FAMILIA.

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- solo  tienes que hecharle más ganas - menciono México sentado alado de su estado.

- entonces...esto es pasajero?-

México entrecerró los ojos y sonrio, lo único que podía decirle a su estado era que todo estaría bien, el se sentía igual de impotente, está vez no solo lo lastimaron a el, si no a sus estados que no tenían nada que ver y eso le dolía aún más.

- claro que si, pero debes de ser fuerte, tal vez tengas que ver a mas médicos, por lo que me dijo Rusia quieren estar seguros de tu recuperación, así que tienes que poner de tu parte y no darle mucha lata a Moscú.

Al oír aquello el menor se ruborizo un poco y una sonrisa  con la mirada baja, lo que hizo que el latino alsara una ceja y le levantará la mirada a su estado.

- CDMX? Tú...

- no empiece a'pa - desvió la mirada y oculto esta-  le prometo que no haré nada malo-

- yo no dije que hicieras algo malo- rio bajo notando la pena de el menor - aunque eres joven y no está mal experimentar, claro! Con protección.

- pa!!!- grito totalmente rojo el  estado que intentaba ocultar su rubor por el comentario de su progenitor.

- ok,  ok,  mejor vamos a ver a tus hermanos, - levantandose, se colocó atrás de su estado para llevarlo en su silla, sintiendo el algo de dolor al caminar, sin decir más salieron a los pasillos.

- a dónde se abran ido?- menciono el tricolor, notando a una enfermera cerca, para preguntarle y notar un cuarto que señalaba, oyendose a los pequeños que hablaban con ambos soviéticos, quedándose en la puerta un momento para escuchar.

- yo también quiero un tanque- dijo Yucatán

- cuando tengan la edad suficiente ya vere- se escuchó de Rusia -

- no es justo, yo lo pedí primero Yucatán, papá me lo va a comprar solo a mi - decía Tlaxcala

- entonces yo quiero dos tanques!- remató Yucatán

- no!! Tu pide otra cosa, papá mira a Yucatán me está haciendo enojar-

- no es verdad!!!, además yo también quiero que me cargue papá, que no ves que yo estoy más malito que tú, yo aún no me puedo mover- decía con voz trágica

-  no! El es mío!-

- pues te equivocas porque es de mamá!-

- no! Ahora es mío! Verdad papá?-

Se escuchaba una pequeña risa de Moscú muy minusiosa

- niños ese tema es de adultos, Yucatán no debes de usar de esa forma  el chantaje, Tlaxcala tu eres muy pequeño para pensar en algo de tu posesión, además que ningun ser vivo puede ser de posesión de otro, eso está mal, si las personas están a tu lado es por que les agradas.

Ambos niños ya no hablaron, lo cual le dió curiosidad tanto a México como a CDMX abriendo levemente y asomándose para ver a Rusia cargando a ambos pequeños  mientras Moscú arreglaba aquel cuarto de terapia.

- no peleen amenos que sea para defenderse o defender sus ideales de libertad- menciono Rusia mirando a ambos pequeños que se dejaban arrullar por este.

Ante unos ojos, una inmensa calidez se veía en aquella escena,  sus dos estados más pequeños estaban siendo arrullados por una potencia, y no solo eso, los trataba como iguales, como...tal vez suyos...su corazón comenzó a latir asia aquel soviético, no solo se sentía atraído físicamente, si no también emocional y espiritualmente, un sonrojado salió por sus mejillas, distanciándose levemente de la puerta y guiñándole el ojo a CDMX, entendiendo este que tal vez su padre aria una locura.

UNA NUEVA HISTORIA. (rusmex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora