— ¿Haz dado con él? –Preguntó desesperado.
—No, pero localizamos a su protegido hace una semana, nos sorprendió darnos cuenta que está vivo. –Contestó uno de sus hombres.
— ¡Maldición!
El de pelo gris estaba furioso, pensó que al haberse deshecho de "la basura rosa" sus planes podrían ser ejecutados de mejor forma. Ahora, sabiendo que seguía con vida y con Min deambulando en algún lugar del mundo, todo lo que había trabajado hasta el momento se veía en peligro.
—Relájate. El chico está con la policía, muy poco puede hacer con ellos sobre él todo el tiempo.
—Lo sé, pero eso no le impide a Suga intentar recuperarlo. Además, estar con la policía puede ser ventajoso para él, tiene acceso a mucha información.
—Ellos no le darán ese privilegio. Aunque ahora es su perro, Kim no deja de ser un preso.
—Eso espero NamJoon, tenemos encima la próxima subasta y no quiero interrupciones, podemos perder mucho dinero.
La subasta se trataba de la venta de niños y jóvenes que habían secuestrado en el límite fronterizo con la India y Estados Unidos. Todo era elaborado de forma que se demostrara que eran objetos históricos los que se pondrían a disposición del público. A eso se dedicaba la organización de Park JiMin y con la cual habían destruido cientos de vidas inocentes.
—Señor, solicito un permiso especial para que el convicto 1904 pueda salir de las instalaciones bajo mi custodia. –El agente entregó por escrito la solicitud al jefe de brigada.
— ¿Con qué propósito? –Preguntó mientras leía el permiso.
—Quiero llevarlo conmigo a Daegu. Han solicitado refuerzos para una redada, mi criterio me dicta que Kim podría ser beneficioso.
El hombre mayor envió el permiso a las máximas autoridades, a la hora de la cena, la respuesta estaba dada con afirmación, cosa que alegró al azabache.
—Hobi prepara tus maletas. –Ordenó el menor.
— ¿Qué?, ¿por fin nos vamos de vacaciones? –Cuestionó en tono coqueto.
El más alto rió por su actitud.
—Lo siento. Nos vamos a Daegu, solicitan refuerzos, en el camino puedes leer el informe.
— ¡Agh! ¿Acaso nunca nos darán un descanso? –Se quejó.
—Debiste pensar en eso antes de entrar a la academia.
Con esa frase salió de la oficina del pelirrojo y se fue directo a los dormitorios de los estudiantes, estaba ansioso, podría sacar al menor y esperaba tener un mayor acercamiento. De verdad que anhelaba ser su "amigo", por lo menos para empezar.
Por otro lado, Jin estaba acostado, con su brazo cubriendo sus ojos, pensaba en YoonGi, ¿cómo estará?, ¿habría iniciado una búsqueda de su persona?, ¿cómo saldría de ahí?, ¿estaría si quiera en el país?
Sus cavilaciones se vieron interrumpidas cuando la puerta se abrió y dio paso al agente guapo.
—Kim, vengo a avisarte que mañana a primera hora nos vamos a Daegu. Tenemos una misión.
¿Daegu? El peli rosa recordó que Yoon le había dicho ser originario de Daegu. ¿Y si él se encontraba ahí? Se sentó de golpe con el rostro sorprendido, no lo había pensado, Daegu podría convertirse en su vía de escape si tan sólo tuviera una señal de sus compañeros.
— ¿Sucede algo, Kim? –Oh cierto, el agente.
El menor negó con la cabeza. No podría demostrar ser tan obvio con sus intenciones.
—Bien. Más tarde vendrán a ponerte un grillete. –Informó y salió de la habitación con sospecha.
¿Un grillete? Vamos, él sabía que en algún momento le pondrían uno, pero eso no era impedimento para huir en la más mínima oportunidad, él le había quitado esas cosas a sus compañeros varias veces.
Si esa era su oportunidad de escapar y encontrar a YoonGi, lo haría sin dudar.
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↬ʙᴏʏ ᴍᴇᴇᴛꜱ ᴇᴠɪʟ♛ [ᴛᴀᴇᴊɪɴ || ʏᴏᴏɴᴊɪɴ]
Romance❝ Cuando SeokJin era un niño, vivió una bonita infancia junto a sus padres y hermano mayor, hasta el día de su cumpleaños número 10, estaban todos compartiendo un momento en familia hasta que, a causa de unos golpes fuertes a la puerta de su casa, é...