ᴄᴀʟᴅᴇʀᴏꜱ ᴀʀᴅɪᴇɴᴛᴇꜱ

Capítulo 15: La boda

— Bienvenidos, gracias por asistir

Lily sonreía, pero su mirada tenía un brillo triste cuando se posó sobre Draco. ¿Cómo había sido posible que su hijo fuera tan desalmado para invitarlo? Ni siquiera por cortesía debería haberlo hecho. Draco y Tom continuaron su camino, hasta una de las mesas.

— ¿Champagne tan temprano, Draco? — Preguntó Tom, arrebatando la copa de sus manos

— Eso era mío.

— Si vas a embriagarte, que sea bien.

Tom le pasó una petaca que tenía grabado el emblema de los Riddle en él.

— Oh, gracias.

— No te vayas a pasar... o me aprovecharé de ti cuando te lleve a casa — Dijo Tom con una sonrisa juguetona

Draco se terminó todo el contenido de la petaca, antes de que si quiera iniciara la ceremonia.

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— Lily... ¡Lily!

La mencionada buscó el origen de la voz que llamaba por ella.

— Tom... ¿qué pasa?

— Lo siento, pero me voy a retirar con Draco...

— ¿Por qué? Si apenas va a iniciar la ceremonia

— Draco no se encuentra bien...

Lily dirigió la mirada a la mesa en la que estaba el chico, apuñalando una empanada de calabaza con un tenedor.

— Si no quieres que tu hijo pase a reemplazar a la empanada, será mejor que me lo lleve.

— Esta bien... de cualquier manera, no debería estar aquí.

— Por fin coincidimos en algo.

Lily se acercó con Tom y los murmullos de "muere, muere, muere, te odio" de Draco, se hicieron audibles.

— Draco, vámonos.

— No me quiero ir — Protestó como un niño pequeño

— Entonces me iré yo solo, te dejaré aquí. Te iba ofrecer que fuéramos a tomar helado, pero si no quieres ir...

Si se comportaba como un niño, había que tratarlo como a uno.

— ¡Espérame! ¡No te vayas sin mí! —Gimoteó

Draco empezó a llamar la atención de algunos de los invitados y justo en ese momento, Harry decidió acercarse, para averiguar qué pasaba.

— ¿Está todo bien, madre? ¿Quién...?

Harry se detuvo en seco cuando vio a Draco ahí. ¿Por qué estaba ahí? ¿Qué demonios hacía él precisamente, en su boda? ¿Iba a atormentarlo más de lo que ya estaba? Harry dejó de preocuparse de eso cuando vio a Draco tambaleándose para lograr levantarse del asiento.

— Draco, ¿estás bien?

— ¡Harry!

Draco sonrió al verlo y trastabilló hasta él, que lo sujetó de los brazos, para evitar que cayera.

— Harry... — Repitió Draco y se abalanzó a abrazarlo

Todos en el jardín observaron como Draco, ebrio, lo abrazaba. A él realmente no le importaban las miradas indiscretas sobre él; no más de lo que le importaba el causante del estado del chico entre sus brazos. 

— Te amo... — Le susurró al oído — ...no te vayas... no me vuelvas a abandonar...

El cuerpo de Harry se estremeció al oír la voz de Draco pronunciar aquellas palabras en su oído. No quería soltarlo, no quería dejarlo ir.

— Te extraño. Te extraño. Te extraño. — Susurraba, arrastrando las palabras.

— Draco, vamos a casa... — Tom

— ¡No quiero!

Tom lo tomó de la muñeca y lo apartó de Harry.

— Vámonos — le dijo severamente

— ¡No quiero! ¡Suéltame!

Draco intentó zafarse del agarre de Tom, pero este no lo aflojó.

— Te dijo que lo soltaras.

— Potter, no te metas.

Tom no iba a permitir que su amigo se metiera en escándalos de los que luego se arrepentiría.

— Suéltalo – Dijo Harry en tono amenazador

— Draco, ven conmigo.

— No quiero... quiero quedarme con Harry.

Draco ya no gritaba, su voz era más débil.

— Ya lo oíste, no quiere irse contigo, déjalo en paz.

— Está ebrio.

— ¡Yo cuidaré de él! ¡Suéltalo!

Harry tomó la muñeca de Tom y este soltó el agarre. Draco se recostó en Harry y el chico lo envolvió en un abrazo protector.

— Recuerda donde estas, Potter, y lo qué estás a punto de hacer...

— Solo lo estoy defendiendo. Tengo derecho a hacerlo, soy su amigo...

— Harry... — Susurró Draco

— Draco, ¿estás bien? — Preguntó Tom

— Sí... estoy... bien.

Draco sonrió débilmente, pero sus ojos se cerraron y cayó inconsciente. Harry lo sostuvo para que no cayera al suelo. Tom se acercó a él con rapidez y empezó a sacudirlo levemente.

— ¡Draco! ¡Draco! Draco, contéstame ¿Qué te pasa?

Tom intentó que se levantara, pero Draco permanecía inmóvil.

— ¡Por Merlín! ¡Madre! ¡Madre!

Lily apartó a ambos chicos de él. Empezó a revisarlo y entonces se desapareció de ahí, llevándose a Draco con ella.

— Mi madre es directora en San Mungo, seguro lo llevó ahí.