrado en la sede central de la Interpol, se volvió novio de la agente Evans y rápidamente subió de rango hasta llegar a convertirse en jefe de misiones.

Se desconoce la finalidad.

Se le ha impuesto una orden de captura.

La fecha es de hace dos días, Bria ha estado trabajando en esto y la descubrieron, por eso la mataron.

Arrugue las hojas fuertemente y fije mi mirada en Will que seguía a mi lado.

—¿Qué haremos?

—Iremos por ese maldito desgraciado.

—¿Cómo sabes que fue el que hizo todo esto?

—Fue el, créeme.

Me dio una mirada de interrogación.

—El orfanato Grace fue donde viví hasta que me adoptaron. El desgraciado de Christopher también estuvo ahí. Es demasiada coincidencia.

Las cartas, las notas, el separarme de Sam, todo fue planeado por ese infeliz.

Nos pudimos a buscar en lada hoja del apartamento alguna dirección, pero fallamos.

—Solo tenemos la dirección del orfanato, de nada nos sirve. —solté con amargura.

—Deberíamos ir, si yo fuera un narcotraficante buscado desde hace días y quisiera esconderme, es en un lugar abandonado donde iría, allí nadie se le ocurriría buscar.

Suspire profundamente.

—Entonces, andando.

...

Conduje hasta cierto punto luego tuvimos que caminar por si alguien rondaba la zona.

Tal y como lo predijo, había guardias rodeando el lugar, aun así, entrar fue fácil.

—Listo, entramos, ¿y ahora qué?

Nos escondimos en el armario del conserje pues los hombres no se quedaban quietos, parecían que nos esperaban.

—Ni tu ni yo tenemos una pistola, y por ahora eso está bien porque si disparamos atraerá atención que no necesitamos.

Me puse a razonar.

—Qué te parece si tú los distraes y yo les corto la garganta con la navaja.

—Yo quiero usarlo.

—Pero es mío.

—Una tú, una yo, ¿de acuerdo?

—¿Tengo alternativa?

—No. Andando.

Apenas salimos del closet un sujeto con pasamontaña que pasaba por el corredor nos vio y apunto su arma.

—Hey, hey, tranquilo hermano. —hablo calmadamente Will acercándose. —Solo queremos...

Ya que estuve lo suficientemente cerca pudo fácilmente quitarle la pistola y arrojármela, luego lo inmovilizo contra el suelo.

—La navaja. —pidió y camine hasta él.

—Se supone que tú los inmovilizas y yo lo mato.

—¡Entonces date prisa!

El sujeto seguía moviéndose así que me puse en cuclillas y le retiré el pasamontaña para poder ver su rostro.

—¿Bruno?

—¿Lo conoces?

—Es mi empleado, trabaja en el hotel.

—Pues parece que tiene un nuevo empleo.

—O este siempre fue suyo, ¿no es así, Bruno?

El chico seguía moviéndose para soltarse.

—Eres tan joven, ¿Cómo pudiste terminar así? —continué.

—Mátame, si tienes agallas, mátame de una vez.

Realmente es joven, no tendrá más de 24 años, a pesar de eso, no me tembló la mano y termine por abrirle el cuello con la navaja.

—Listo, menos uno. Ahora dame la navaja que es mi turno. —pidió impaciente.

—No podemos dejarlo así, se darán cuenta. —dije pasándole la cuchilla.

—Hay que meterlo en el armario.

Hicimos lo que sugirió y continuamos de ese modo. Encontramos sujetos, lo matábamos y los escondíamos en el armario del conserje.