Capítulo 30: Un Nuevo Hogar

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- Necesito salir ahora, debo llevarlo al hospital, tuvo un -

- Mia - recuperando la conciencia gracias al movimiento, Norman la interrumpió antes de que consiguiera salir del edificio - estoy bien, no es necesario.

Ella lo escuchó y se giró para llevarlo rápidamente devuelta a la oficina. No le permitió bajarse, pero agradeció que lidiara con la manija para que pudieran encerrarse, ella tenía las manos ocupadas. Norman la increpó apenas estuvieron solos

- ¿En serio? ¿No pensaste?

Mia se molestó y lo dejó caer en una de las camas.

- Siempre te has encargado de estas cosas y ahora, sin saber si Vincent sigue vivo, nos llevas de noche al lugar en el que desapareció.

Acercándose a él para limpiarle la cara, echó de menos a Ray, Norman nunca la había tratado de esa forma y era difícil de asimilar. Pero comprendía.

- Si quieres entregarme, solo dímelo e iré por mí mismo

Mia gruñó, había llegado a su límite.

- Con lo racional que eres, me impresiona tu postura tan absurda. No me creas, ya no me importa, sigue pensando que estás completamente solo si quieres, pero recuerda que entregarte es entregar a Ren, porque se darán cuenta en cualquier momento de que les hicieron lo mismo. 

Norman se había centrado con tal intensidad en sí mismo que no consideró el riesgo en el que ponía a Ren. Tragó saliva.

- Es cierto - Mia arqueó las cejas, a veces no le decía cosas porque asumía que él ya las había pensado, esto había sido un descargo y parecía que acababa de caer en cuenta de ese tema - Tú no entregarías a Ren.

Pensar en traicionar a Norman era doloroso, injustificable. Pero la idea de entregar a Ren, quemaba, aún si no le hacían nada malo, imaginar a ese pequeño solo y una vez más en un ambiente de laboratorio...  Mia negó con la cabeza

- Al menos me concedes eso

Norman suspiró

- ¿Conociste el patio? - el cambio violento de tema que había hecho dejó extrañada a Mia, pero volvió a negar con la cabeza, ni siquiera sabía que existía un patio. Norman se levantó y caminó hasta la puerta, la abrió e invitó a Mia a salir con él.

Caminaron cerca, pero sin tocarse, al principio en absoluto silencio, pero de a poco Norman comenzó a explicarle a Mia cómo se habían distribuido en las habitaciones y qué solían hacer en las áreas comunes. Ella comentó que parecía una mezcla de elementos de Gracefield y los refugios en los que habían vivido y él le dio la razón. Finalmente llegaron al patio.

- Necesitaba un poco de aire - Norman se giró para mirarla, asumiendo que estaría de pie tras él, pero se preocupó al verla en cuclillas, afirmándose la cabeza con las dos manos - ¡Mia!

Ya no tenían medicamentos, Vincent había solicitado lo que necesitaban, pero lo rechazaron, dado que estaban produciendo la cura y trabajar en otra cosa los retrasaría.

- Ven - él hizo lo que tenía a su alcance, a veces la oscuridad ayudaba con el dolor, así que se quitó la sudadera que estaba usando, le tapó la vista con ella, la tomó en sus brazos y la levantó - Sssh, ya pasará - Mia pensó que era lindo que cuidaran uno del otro aún si no estaban pasando por su mejor momento, Norman no era un idiota, solo vivía un mal momento.

El camino de regreso fue silencioso, los pasillos estaban desiertos y oscuros y Norman andaba con cuidado para no caer. Cuando llegaron a la oficina, Mia le agradeció mientras la dejaba caer suavemente en la cama.

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