ᴇɴ ᴇᴍɪsɪᴏ́ɴ
Los Choi, conformada por tres personas, una familia muy normal a simple vista pero si llegas a conocerlos te darás cuenta que no es así...
─ ¡Choi Soojin no saltes en los sofás! ─
─ ¡Choi San deja de pellizcarme el trasero! ─
─ ¡Ustede...
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La pareja estaba en la sala, el reloj marcaba las nueve de la noche. El pequeño omega castaño media el cuerpo de su alfa y apuntaba las medidas en una libreta.
—Hongie ¿ya casi terminas? —el alfa pelirrojo suspiró. Porque si, Mingi había vuelto al tono rojo en su cabello.
—Ya falta poco Minmin, no desesperes. —el Omega seguía muy concentrado en lo que hacía.
De la nada Hongjoong mientras estaba a punto de dormir, se le había llenado la cabeza con ideas nuevas de ropa para su marca, así que uso a Mingi como modelo y empezar la confección el traje.
—Tengo sueño, amor. —Mingi dio un largo bostezo, las cosas que hacia por amor.
—Ya casi término, Minmin, pronto iremos a dormir, abrazaditos como tanto te gusta. —Hong dejó un sonoro beso en la mejilla de su alfa.
—Sabes, esto me recuerda a cuando nos conocimos, fui tu modelo para el examen final de la universidad. —el más alto sonrió al recordar aquello.
—Lo recuerdo muy bien, en ese tiempo eras un alfa pelirrojo muy coqueto, que trataba de llamar mi atención y además, me decía piropos extraños. —el Omega al fin había terminado de tomar las medidas de la parte de la espalda.
—No lo niegues, Mingi Romeo te conquistó. —el alfa sonrió orgulloso. —Desde el primer instante en que te vi, caí ante ti mi pequeño Omega. —se giró y vio fijamente a su esposo. —Eres lo mejor que me paso en esta vida, junto con nuestros dos cachorros. —
—Yo caí ante ti, cuando te vi sonreír, tienes una sonrisa preciosa, además, eres guapo, con un corazón puro y lleno de amor, no eres un alfa orgulloso como los otros, eres diferente, tierno y amoroso, estoy agradecido con la luna de que te pusiera en mi camino. —
—Al contrarío, el que está agradecido con la luna soy yo, por darme un precioso chico al cual amo con todo mi ser. —Mingi se tiró en el sofá, cayendo sentado, tomando por la cintura a Hong dejándolo en su regazo.
—Minmin eras un alfa muy cursi. —Hong sonrió, con sus dedos jugaba con los mechones rojos de su esposo.
—Soy tu alfa cursi. —Sin más junto sus labios con los de su bello omega, ambos perdidos en aquel ambiente cálido. Al separarse del beso sonrieron con complicidad.
Mingi se inclinó un poco y beso el cuello de Hongjoong, justo en donde estaba la marca, sintiendo aquel aroma a frambuesa que tanto amaba, el omega con gusto le dio mas acceso de su piel al alfa.
Pero su burbuja de amor fue interrumpida por un pequeño llanto. Cuando ambos giraron, Jongho se encontraba frente a ellos con ojitos acuosos y lágrimas en sus mejillas.
—Jongho, bebé ¿Qué tienes? —el omega preocupado se bajó del regazo de su esposo y de inmediato se dirigió hacia dónde estaba su hijo, quedando de rodillas frente a él.
