46. Ayuda de amiga

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ITZAN ESCAMILLA

Hace dos semanas que mi hija nació, aunque es poco para mi parece como si ella ya creció mucho. Gorka no deja de ayudarme con ella, Danna también. No me atreví llamarla, pero ella es ofreció... se que a Ester le gustaría que ella me ayudara.

-Ay, Itzan, así no – me grita

-Joder, que no se cómo hacerlo.

Me estaba estresando, no quería gritarle ni mucho menos hablarle así en frente de Gorka.

-¿Nunca habías cambiado pañales?

-Lo hice, pero hace tiempo que no lo hago, ya sabes.

-Déjame a mí, que Gorka tiene que comer.

Le hice el caso, le deje a solas y me fui a la cocina con Gorka.

-Ya te preparare el desayuno – le dije

-¿Papa?

-Que ya vas a comer, siéntate.

-¿Cómo vamos a lograr todo esto sin mama? – cuestiona

Deje lo que hacía y me acerque a él.

-Hijo...

-Parece que no te va bien encargándote de todo el mundo.

-Ven.

Gorka sienta en frente de mí, extrañaba a Ester y yo también.

-Tu mama está buscando el trabajo, a pesar de que acaba de recuperarse y necesita un trabajo. Yo ya le dije todo lo que pienso acerca de eso y ella insistió, además son solamente dos o tres horas a solas sin ella. ¿Crees que no vamos a lograr ocuparnos de tu hermana sin tu mama?

Gorka por fin vuelve sonreírse, de hecho yo también creo que no puedo hacer todo esto sin Ester pero respeto su decisión de buscar trabajo.

-¿Por qué le dieron nombre Luz?

-Luz...

Sonreí porque me sentía orgulloso de tener una hija y además de darle ese nombre.

-Luz significa claridad, todo lo que tiene que ver con tu mama me hico abrir los ojos atentamente y ver cosas claramente.

-Claridad...

-Así es.

Gorka entendía todo lo que le decía y estoy seguro que va querer su hermana como debe y cuidarla de todos.

Mientras Gorka comía entre a habitación para averiguar cómo va situación, Danna salió para dejarme a solas aunque yo tenía miedo de eso.

-Luz...

Ella estaba despierta pero no lloraba, yo me sonreí cuando ya estaba cerca de ella, la vi moviendo esas pequeñas manos, tenias ojos verdes de Ester pero mi cara.

-Hija...

Le tome en brazos y en cuanto ella empezó llorar trate clamarla, milagrosamente logre calmarla.

-Ay, tu eres mi hija... mi hija – dije aun muy sorprendido

Si alguna vez nunca pensé que iba ser padre de una niña ahora lo soy y me siento muy afortunado.

-No lo puedo creer – suspire

Estaba hablando mucho con ella y cuando vi que se durmió en mis brazos me gusto ese imagen, le quiero proteger toda la vida.

-Tú eres mi vida y siempre te estaré protegiendo, mientras yo esté aquí nadie te hará daño, te lo prometo – dije al besarla la cabeza

-¿Itzan?

Una Foto en Blanco y Negro |ITZER|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora