ᴇɴ ᴇᴍɪsɪᴏ́ɴ
Los Choi, conformada por tres personas, una familia muy normal a simple vista pero si llegas a conocerlos te darás cuenta que no es así...
─ ¡Choi Soojin no saltes en los sofás! ─
─ ¡Choi San deja de pellizcarme el trasero! ─
─ ¡Ustede...
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Ese día la familia Choi habían ido al consultorio de Hwasa ya que les dirían cual era el sexo de sus bebés, los tres estaban felices ya que la morena les había dicho que los gemelos eran dos varoncitos, Wooyoung debido a lo sensible que estaba por el embarazo lloro mucho mientras que San sentía todo lo de su omega, hizo lo mismo y la pequeña Soojin solo consolaba a sus papis. Al salir decidieron ir un centro comercial, porque el omega tenia demasiada hambre.
También a Wooyoung se le antojo un helado de menta con chocolate, así que San lo consintió. Disponían a regresar a su hogar pero en el camino iban pasando por los locales del lugar cuando el rubio quedo estático viendo hacia un punto.
—Sani, mira esos trajecitos, son hermosos, nuestros gemelos se verían preciosos en ellos... —sus ojitos brillaban, ya que aquel local vendía ropa de bebés. —
— ¿Quieres que lo compremos? —San vio como su omega asintió. —Entonces entremos y llevémoslos... —Saco su tarjeta de crédito entregándosela a su esposo.
—Por eso te amo... —un emocionado Wooyoung entro, viendo todo lo que ofrecía la tienda. —Iré con Soojinie... —
—Está bien, yo estaré en aquel lugar. —señalo un sofá que estaba dentro de la tienda, desde ahí podía ver a sus amores. Pero algo llamo su atención, era un estate con pequeños zapatitos, San no resistió, así que se levanto para poder verlos, tomó un zapatito colocándolo en la palma de su mano, era pequeño y aquello le daba ternura ¿y si compraba un par para cada uno de sus cerecitas?
—Buenas tardes señor ¿busca algo en especial? —un chico castaño se acerco al alfa.
—Yo aun estoy viendo los diseños, gracias... —San levanto su rostro y le sonrió al chico, su olfato pudo detectar que era un omega.
—Si quiere puedo ayudarlo... —el castaño estaba hipnotizado con la belleza de San, le pareció un alfa demasiado atractivo y aquellos ojos verdes eran hermosos.
—Me gusta este estilo, pero quiero de diferente color, son para mis cachorros. —
— ¿Así que ya estas casado? —el chico chasqueo la lengua, pensando en su mala suerte, ya que aquel guapo alfa ya tenía omega.
—Sí, tengo un precioso omega, estamos felizmente casados. —mostró su anillo de matrimonio. —Tenemos una niña y dos gemelos en camino. —Habló orgulloso, pero también se había dado cuenta de las intenciones de aquel chico.
Wooyoung que en ese momento estaba pagando las compras veía todo a lo lejos, inspeccionando de pies a cabeza a aquel chiquillo castaño que hablaba con su alfa. Sabía que su esposo era demasiado lindo, así que debía cuidarlo, porque su Sani era solo de él y nadie más. Así que en ese momento su omega estaba en alerta.
—Papi me gusta este trajecito... —Soojin levantó su vista cuando no escuchó respuesta de su padre. — ¿Papi? —giro su cabecita hacia dónde estaba viendo el mayor, dándose cuenta que un chico hablaba con su papá Sani, eso no le gustó a la rubiecita, ya que Soojin desde muy pequeña había adoptado aquella posesividad con su padre, siempre decía que San era de ella y de su papi fresita.
