Capítulo 32: Es Distinto

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Ray se dispuso a ordenar sus ideas mientras buscaba su mochila en el ático, reunió todo lo que necesitaba, apagó la vela que acababa de encender y salió.

Mientras caminaba hacia la oficina, se sorprendió al ver a Mia colgar el teléfono que se encontraba justo al lado de la puerta de Norman e inmediatamente salir corriendo de allí hacia la puerta que daba al exterior.

- ¡Mia! - llamó Ray, curioso y tratando de alcanzarla.

- ¡Es Chris! Volveré pronto ¡Cuida a Norman por favor!

- ¡Espera un segundo! ¡No puedes ir sola! - advirtió, demasiado tarde, ya la había perdido de vista.

Al parecer, Mia había olvidado que aún estaban en riesgo afuera, Ray trató de pensar rápido. Bajó a buscar a Sandy, para que se hiciera cargo de Norman y luego la seguiría.

Corrió y se encontró con Hayato, al que preguntó por Sandy, no lo había visto. Le explicó la situación sin entrar en detalles.

- Bueno, acabo de ver a Mia salir con Jin, se lo encontró en el camino y se lo pidió. Quizá debas ir a ver al jefe, buscaré a Sandy - Hayato siempre estaba dispuesto a ayudar a Ray, pero seguramente ya era muy tarde para alcanzar a Mia y de todas formas ya estaba acompañada.

- No te preocupes, dile que suba si lo ves, pero yo iré a cuidar de Norman.

Ray se dispuso a la tarea, caminó hasta la oficina y cerró la puerta tras de sí, encontrándose con Norman acostado en una de las camas, con un termómetro bajo la lengua y quedándose dormido. Se acercó a él sin hacer ruido, le quitó el termómetro con delicadeza, lo dejó sobre el velador y lo despojó de una capa de ropa de la cama, sacándola de encima.

Norman sonrió, se giró sobre su costado y estiró el brazo hacia Ray

- Gracias por cuidar de mí, cariño.

Ray pasó de la incomodidad a la incredulidad

- ¿¡Eeh!? - el grito hizo espabilar a Norman, que se sentó y lo miró con los ojos muy abiertos

- ¿Ray? Pensé que eras Mia.

- Y ese es justamente el problema, ¿qué pasa con "cariño"? - le increpó, elevando sus manos sobre sus hombros, para dibujar en el aire unas comillas que enmarcaran la palabra "cariño".

- ¿Cuál es tu problema? Quizá si aceptas que te enamoraste de Emma se te haga más fácil aceptar que la relación que tengo con Mia es más cercana de lo que te gustaría.

- ¿E-Emma? ¡Emma es mi hermana y eres tú el que está enamorado de ella! ¿No puedes al menos serle leal hasta que la encontremos?

- Ray, Jung dijo alguna vez "Lo que aceptas te transforma, lo que niegas te somete". Estarás mejor cuando lo asumas y dejes tranquila a Mia.

Norman sonrió triunfante ante el silencio de Ray, pero se derrumbó un poco al verlo bajar la cabeza y llevarse una manga a los ojos para atrapar sus lágrimas.

- No me gusta Emma... Pero no sé qué debo hacer sin ella. Estoy perdido.

- Lo siento, Ray, es difícil no sentirse perdido con todo esto... Después de pasar momentos tan terroríficos apoyándose en alguien como Emma o Mia, estar en un mundo nuevo sin ellas... Incluso me di el lujo de rechazar a Mia siendo un cobarde egoísta, me cuesta imaginar cómo te sientes... Pero puedo entenderlo en parte.

Ambos activaron un recuerdo en común mientras Ray se acostaba en la cama contigua, cuando eran muy pequeños y Ray lloraba y tenía pesadillas, los tres solían dormir juntos. Ahora a Ray no le gustaba que lo tocaran cuando se sentía vulnerable, así que Norman fue amable y trató de hacerlo sentir acompañado, como cuando eran niños, pero respetó su espacio.

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