Capítulo 19: 8 Días, Parte II

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- Entonces... ¿Elegiste simplemente no decirme nada?

- No sabía que podías ser tan pasivo agresiva, entiendo que tomaste un lado y esta vez no es el mío.

- No lo hagas ver como que no estoy de tu parte, Norman... Es extraño no saber lo que estás haciendo.

- Pensé que ¿Para qué hacerte parte de una decisión que no querías tomar? Está bien así, debemos sacrificar cosas, no me importa llevar el peso si podemos evitar el sufrimiento futuro de todos los niños ganado y tampoco me puedo dar el lujo de esperar, estoy mur-

Norman paró en seco al darse cuenta de lo que estaba declarando.

- Estamos muriendo. Pero no nos quitaron la conciencia, Norman. Es válido cuestionarse estas cosas. - El tono era muy serio, pero Mia realmente trataba de conectar con Norman, mientras le decía esto dejó caer su mano en el hombro de él.

- No hay nada que cuestionar, sigue trabajando en alguna cura, por favor. - Norman dio un paso atrás, se dio la vuelta y se fue.

Mia se detuvo antes de dejar caer su mano. Abrazó su propio cuerpo después de cerrar la puerta y fue a descolgar el Tigre de peluche de Zazie antes de sentarse en su escritorio para seguir trabajando.

Esa noche durmió sentada, aferrándose al juguete húmedo y con un peso inusual en su corazón. Naturalmente, despertó con angustia y su columna plenamente comprometida a darle un día difícil.

Durante el desayuno, Mia fue a buscar comida y eligió llevársela a su habitación para seguir trabajando, antes de irse dos personas la retuvieron, Zazie, para recuperar su peluche, y Cislo; que quería acompañarla.

Mia se llevó a los dos con ella a su cuarto, el peluche no se había secado del todo, pero Zazie estaba contento de recibirlo. Cislo se sentó en la cama.

- Barbara necesita que hables con el jefe - por lo general, Barbara pedía sus propias cosas, Mia lo miró extrañada, Zazie se retiró.

- Llegó en la madrugada, no ha parado de llorar. Dice que luchará, pero que morirá ahí si el jefe no la perdona.

-¿Qué? ¿Por qué?

- Me dijo que le avergonzaba demasiado hablar de ello.

- Entiendo, iré.

- ¿No hay problema? Pensé que habían discutido

- Estamos bien, es un buen líder, aún si no lidera hacia la dirección que a mí me parece - Mia sonrió, Cislo sonrió devuelta, ella le indicó la puerta y salió tras él. Solo quedaba desayunar en el camino.

+En la oficina de Norman+

-¿Qué pasó con Barbara?- Mia llegaba con una pregunta directa.

- No está bien que vengas solo a pedirme explicaciones, Mia.

Era cierto, tampoco le gustaba esa dinámica, echaba de menos la que solían tener.

- Buenos días, le pedí a Barbara que me acompañara y lo malinterpretó, mi intención era de cuidado y se propasó un poco.

-... Perdón, debí quedarme contigo.

- No, está bien, yo me alejé ayer, es comprensible que no quisieras dormir a mi lado, por eso no te lo pedí tan directamente.

- ¿Me lo pediste?

- Te dije que estaba empeorando - Sí, eso sí tenía que interpretarlo.

Norman se acercó a Mia, invitándola a sentarse a su lado. Ella accedió.

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