Las piernas me dolían, habíamos caminado toda la tarde sin descanso, sin comer y perdía la noción del tiempo. Finn parecía no importarle ya que su semblante era serio, su mandíbula se marcaba y no quitaba los ojos de la carretera.
— Oh, oh... El perrito quiere hacer... — menciono mi hermana.
— Llévalo, hay que descansar un poco — dijo sin emoción alguna Finn.
Mi pequeña hermana corrio por los matorrales para llevar al cachorro a unos metros de donde estábamos.
— Finn, tenemos que encontrar algún lugar para dormir hoy. Que no sea al aire libre.
Hizo una mueca —¿Crees que no lo se?. Y lo encontraremos, Monica.
Suspire con pesadez. Mire a mi alrededor, ya no miraba a Chloe, fruncí el seño un poco confundida.
—¡Chloe! — grite.
No hubo respuesta, Finn miro a su alrededor y también comenzó a gritar... Pero de inmediato nuestros gritos cesaron al ver un caminante, me quede helada... Mi hermana.
— Tenemos que irnos, si una de esas cosas esta aquí seguro que hay más...
— ¡Mi hermana esta haya fuera! — le grite mientras sacaba una navaja — Y la voy a encontrar.
Me acerque al caminante y le clave la navaja en la cabeza, para después correr dentro del bosque. Mire a mi alrededor, no había nada.
— ¡Chloe! — gritaba una y otra vez.
La desesperación se apoderaba de mi ¿Como es que pude ser tan estupida? Es solo una niña... Mis ganas de llorar no tardaron.
Escuche una rama crujir, me voltee rápidamente. Y ahí estaba parada la pequeña con el cachorro en manos y manchada de sangre.
Corrí hacia ella con lagrimas en los ojos y la abrace con fuerza. Esta también me abrazo. Me aleje un poco, mire que tenía una flecha en la mano junto a una navaja.
— ¿De donde sacaste esto?.
— Finn me las dio, dijo que era mejor defenderme por mi misma...
Gire al sentir la presencia de Finn, quien parecía aliviado de ver a mi hermana. Me acerque a él y sin dudarlo dos veces lo abrace. Este se tenso ante mi acto.
— Gracias — susurre.
No alcanzo a decir nada ya que me separe y de él y agarre a Chloe de la mano y la saque del bosque. Finn me siguió.
Era medio día, y el sol era insoportable. Ya llevábamos varios minutos caminando, todo estaba en nuestra contra –por lo menos en ese momento– ya que se escucho el motor de un auto, como si estuviera descompuesto.
Giramos la cabeza un poco, tapando con la mano el sol que nos pegaba en la cara.
Si, era un auto.
El cual se fue de paso a pesar de que Chloe y yo hiciéramos señas.
— Estupido... — exprese.
— La gente de ahora es horrible, solo piensan en ellos mismos... Y eso esta bien, no debes confiar en nadie,solo en ti mismo — menciono Finn — Si ese auto va por ese lado de la carretera debe decir que hay refugio... O almenos una pequeña población.
— Entonces sigamos caminando.
Minuto tras minuto parecían eternos, pero mi sonrisa se amplio cuando visualice un cartel diciendo "Motel F.M a 2 kilómetros de aquí"
Finn también se le miro esperanzado, habíamos caminado demasiado y necesitamos un descanso.
—¿Me cargas?— pregunto Chloe viéndome.
— Chloe... — arrugue la frente — Ya estamos más cerca de llegar y...
Sus ojos de cachorro me hicieron rodar los ojos y cambiar de parecer. Ella manipula muy cruelmente. La tome en los brazos y la cargue junto al cachorro quien estuvo tranquilo durante todo el viaje.
— Puedo verlo — menciono Finn.
Sonreí — También yo.
Corrimos con las pocas fuerzas que nos quedaban. Baje a Chloe e hice que corriera junto a nosotros.
Mientras más nos acercábamos podíamos ver el Motel solitario y sin nada al rededor.
Al llegar saque mi navaja.
— Mantente detrás de mi Chloe — le ordene.
— Y tu de mi — dijo Finn.
Finn giro la manilla que nos llevaba a la recepción, en la cual no había nada... Y estaba limpio.
— Como es que... Después de tanto tiempo, en medio de la nada... Este limpio y arreglado...
Fue lo ultimo que escuche de Finn al ver que lo golpearon con un jarrón, una mujer rubia de no más de treinta años.
Esta me miro y si, fue lo ultimo que mire antes de caer al piso y escuchar el grito de mi pequeña hermana.