El grillete se sentía incómodo, podía jurar que dejaría un hematoma feo por varias semanas, pero eso no era importante, iba en el autobús con sus demás "compañeros", se había sentado solo en la parte trasera del transporte pues todos decían que era un "parásito" y estar cerca de él podría ser "contagioso" seguido de más burlas que al peli rosa no podrían importarle menos, es más, ni siquiera los escuchaba, estaba sumamente concentrado pensando en cómo encontrar a su gente.
— ¿Te molesta si me siento aquí? –Cuestionó el líder de aquel grupo.
Jin reaccionó y al ver que era el agente Kim, negó y se hizo a un lado, extrañamente los demás se habían quedado en silencio.
—Me gustaría tener el poder de leer mentes, así sabría en qué piensas tanto. –Bromeó el agente con una pequeña sonrisa.
Jin lo miró, verlo sonreír se le hizo lindo.
—No le gustaría saber lo que pienso. –Contestó suavemente. Para sorpresa del mayor.
—Bueno... No lo creo así. Pareces una persona muy tranquila, aunque con un talento impresionante con las armas. –Halagó sin borrar su sonrisa.
El otro sonrió brevemente y asintió. No respondió.
Kim no sabía cómo entablar una conversación normal con el peli rosa, estaba a su lado pero lo sentía tan lejano.
—Amm... Como sabes, mi apellido es Kim y mi nombre es TaeHyung. Tengo 31 años y soy originario de Daegu.
Jin le miró curioso. — ¿Por qué me dice eso?
—Porque quiero conocerte, que podamos tener una mayor confianza. –Sonrió, esta vez, mostrando una peculiar sonrisa cuadrada.
Tal acción hizo que las pálidas mejillas del menor se colorearan de carmín. El agente tenía una sonrisa preciosa y adorable. Se veía más joven y jovial. Le gustó.
—Bu-bueno... Soy Jin y tengo 21 años. –Dijo después de unos segundos en silencio.
Tae se rió.
—Eso ya lo sé. –Informó con gracia.
El otro se sintió tímido. —Soy de Anyang-Gwangcheon.
Kim se felicitó, por fin sabía algo más del misterioso muchacho.
— ¿Puedo saber por qué tu cabello es rosa?
—Es mi color favorito. –Dijo con una pequeña sonrisa.
Kim quedó embobado, el menor era tan hermoso. Quiso besarlo.
—Ya veo... Amm... Te queda muy bien.
—Gra-
— ¿Qué haces con el convicto, Kim? –Una voz chillona los interrumpió.
El agente suspiró molesto, justo cuando habían creado una atmósfera cómoda, tenía que venir Lalisa y arruinarlo.
—No es tu asunto, Manoban. Así que regresa a tu asiento y no interfieras. –Rugió molesto y lo suficientemente alto para que todos escucharan.
La mencionada, ofendida, se retiró, jurando hacer la vida del "parásito" miserable por meterse en su cancha.
—Lamento eso. –Dijo con voz suave.
El menor sólo asintió y se dedicó a mirar por la ventana. Kim entendió que la magia se había esfumado.
Pero siendo terco, lo intentó de nuevo.
— ¿Leíste el informe?
Jin que se había mantenido distraído mirando el paisaje, pensó que el agente se había marchado, pero al escucharle dio un brinquito del susto y se giró a verle.
—S-sí.
— ¿Qué piensas?
—Podría haber una vía de escape subterráneo... Ya sabe, cuando es cosa de drogas no siempre salen por la vía más obvia.
Kim asintió y se dedicó a escuchar atentamente al muchacho, perdiéndose por momentos en esos labios rosados que se movían sin parar y en esos ojos verdes preciosos que le miraban con un brillo especial al poner en práctica lo que sabía.
ESTÁS LEYENDO
↬ʙᴏʏ ᴍᴇᴇᴛꜱ ᴇᴠɪʟ♛ [ᴛᴀᴇᴊɪɴ || ʏᴏᴏɴᴊɪɴ]
Romance❝ Cuando SeokJin era un niño, vivió una bonita infancia junto a sus padres y hermano mayor, hasta el día de su cumpleaños número 10, estaban todos compartiendo un momento en familia hasta que, a causa de unos golpes fuertes a la puerta de su casa, é...