↬ʙᴏʏ ᴍᴇᴇᴛꜱ ᴇᴠɪʟ♛ [ᴛᴀᴇᴊɪɴ || ʏᴏᴏɴᴊɪɴ]

ᴅᴏᴄᴇ.

—De acuerdo, Jeon. Eso suena genial, pero Jin está en Seúl, ¿cómo diablos haremos para que sepa que estamos aquí? –El rubio estaba desesperado. Hacía poco unos días habían llegado a Daegu, a la casa de campo que sus abuelos tenían.

—Aún no sabemos si Jin está vivo, Suga.

—Lo está. Yo lo sé.

JungKook suspiró exasperado, tenían que pensar en cómo recuperar terreno y el líder no dejaba de hablar sobre encontrar a Jin y traerlo de regreso, él podía entenderlo pero era justo lo que no necesitaban en ese momento, extrañaba al menor, pues había sido su mejor pupilo y además siempre era adorable y cariñoso con él, pero no estaba tan seguro que la policía le perdonase la vida.

—Si lo encontramos, de igual forma está bajo custodia de la policía, no podemos acercarnos o nos matarán.

—Debe haber una forma. Necesito a mi Jinnie, a mi bebé.

Suspiró casi al borde de las lágrimas, recordando su abrupta separación. Él estaba seguro de que el menor vivía, pero no sabía cómo acercarse.

—Saldré. Escuché que la policía planea una redada, debemos estar alerta.

El castaño salió de aquella casa, dejando a sus hombres al cuidado del líder que no se encontraba en sus cinco sentidos.

—Encontraremos la forma y traeremos a mi Jin de vuelta. –Susurró el rubio en medio de la soledad.

—Muy bien, hemos llegado.

Todos los agentes se acomodaron en las respectivas habitaciones del cuartel central en Daegu.

—Kim. Tú vendrás conmigo. –Habló TaeHyung y se retiró con su maleta seguido del menor.

A lo lejos Manoban maldijo, se suponía que ella debía compartir el cuarto con el agente, no el "parásito".

—Parece que te están ganando la partida. –Murmuró uno de los agentes con burla.

—Cállate MinHyun. Esto no se quedará así.

Mientras tanto, el azabache soltó su maleta sobre una de las camas.

—Tú dormirás ahí. –Señaló el hombre la cama del costado.

—No creo que sea conveniente dormir en la misma habitación. –Dijo suavemente, detallando la misma.

— ¿Por qué no?

—A sus compañeros no les agrado, sobre todo a la agente Manoban, seguramente harán especulaciones que no van a hacer más que afectarlo, señor. –Dijo sin moverse de la entrada.

Kim estaba sorprendido, había logrado que hablara con soltura, sabía que nunca se cansaría de escucharlo.

—Pues no me importa. Tú estás bajo mi custodia, así que dormiremos aquí y punto.

El peli rosa suspiró, no discutiría así que sólo asintió y entró a la habitación, dejando su maleta a un lado de la cama. Cuando levantó su vista se encontró con el agente quitándose la ropa. Jin se atragantó con su propia saliva, el cuerpo del agente era tan caliente que por un momento deseó pasar su lengua por esos músculos.

— ¿Algo qué decir, Jin? –Preguntó el azabache, notando como el menor lo miraba. Así que con mayor lentitud se quitó el pantalón hasta quedar en bóxer.

El menor, por su parte abrió la boca, era la primera vez que veía un cuerpo masculino semi desnudo, cuando se bañaba con YoonGi se tapaba los ojos para no ver demás, pero ahora se arrepentía.

Kim sonrió arrogante, sabía que el peli rosa no podía ser inmune a sus múltiples encantos.

—No mires tanto que me vas a desgastar.

Eso hizo reaccionar al chico que empezó a balbucear unas disculpas, tartamudeaba y estaba rojito como un tomate, eso se le hizo tan adorable al agente que otra vez quiso besarlo.

—L-lo siento. –Pudo decir al final.

El mayor no podía borrar la sonrisa, así que sólo se limitó a arrojarse a la cama. —Es tarde, cámbiate y duerme.

— ¿Piensa dormir así? –Preguntó con una mueca de asombro.

—En realidad, duermo desnudo. Pero por respeto a ti, no me quitaré el bóxer. –Dijo y le guiñó un ojo.

Jin sintió su rostro caliente. Se imaginó al agente desnudo y sobre él.

— ¡Dios no! –Gimió angustiado.

—Deja de fantasear y duérmete, Jin. –El hombre estaba aguantando soltar una carcajada ante la timidez del niño.

—S-sí...

Dudaba poder dormir con un hombre tan caliente en el mismo cuarto.