Con el corazón en la mano y con los ojos rojos de tanto llorar, apreté mi mano encajando mis uñas en la palma de mis manos tratando de tomar firmemente el bate. Mi pequeña hermana se puso detrás mío, ella era todo lo que tenía y no iba a perderla.
Una de esas cosas se acerco con la intención de devorarme.
—Monica—la voz de mi hermana se quebró.
—Tranquila Chloe, todo estará bien.
Me quede paralizada al ver al caminante acercarse más a mi, aun que ya hemos pasado más de seis meses así, aun no me acostumbro.
Golpee a esa cosa justo en la cabeza al ver que ya estaba a unos metros de mi.
Tome a mi hermana de la mano y corrimos hacia el mercado de comida, ya pasamos dos días sin comer absolutamente nada. Esto es el infierno.
—Cuidado Chloe... —me detuve al escuchar un ruido dentro del mercado. Me fije por una ventana.
Mis esperanzas se vinieron arriba cuando visualice a un chico con un arma en la parte de su espalda, aprete la mandíbula y entre al mercado junto a mi hermana.
Este rápidamente soltó la lata de comida y apunto su arma hacia nosotras. Ahí fue cuando mire su rostro un poco manchado de tierra, su cabello estaba atado con un pañuelo y su ropa estaba rota pero no demasiado.
Este no bajo el arma, lo que me hizo pensar que fue muy estupido el darme a conocer.
—Necesitamos tu ayuda...
Apenas pude decir ya que se empezaron a escuchar gruñidos en todo el lugar, nos paralizamos al instante. Mi hermana se puso detrás mío. Salieron dos caminantes por detrás de los estantes. El chico saco una navaja y rápidamente mato a uno de ellos. El otro lo mate yo, con las ultimas fuerzas que me quedaban.
Respire profundamente, era asqueroso oler la atmósfera nueva.
El chico me miro y solo tomo las latas y salió del mercado como si nunca me hubiese visto.
Rodé los ojos y tome la mano de mi hermana para después salir de aquel supermercado.
—¡Oye! —exclamé.
El chico se detuvo y no me miro, solo se quedo parado mientras respiraba a profundidad.
—Necesitamos comida y yo pensé...
Me miro —Consigue la tuya niña.
—Por favor, mi hermana y yo llevamos dos dias sin comer y no se cuento tiempo podamos resistir, si te sirve de algo... Tenemos medicamentos y...
Se acerco, sus pasos eran tan fríos y ásperos. Al estar frente a mi, pude notar sus ojos tan oscuros pero pude notar lo marrón en ellos.
—No me des problemas.
