Capítulo 11

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La reunión había comenzado hace ya dos horas, no faltaba mucho para que se acabara, por lo que decidió bajar las escaleras y dirigirse a la cocina en busca de un vaso de agua. Su plan de evitar a los soldados que se encontraban en su casa estaba saliendo a la perfección hasta que vio a los hombres que lo habían detenido esa noche en el bosque, estaban hablando con su padre. Su sangre comenzó hervir de pensar en lo que le habían hecho a Kalinda.

—Buenas noches. —se acercó a su padre.

—Hijo, ¿Cómo estás? Ellos son...

—Esperen, yo los conozco.

—¿De verdad? ¿De dónde?

—Ayer en la noche iba por el bosque y los encontré, bueno, ellos me encontraron. Querían golpearme hasta que supieron mi apellido.

—¿Eso es verdad? —dijo su padre en un tono serio.

—Así es, además, este llevaba su uniforme manchado de tomate, ¿O era sangre?

Luego de un breve saludo, el muchacho se dirigió a su habitación. Sabía que su padre se encargaría de ellos. Una vez, cuando Alice era más pequeña, ha llegado a matar porque la miraban de manera obscena. Jungkook sabía que su padre estaba muy mal psicológicamente y por eso se volvía loco cuando se metían con algunos de nosotros. Sabía que no volvería a ver a esos soldados.

Jungkook se dio un baño, se puso el pijama, estaba a punto de recostarse cuando golpearon la puerta de su habitación.

—Pasa, Gemma. —dijo, la chica se adentró en la habitación— ¿Qué pasa?

—Han discutido otra vez.

—Ya me da igual. —apoyó su brazo en la frente.

—Papá se irá por un tiempo, otra vez.

—¿Sabes por qué?

—Dicen que van a luchar contra los nativos.

—¿Qué hablas?

—No lo sé, el profesor no quiso decirme más nada de ellos.

—Gemma, ¿Puedo contarte un secreto?

—Claro.

—O-Olvídalo...

—Ahora debes decirme.

—No.

—Oh, vamos.

—Promete que no dirás nada.

—Lo prometo.

—Y que no enloquecerás.

—¿Qué es tan grave?

—Yo... Conocí a una nativa.

—¿¡Qué!?

—¡Shh! Es mi amiga.

—¿Estás loco? Esas personas son peligrosas...

—¿Sí? ¿Quién te dijo eso?

—Es obvio.

—¿Por qué? ¿Porque lo dicen tus libros? ¿Porque papá te lo dice? Estoy seguro de que no has conocido a ninguno, hablas porque el aire es gratis, Gemma. Eso es muy penoso.

—Pero...

—Son muy amables. 

—¿Son?

—He cruzado la colina.

—¿¡Qué!?

—Para de gritar, Gemma.

—Pero, ¿Qué me estás contando?

—La verdad. No son personas malas, es más, son bastante amables. Me agradan...

—No lo puedo creer.

—Puedes conocerla, se llama Kalinda.

—¿C-Cómo la conociste?

—Se metió en la casa del árbol. Sabe leer y hablar francés.

—Yo... Yo tengo que volver a mi habitación.

—Confío en que no dirás nada, Gemma.

Su hermana abrió la puerta de su habitación y desapareció. Jungkook se sentía algo inseguro de Gemma, pero tenía más confianza en ella, jamás se harían daño.

Al día siguiente se levantó muy emocionado. No había dormido lo suficiente debido a dicho sentimiento. Una vez que terminó de vestirse bajó las escaleras, al pasar por el comedor se encontró con su familia extrañamente despierta.

—¿A dónde vas?

—A la... casa del bosque. —dijo. Su voz se volvió algo temblorosa, de los nervios.

—¿No desayunarás? —preguntó su madre.

—Llevaré una manzana. —tomó dicha fruta.

—Está bien, cuídate.

—Yo iré contigo. —habló Gemma.

—Prefiero ir solo.

—Jungkook, lleva a tu hermana.

—Es que... iré a estudiar.

—No molestaré. —respondió su hermana, mientras se levantaba de la silla.

—Bien.

Se dirigió hacia la puerta trasera que estaba en la cocina, oía los pasos de Gemma detrás de él. Se sentía algo enojado por la decisión de su hermana.

—¿Qué quieres? —detuvo su paso.

—Conocer a la nativa.

—¿Para qué?

—Dijiste que no eran como los describían en el libro, pues bien, quiero saber. ¿Te espera en la casa?

—No, cruzaré la colina.

La casa del bosque; J.JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora