TIBURONCITO

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Era el día de la junta y aquel chileno no tenía idea como disimular aquella gran barriga que tenía, parecía que viera tomado por una semana entera para tener esa barriga, pero este no era el caso.

- amor ya casi nos vamos - se escuchó la voz de un alemán que abrió la puerta del chileno para notar el zar de ropa que tenía en la cama- que pasa ? - pregunto algo inquieto al ver a su amado a punto del llanto

- esque mi polera más grande ya me queda muy pequeña - tapándose la cara intento respirar - estoy gordo...- susurro con pocos ánimos para sentir un abraso cálido que lo rodeaba

- no estás gordo, estás cargando a nuestro hijo, y uno muy fuerte - decía con la voz más melosa que le podía dar a su chile de amor

- me estás diciendo gordo de una forma amable ?- also la ceja para ver cómo el alemán intentaba corregir lo que dijo.

- no, es que para mí no estás gordo chile - sonrió con nerviosismo - estás muy guapo y...- tratando de buscar un adjetivo que mostrará su amor y levantará el ánimo del chileno solo menciono - ...sexy!

El cuarto se quedó en silencio por unos minutos y la expresión del chileno era seca ...

- espera chile no te enojes yo...
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Una risa se escuchó para la sorpresa del alemán que no entendía el chiste

- hay Ale - decía entre lágrimas en los ojos - solo a ti te puede parecer sexy una lagartija con nudo como yo - reía sin parar sujetándose el estómago y esque últimamente los cambios de humor eran tan extraños que ya tenían siscado al mayor que solo veía a su amado y entre risas este se relajo.

-pero ya hablando enserio - dejando de reír un poco y secándose la lagrimita le miro - necesito comprarme otra polera porque hoy toca junta.

- sabes chile, me eh estado preguntando esto desde hace tiempo pero...porque no muestras tu estado, no tenemos que temerle a nadie, ya te lo dije, mientras esté a tu lado nada te pasará

- no es eso weón - colocándose la polera sonrió - esque no quiero habladurias y mucho menos quiero que le lleguen al bebé, México me dijo que es de mal augurio que aquellos que te odian vean tu barriga porque eso puede traer malas cosas.

- pero quién te odiaria? Y mucho más, quien odiaria a nuestro bebé, además que esas solo son supersticiones chile.

- hay Ale, eres tan tierno y entiendo que no creas en esto pero por si las dudas- se volteo a verle para así abrazarlo aunque su estómago no lo dejaba  muy bien que digamos - mejor ya vámonos si- susurro dándole un beso entre labios siendo abrasado por aquel alemán

- lo que tú digas mi dulce picante.- reitero para salir de aquella casa







Después de comprar la polera mencionada, el chileno estaba bajando de aquel carro y notar como todo cambio en un santiamén fue evidente, pues ahora varios países no dejaban de verle con odio aunque su pololo le dijera  lo contrario; en especial la mirada de Polonia era la que más le pesaba aunque como siempre, Alemania se metía.




La junta estaba transcurriendo  con bastante pesados y sus hermanos del chileno comenzaron a hablar, el quería verse imponente pero un pequeño dolor comenzó a presentarse en su estómago y con gran disimulo metió las manos a su polera para asobarse

Todo empeoraba con la noticia de los donceles  y el chileno se estaba comenzando a sentir mal, tanto estrés y aquel grito que dió ha Polonia solo le estaban produciendo mucho más dolor, pero tenía que aparentar, tenía que hacerlo.

UNA NUEVA HISTORIA. (rusmex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora