Los días iban pasando y los exámenes de la UA llegaron de nuevo. Al vivir en los dormitorios durante los días de diario, las chicas se juntaban a menudo para estudiar todas juntas y que así se hiciera más ameno. Esa tarde no había sido distinta, aunque la mayoría ya había finalizado. Mina y Momo aún seguían en la habitación de la segunda. A Ashido le costaba entender algunas cosas y la morena, tan amable como siempre, se había ofrecido a explicárselas después de la cena.
- ¡No puedo más! - exclamó exasperada la chica del pelo rosa - Esto es agotador. Es difícil y aburrido. No sé cómo te resulta tan fácil.
- Bueno, es solo que por mi quirk estoy acostumbrada a estudiar mucho desde pequeña - respondió algo avergonzada la aludida -. Mejor acabemos por hoy, ¿te parece? También necesitas descansar para que tu cabeza asimile la información.
- ¡Sí, por favor!
Mina se levantó del escritorio y se lanzó en plancha a la enorme cama de su amiga. Quizás a otra persona le habría molestado ese gesto, pero a Momo no. Se rió al ver cómo daba vueltas admirando el colchón, aunque a su propietaria no le parecía nada del otro mundo, y se acercó, tumbándose junto a ella.
- Tu cama es súper cómoda. Aunque yo pondría algo más de color en tu habitación.
- Gracias - se sonrojó -. Sabes que puedes dormir aquí cuando quieras. Y lo de los colores... Bueno, creo que eso es algo que te va más a ti.
- En eso tienes razón. ¡Pero es que hasta mi piel es de color! Soy rosa, ¿ves?
Ambas rieron por la ocurrencia. En ese momento Yaoyorozu se dio cuenta de que veía más alegre a su compañera. Era cierto que ella siempre había tenido ese tipo de personalidad, pero el brillo de su mirada llevaba semanas desaparecido. Más o menos desde que Bakugou y Kirishima empezaron a salir. Un corazón roto podía traer muchas complicaciones. Ella no lo sabía por experiencia propia, pero había leído mucho sobre el tema y parecía doloroso. Le apenaba que Ashido pasara por ello. Afortunadamente ya se veía mejor.
- ¿Sabes? Te veo feliz.
- ¿Ah? ¿De tener exámenes? Te equivocas.
- No - rió -. En general. Quitado el cansancio propio de esta época y todo eso, te veo distinta. Como a principio de curso.
- ¿Sí? Es posible. Me siento bien.
- ¿Puedo preguntar algo? - dudó.
- ¡Claro! Somos amigas, puedes preguntar lo que quieras.
- Tú... ¿Ya has olvidado a Kirishima? - Vio como la otra se quedaba callada y se sintió mal por haber invadido su privacidad, incorporándose rápidamente. - Lo siento, no necesitas contármelo. No quería molestar.
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Líos en la UA
أدب الهواةNo es fácil descubrir que estás enamorado de la persona que lleva años haciéndote la vida imposible, y mucho menos darte cuenta después de escucharle haciendo cosas pervertidas con su novio en un baño público. La confusión de Deku es tan grande que...