Capítulo 7: Búsqueda

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A la mañana siguiente, los cuatro chicos salieron temprano hacia la supuesta ubicación de las flores. Para que no se sintieran incómodos con más personas, Zazie no los acompañó, Mia se prometió tomarse el tiempo luego de explicarle qué tipo de viaje estaban haciendo, porque sólo ellos dos (Norman y Mia) se molestaban en hablarle a Zazie como él entendía las cosas y se sentiría mal cuando descubriera que ambos salieron juntos y sin siquiera avisarle.

En el camino, Emma puso a Norman al día con todo lo que sentía que faltaba, Mia y Ray notaron al otro par un poco disperso y dadas las condiciones, se concentraron en el recorrido.

Llegaron a un valle que estaba adornado por flores muy parecidas a las que Norman describió como las indicadas, pero había un detalle que faltaba y no podían describir, así que siguieron buscando.

Poco después de su pausa para almorzar, Emma vio algo a la distancia y se adelantó para confirmar qué era, Norman le pidió que no se alejara, porque regularmente no iban por esa zona y podía ser peligroso, caminaron un par de kilómetros más y efectivamente, encontraron las flores, las recolectaron y emprendieron el camino de regreso, pero no percibieron que algo los estaba acechando.

Emma se adelantó nuevamente, estaban entrando a la zona segura, así que se relajaron un poco y caminaron en una formación poco estratégica; Emma bastante adelante, hablándole a gritos a Norman, que caminaba unos 20 metros tras ella y 20 metros atrás, Ray y Mia, armados y atentos por si acaso.

De pronto, algo grande y salvaje se lanzó sobre Emma, Mia se impulsó para saltar desde donde estaba, buscando alcanzarla antes que la criatura o, si no era posible, apuntar con su katana al ojo de la bestia antes de que fuera demasiado tarde. 3 saltos, 3 segundos, la criatura emitió un sonido gutural al destrozarse su núcleo por el filo del arma, Emma no alcanzó a sacar su arco, demasiado rápido, demasiado cerca.

Mia se acerca a Emma, la levanta del suelo y la ayuda a sacudir su ropa, los chicos se aproximan con cuidado, los tres están listos para disparar. Una segunda bestia se deja caer sobre Norman, el bosque es denso, la luz se ha atenuado y el sendero es estrecho, pero esta vez Emma y Ray están listos para disparar, Mia confía en que el ataque llegará enseguida y calcula que un ataque directo de ella podría entorpecer el disparo de cualquiera de los dos, así que se impulsa, sin despegarse demasiado del suelo para sacar a Norman del peligro.

Emma tenía el ángulo perfecto para disparar, pero dudó, pensó que lo mejor era que huyeran. Ray captó enseguida el mensaje, pero la bestia era más rápida que las otras variaciones que conocían, además estaba muy cerca, así que se movió para dispararle de todas maneras.

Mia dejó a Norman junto a Emma para que huyeran desde ahí, mientras escuchaba a Ray disparar, volteó y vio cómo un demonio, que parecía haber involucionado recientemente, extendía sus garras para asegurarse atrapar a Ray vivo o muerto.

Casi como dentro de una pesadilla, Mia gritó el nombre de Ray desde lo más profundo mientras se impulsaba directamente a la cabeza del monstruo.

Hunde la hoja, gira para asegurarse destruir el núcleo y retrocede violentamente al último lugar en el que vio a Ray, en la punta de las filosas garras.

"Está vivo, sangra mucho" pensó, Mia identificó los cortes; cuello, brazo, costillas. Rompió la camisa, que hace un minuto era blanca, "El tiempo que tengo para detener la hemorragia depende de qué tan profundos son los cortes, sobretodo el del cuello" piensa mientras intenta controlarse, se enojó consigo misma al notar que le temblaban las manos, sabía lo que estaba haciendo, pero el terror de perder a Ray ahora, que acababa de recuperarlo, no se comparaba a la presión de otros procedimientos.

Sacó una botella de solución salina estéril de su mochila, la utilizó para limpiar la herida del cuello y analizarla, cuando vio que era grave, pero sobreviviría si no perdía demasiada sangre, la cubrió con un apósito para presionarla.

-¡Mia!- escucha gritar a Norman, él y Emma estaban hablando de qué hacer, pero Mia no captaba lo que decían, habían encontrado un refugio - está más allá, Ray aguantará, no está muy lejos- dejó de mirar a Ray para ver a dónde apuntaba Emma, con cuidado lo cargó en su espalda para llevarlo y él siguió presionando el apósito contra su cuello, Norman y Emma cargaron las mochilas y de esta forma los cuatro llegaron rápidamente al refugio, una pequeña cueva cuya entrada se encontraba casi completamente tapada por la vegetación, Emma la había identificado cuando caminaron cerca de ahí más temprano.

Mia acostó a Ray en el suelo, procurando que moviera el cuello lo menos posible, le pidió a Emma que pusiera una mochila bajo los pies de Ray y comenzó a tratar las heridas del brazo y del abdomen, Norman le pidió a Ray que descansara y puso otro apósito sobre el del cuello y siguió presionando mientras trataba de mantenerlo consciente.

Emma estaba preocupada, pero no entendía qué clase de primeros auxilios estaban haciendo Mia y Norman, así que mientras Mia sutura los cortes, que ya casi no sangran y se mantiene hablándole a Ray "estarás bien", "casi terminamos", "lo estás haciendo genial", Norman atentamente cumple el rol de arsenalero quirúrgico y le explica a Emma: 

-En el laboratorio tenían mucha información de medicina para humanos, cuando perdemos mucha sangre nuestros órganos pueden dejar de funcionar, por eso levantaste los pies de Ray, de esta forma ayudas a la sangre a fluir hacia los órganos, además, mientras más tiempo pase una herida abierta, más posibilidades tiene de infectarse, nunca tenemos suficientes antibióticos y cuando Mia sutura puedes recuperarte mientras sigues con tu vida, no te da fiebre ni te sientes débil, solo debes ir con ella después de unos días para que te retire los puntos.

Ray está pálido y tiene frío, perdió mucha sangre, pero el procedimiento está listo, con la ayuda de Emma y Norman, Mia envuelve a Ray en una manta, mueve la mochila de su lugar y lo descalza, dándole calor desde la piel de su vientre y acaricia sus piernas. Mia está absorta en las señales de Ray, así que Emma vuelve a mirar a Norman extrañada. 

-¿Eso también es parte de un procedimiento médico?- pregunta y él le sonríe.

-Ray estará bien, el calor y el masaje sirven para la circulación también, pero conociendo a Mia, no lo hace solo con ese fin, es un truco que aprendimos para desconectar un poco... Chicos, ¿les parece que nos vayamos apenas salga el sol? Pedí ayuda para que llevemos a Ray sin moverle demasiado el cuello.

Las chicas asienten, acuerdan tomar turnos para vigilar, pero Mia le da los momentos que tiene para dormir a Norman, al día siguiente volverán a casa, pero él debe seguir camino sin detenerse a descansar, ella podrá dormir cuando se asegure de que Ray respondió bien al tratamiento.

A la mañana siguiente, muy temprano, Norman salió del refugio para esperar a los refuerzos que había pedido, relevó a Mia y le pidió que durmiera un rato, él vigilaría.

Sin embargo, había otra razón que mantenía despierta a Mia, ese día Norman emprendería el camino para contactarse con sus posibles aliados, y era tremendamente arriesgado considerando de quienes se trataba.

Un clan de demonios.

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