Si de algo estaba seguro Izuku era de haberse vuelto adicto a los besos. Más concretamente, a los besos de Kacchan. Cada vez que éste depositaba los labios sobre los suyos un millar de mariposas rompían ha volar en su estómago para recorrerle todo el cuerpo. Justo como en ese momento. Ambas lenguas explorándose con anhelo, sus bocas separándose únicamente cuando la necesidad respirar los obligaba, sus corazones acelerados... ¿Cómo podía haber vivido sin eso tanto tiempo? El único problema era que no pasaba nada más. Todo lo que hacían era besarse. Midoriya nunca se había considerado alguien especialmente calenturiento, pero su piel deseaba más caricias de su amigo de la infancia, todo su ser le pedía a gritos sentirlo. ¿Por qué entonces no habían dado el siguiente paso? En cierto modo entendía que el rubio se hubiera negado a hacer algo más en el hospital por ser inadecuado (aunque nunca pensó que el lugar le importara mucho, dado las situaciones en las que lo había "encontrado" anteriormente); pero ya llevaba semanas en casa. ¿Por qué no le tocaba? ¿Y por qué no le permitía darle placer? Empezaba a dudar de todo. ¿Realmente lo deseaba? El bulto que se frotaba contra su erección le decía que sí no obstante, ¿y si era solo una respuesta fisiológica del cuerpo? Pero aunque así fuera, ¿por qué no se liberaba con él? ¿Todavía lo veía como un inútil ahora que apenas podía moverse por las lesiones?
- Deku, no te atrevas a distraerte ahora - susurró Katsuki contra su boca antes de morderle el labio inferior.
Izuku dejó escapar un gemido y se estremeció de placer cuando Bakugo fue dejando un rastro de besos húmedos en su mandíbula y su cuello. Enterró los dedos en el suave cabello de este y lo acercó aún más a él, dejándose llevar por la sensación que su lengua le provocaba en la piel. Tironeó de los mechones que tenía sujetos para mover la cabeza del rubio hacia atrás y volver a probar su boca una vez más. El más alto se dejó hacer sin presentar resistencia mientras agarraba las nalgas del pecoso con fuerza. El heredero del One for All introdujo las manos por debajo de la camiseta de su novio y comenzó a palpar sus marcados abdominales, subiendo poco a poco hasta su pecho y rozando sus pezones. Kacchan jadeó de placer animándolo a seguir adelante. Deshizo su camino, deslizando sus dedos nuevamente hacia abajo, hasta acariciar la erección del más alto por encima de la ropa. Solo ese ligero toque fue suficiente para hacerlo gemir y permitirle comprobar el tamaño y la dureza que estaba alcanzando solo con besos y roces. Él estaba igual, pero quería aún más. Necesitaba sentirlo. Decidido, intentó dar un paso más allá tratando de tocarlo sin las incómodas telas de por medio, pero fue detenido al instante.
ESTÁS LEYENDO
Líos en la UA
FanfictionNo es fácil descubrir que estás enamorado de la persona que lleva años haciéndote la vida imposible, y mucho menos darte cuenta después de escucharle haciendo cosas pervertidas con su novio en un baño público. La confusión de Deku es tan grande que...