ᴇɴ ᴇᴍɪsɪᴏ́ɴ
Los Choi, conformada por tres personas, una familia muy normal a simple vista pero si llegas a conocerlos te darás cuenta que no es así...
─ ¡Choi Soojin no saltes en los sofás! ─
─ ¡Choi San deja de pellizcarme el trasero! ─
─ ¡Ustede...
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—Soojin, lleva nuestros dulces al carrito de compras, ya sabes colócalos hasta el fondo para que San no se dé cuenta. —Wooyoung le guiño el ojo a su hija, los escondían del alfa ya que a este no le gustaba que comieran demasiados dulces.
—Oki doki... —la pequeña emocionada tomo los dulces y se fue del lugar dando pequeños saltitos, Woo solo sonrió con ternura.
Ese día los tres estaban de compras en el supermercado, Soojin quería aprender a hacer un pastel y Wooyoung le enseñaría, así que fueron en busca de todos los ingredientes, el omega se dirigió al lugar en donde se encontraban las galletas que tanto amaba.
—Mierda, porque hacen los estantes tan altos... —el rubio estaba de puntillas tratando de alcanzar una caja de galletas.
—Aquí tienes. —una mano apareció y le entregó la caja.
—Gracias... —Woo giró su cuerpo para ver a la persona que le había ayudado, pero cuando la vio le dio un mal presentimiento, pudo darse cuenta del olor a alfa, era mejor si se alejaba de él.
—No sólo eres precioso por detrás, eres una completa lindura andante... —Un hombre lo veía con lujuria y ojos dilatados. — ¿Quisieras pasar el celo conmigo, necesito ayuda? —tomó con fuerza el brazo de Wooyoung.
—Suéltame, hoy estaba de buen humor, pero llegas tú, un alfa asqueroso y me lo arruinas... —logro zafarse del agarre. —Si me vuelves a tocar juro que romperé tu nariz. —Woo trataba de controlarse.
— ¿Papi? —Soo veía con curiosidad aquella escena. — ¡No toques a mi papi! —la rubia de inmediato tiro una caja de galletas y esta cayó justo en la cara del hombre.
—Niña, deja de meterte en los asuntos de los adultos. —
—Suéltalo, a Sani no le gustara esto, él da miedo cuando se enoja. —
—No me importa, vete de aquí... —el hombre volvió a tratar de tomar el brazo de Wooyoung.
—Pero papi fresita da más miedo cuando se enoja, parece un monstruo. —la pequeña sonrió. —Señor, empiece a llamar a una ambulancia, la nesesitara. —
— Omega ven conmigo... —el hombre uso su voz de mando.
Eso hizo que la sangre de Wooyoung hirviera.
—La estúpida voz de los alfas no hacen efecto en mí. —Wooyoung sonrió con sorna. —Ni siquiera mi alfa se ha atrevido a usar su voz de mando en mi, para que vengas y quieras humillarme, los alfas como tú me dan asco. —El omega trono su cuello y volvió a sonreír con burla.
Soojin solo sonrió, amaba a ver a su papi en acción, aquel hombre malo aprendería su lección.
Mientras tanto San estaba preocupado, su lobo estaba inquieto, con la mirada buscaba por los pasillos a Soojin y a Wooyoung, pero no los veía por ningún lado, eso lo asustó mucho.
