Capítulo 6: The Paradise Hideout

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Esa noche, bastante tarde, cuando Norman, Emma y Ray cayeron exhaustos y se durmieron felices en el suelo, Mia se encontraba haciendo una ronda de vigilancia en la enfermería, quería revisar a los niños que llegaron gravemente heridos durante el día, sobretodo Chris le preocupaba mucho, pero confiaba en el criterio de Vincent como para no atenderlo como una emergencia ella también.

Al salir de ahí, ella y Norman se toparon y Mia le preguntó qué tal, él respondió que olvidó todo por unas horas, le dio las gracias por hacerse cargo, pero ya debía volver a su lugar. Mia le ofreció un abrazo, él accedió.

- Fue un placer verte así de feliz una vez más, me gusta lo que provoca Emma en ti, nunca olvido que proteger la luz de ambos es una de mis razones más grandes para no bajar los brazos - dijo ella en voz baja, lo sintió sonreír en su oreja, él le acarició el cabello y ella dejó su frente caer un segundo en su hombro antes de separarse de él.

- Voy a mi oficina ahora, ¿me acompañas? - la invitó - puedes dormir ahí si quieres.

-Ve tú primero, aún me queda algo más que hacer hoy.

Mia entró a la casa que le habían asignado a la familia de Emma, encontrándose con Zach llevando a la pelirroja a su cama y a un somnoliento Ray todavía en el suelo. Mia se acercó y le ofreció su mano para levantarse, él aceptó la invitación y ella lo llevó sin soltarlo a su cama.

- Buenas noches Ray, descansa - dudó por un segundo, ¿la promesa que había hecho no contaba para relacionarse con él? Sería absurdo, cerró los ojos, se acercó y le dio un beso en la frente.

Camino a la oficina de Norman, Mia iba recuperando su tono pálido natural y se cuestionó algunas cosas ¿Podía haberse quedado a dormir con Ray? Es decir, dormía con Norman regularmente y eso empezó porque solía dormir con Emma ¿Por qué era más difícil estar cerca de Ray? Se sacudió las ideas, lo que había hecho estaba bien. Si Ray había conseguido dormir algo durante los últimos días seguramente fue en el piso, era importante que disfrutara su cama. Además, Norman necesitaba descansar y la estaba esperando, si ella no estaba ahí, a veces Norman simplemente se saltaba dormir durante toda la noche y seguía trabajando.

La única forma de asegurarse de que descansara era quedándose con él.

En cuanto a esta dinámica, seguramente sea necesario explicar.

La mayoría de los que habían sido sujetos de experimentos en Lambda tenían efectos secundarios que no solo reducían su expectativa de sobrevivir, sino que también perjudicaban su calidad de vida. Vincent y Mia estaban desarrollando vacunas y píldoras para contrarrestar estos efectos, identificando los compuestos que era necesario reducir, haciendo pruebas y llevando registros. El síntoma más común eran las convulsiones, así que era en lo que más se estaban centrando, las que venían durante el sueño parecían ser más agresivas que las demás y estas particularmente eran regulares en Norman, él no lo admitía en voz alta, pero le aterraba irse a dormir y no despertar, sobretodo tan cerca de la meta, por eso dormía cuando Mia estaba a su lado, si fuera muy grave ella podría hacer algo si actuaba inmediatamente y varias veces había despertado con una sensación de confusión y agotamiento, en una posición distinta a la que había elegido para dormir y con Mia a su lado, mirándolo atentamente.

-Descuida, te giré para que no te ahogaras, estás bien, todo está bien. - le decía casi siempre.

[Nota de la autora: Aquí me permito inventar un par de días que no existen en el manga, debido a que los 4 personajes principales apenas alcanzan a interactuar, esto apresura la historia y por eso les doy una pausa].

A la mañana siguiente, Mia ha conseguido que Norman duerma algunas horas en el sofá de la oficina, cuando han despertado, Mia prepara el desayuno, mientras Norman termina una carta que debe entregar durante la mañana.

Les hace falta una flor muy específica, crucial para la parte final del plan y nadie ha sido capaz aún de llevarla al refugio, así que Norman decide que le pedirá ayuda a Ray, que seguro sabe exactamente cuál está buscando, así podrían irse unas horas los cuatro, si dejaban todo en orden durante la tarde. Luego él debía ir a sellar una alianza.
Emma y Ray aceptan y se preparan para salir temprano al día siguiente, además Emma dice que quiere acompañar a Norman en sus labores, por lo que Ray acompañará a Mia hasta la cena. Norman lleva a Emma a su oficina y Mia le muestra el lugar a Ray, le presenta a los infantes que han sido víctimas de experimentación y le propone que los lleven a un picnic, para variar un poco su rutina.

Mientras Ray y Mia comparten con los niños pequeños, ella le cuenta qué hicieron con su cuerpo, por qué ha cambiado de esa forma, pero evita hablar de lo que le hicieron a Norman. Mia y Ray disfrutan la tarde, jugando con estos niños que no tendrán que ser devorados, ella se permite ser cariñosa con ellos porque lo necesitan y porque se quiere distinto a los otros cuando sabes que no tienes que perderlos, él lo nota y también pone de su parte en esta cálida tarea, mientras la escucha y luego le cuenta que él también ha encontrado un propósito. También le habla de los chicos de Goldy Pond, de Yuugo y de Lucas.

- Norman tenía razón, había mucho que ver aquí fuera, estoy agradecido de no habérmelo perdido.- Mia se acuesta en el piso, poniendo una mochila bajo su cabeza e invita a Ray a usar su abdomen como almohada, él accede y poco a poco ellos y los infantes acaban quedándose dormidos.

Hayato los encuentra cuando ya han anunciado la cena y los despierta para que vayan, Mia y Ray se sonrojan al notar que mientras dormían se han aferrado a la ropa del otro, se levantan y Ray ayuda a Mia a despertar a los niños pequeños que siguen dormidos.

En el comedor, los cuatro regresaron a sus posiciones habituales, Emma junto a Ray y Norman junto a Mia (ella a su derecha, para no chocar). Emma frente a Norman y Mia frente a Ray, hablaron de lo que habían hecho durante el día, Norman había sido más hermético con Emma de lo que habían sido Ray y Mia entre ellos, pero ante la preocupación de Norman, Mia lo tranquilizó con un gesto, lo que le habían hecho seguiría siendo un secreto, incluso para Emma y Ray.

Esa noche Mia volvió a dormir con Norman, esta vez en el cuarto de él, estaba recordando cuando, tratando de huir de Gracefield, Isabella le rompió la pierna a Emma, se culpaba porque, tratando de respetar las amables expectativas de ella y confiando en la bondad de alguien; prácticamente la había lanzado a ese riesgo. Mia lo escuchó y le hizo preguntas con respecto al tema "¿aprendiste de esa situación?", "¿crees que Emma aprendió de ese dolor?", "El dolor no solo nos marca, también nos enseña, Emma trajo a casi toda su familia aquí, coordinó perfectamente el plan que le diste y además salvó a un montón de personas enfrentándose directamente con los demonios, estoy segura de que ha aprendido mucho, ya no es la chica linda e ingenua que se dejó engañar por el trato de Mamá".

Norman discutió un poco ese último punto, Emma era la misma, su naturaleza era la misma, pero no podía negar que las experiencias la habían fortalecido más.

Y una vez más, permitir que los pensamientos fluyan, oír las cosas que nos persiguen salir de nuestra propia boca y ser escuchados activamente por alguien a quien confiamos, nos permite soltar, liberarnos de un poco del peso. Con esto y el calor de Mia, Norman pudo dormir en paz esa noche.

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