El reencuentro no se quedó en un simple abrazo.
YoonGi estaba eufórico, ansioso, deseoso y enamorado. SeokJin se sentía casi de la misma manera.
Sus manos se paseaban con amor por la estrecha cintura, rozando peligrosamente la curva de sus caderas.
Sus labios besaban y lamian con adoración el blanquecino cuello del niño. SeokJin sólo soltaba suspiros y jadeos, olvidando todo y disfrutando de aquellas atenciones.
Con sus temblorosas manos, acarició los hombros, bajando por los pectorales hasta llegar al abdomen, sin dificultad soltó aquella toalla, dejando desnudo al mayor. Sus manos volvieron a bajar y una de ellas tomó su miembro ya erecto, sacándole un fuerte gruñido al rubio, Jin aún más motivado, empezó a acariciar el falo con calma, subiendo y bajando, su otra mano fue a una de las nalgas y la apretó, provocando que el mayor le mordiera el cuello, Jin se estaba emocionando.
Por su parte, YoonGi estaba al borde, ya no le bastó con sólo besar y marcar el cuello, sus labios subieron acariciando el mentón hasta llegar a esos voluptuosos labios, Jin tenía la mirada vidriosa y jadeaba, sus labios se veían más rojos y brillantes, tragó duro y le besó con hambre, Jin gimió en su boca y la abrió para que el mayor hiciera estragos con ella.
Se habían besado por varios minutos, conociendo sus cuerpos con sus manos y bocas, a veces con suaves caricias y otras eran más ardientes.
La ropa había desaparecido, Jin ya no mostraba su clásica timidez, al contrario, él había tomado la iniciativa en varios momentos, tanto así, que ahora se encontraba entre las piernas del rubio, donde con su boca jugaba a la paleta con el falo del mayor.
—Maldición Jin... -Gruñó con excitación mientras acariciaba los mechones casi blancos del menor.
Pero Jin estaba muy ocupado lamiendo y chupando su comida temporal.
Nunca había hecho algo así, sentía que su baba salpicaba por todos lados pero a YoonGi parecía no importarle, el hombre jadeaba y hundía sus dedos en su cabello, marcando un ritmo.
SeokJin estaba encantado, se había perdido de mucho al querer esperar el momento adecuado, pero qué mejor mometo que ese, en el que se habían extrañado tanto.
—Suficiente juego. –Gruñó el rubio con dificultad. —Sobre tu espalda, SeokJin.
El menor obedeció con expectación. Acostado sólo observaba embelesado el cuerpo bien formado de YoonGi, los músculos marcados y la piel tan blanca como la nieve.
El hombre era hermoso, tanto que dolía.
—Gi-chi... –Lloriqueó desesperado.
El mencionado sonrió, amando que su Jinnie lo deseara tanto como él lo hacía. Pero debía ser paciente pues era la primera vez de su niño, por lo que ser suave era primordial. Y lo primero que debía hacer era prepararlo, así que buscó el lubricante y los condones.
—Tranquilo, amor. –Le dijo con cariño.
Lo que pasó después fue un festín para ambos, YoonGi había probado el cuerpo de SeokJin con calma, absorbiendo su calidez, sabor y perfección. Guardando en su mente y corazón aquellos gemidos y súplicas que SeokJin susurraba cuando por fin se había enterrado en su interior.
Fue la cosa más maravillosa que alguna vez sintió, las paredes calientes y suaves del menor lo habían recibido ansiosas, él casi se desmaya por el placer tan delicioso que había sentido.
No había nada más hermoso que hacer el amor con la persona que amas, y tanto YoonGi como SeokJin se habían amado con profundos sentimientos.
Los días pasaron y los amantes yacían en su lecho, mimándose con besos y caricias suaves.
JungKook había llegado a su habitación ya que no los había visto en ese período de tiempo y cuando los vio sin ropa y abrazados, no tuvo que preguntar, simplemente negó y salió, advirtiendo que la comida llegaría pronto.
— ¿Crees que me regañe? –Jin preguntó dejando besos en el pecho del mayor.
—Nah, JungKook te adora, aunque nunca demuestre nada. A quién sí retará será a mí, pues él te ve como su bebé. Ya sabes, con eso de que eres su mejor pupilo. –YoonGi gruñó al imaginar la reprimenda del chico con sonrisa de conejo.
SeokJin sonrió y lo besó, siendo interrumpidos por la comida, la cual devoraron con ansias, ignorando al resto del mundo, simplemente disfrutando del breve momento de felicidad que la vida les permitía.
— ¿Los encontraste?
—En efecto, están en Daegu.
— ¿Qué dices? Los buscamos por todo el Estado y no dimos con ellos. -Gruñó frustrado.
—Eso es porque no sabes usar los recursos que tienes. -Respondió aquella persona con burla. —Busca la granja de los Min, y hazlo rápido, no tardarán en largarse del país.
La llamada finalizó, TaeHyung rápidamente montó el operativo, no podía revelar quién le había ayudado en la búsqueda, suficientes problemas tenía ya.
Pero esta vez, su Gacelita no se le escaparía.
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↬ʙᴏʏ ᴍᴇᴇᴛꜱ ᴇᴠɪʟ♛ [ᴛᴀᴇᴊɪɴ || ʏᴏᴏɴᴊɪɴ]
Romance❝ Cuando SeokJin era un niño, vivió una bonita infancia junto a sus padres y hermano mayor, hasta el día de su cumpleaños número 10, estaban todos compartiendo un momento en familia hasta que, a causa de unos golpes fuertes a la puerta de su casa, é...