Una Foto en Blanco y Negro |ITZER|

23. La eternidad de corazon

ESTER EXPOSITO

Itzan y yo quedamos bastante dormidos en la cama mientras por un momento siento a alguien moviendo mi brazo, pensé que es Itzan pero al abrir los ojos vi a Gorka.

-Hijo...

-Mami, tengo hambre.

-¿Ya?

Eran las 8 por la noche, parece que los tres éramos cansados. Di vuelta y vi a Itzan aun dormido, parece tierno como siempre, le deje así...

Gorka y yo nos fuimos a la cocina.

-¿Qué quieres comer?

Le puse a Gorka en una silla al lado de la mesa, aun necesitaba pocos minutos para entender lo que estoy haciendo, dormí lo suficiente para sentirme descolocada.

-Quiero macarrones.

-¿Perdón?

-Papi prepara la mejor comida, quiero macarrones – grito

Me sorprendí, sonreí, siento alivio, ahora Itzan va ser el que cocina todos los días. Tomaba el resto de la comida que quedo y le puse en un plato, dándole mientras lo miraba comer con mucho gusto.

-¿Te gusta más que lo que yo preparo?

Queda callado, riéndose.

-Ya se la respuesta – dije al besar su cabeza

Poco tiempo después Itzan se levanto, llegando a la cocina.

-¡Papi!

Gorka se levanta de silla, Itzan le levanta, abrazándolo.

-¿Me extrañaste?

El asienta con cabeza, riéndose.

-Pero estaba dormido por unas horas.

-Mami me dio macarrones...

-De seguro nadie las hace mejor que yo.

Itzan lo deja para que pueda lavar las manos, pronto tendría que bañarlo y prepararle la cama.

-¿Cómo has dormido? – pregunte

-Perfectamente bien.

Itzan sienta por la mesa.

-Voy a recalentarte macarrones.

-No tengo hambre.

Di vuelta, tiene que comer algo, a veces pienso que tengo dos niños, no uno solo pero eso lo hace todo más divertido.

-¿No vas a comer tu especialidad?

Siento a su lado, tocando su pelo.

-Uy, pero estas molesta porque le gusta más mi comida.

-Itzan... tú no sabes cocinar todo lo que una mujer aprende estando adolescente y una mujer independiente.

Itzan se acerca pone mano sobre mi mejilla.

-Cocinare para ustedes dos toda mi vida.

-Te amo – le dije

-Yo más.

-No es posible.

-¿Crees?

-No puedes amarme más que yo a ti.

-Ay, ¿quieres apostar?

-Tengo miedo de apuestas pero podríamos hacerlo.

Pongo mano sobre su cuello, beso sus labios, ahora que todo está bien con nosotros y que Yon no sigue en mi vida me siento más feliz que nunca.

Gorka viene de habitación, llevando el móvil de Itzan.

-Papi...

Itzan toma el móvil.

-Olvide que lo deje en habitación – me comenta

Se ve un poco incomodo, no responde la llamada, es como si me estuviera escondiendo algo.

ITZAN ESCAMILLA

Me comunique con Claudia hacía varios días, hemos hablado por una hora, parece que volvió a Madrid y quiere verme.

No sabía cómo decirle a Ester, no quiero esconderle una cosa así, sobre todo cuando se trata de una persona que estaba sufriendo por mi culpa, la que utilice y luego me comporte como idiota aunque fue sin querer.

Por eso cuando Gorka me traigo el móvil no sabía cómo disimularlo, ella me miraba de reojo, me conoce, no puedo mentirla, de hecho no tengo porque mentira.

-¿Quién fue? – cuestiona

-Claudia – respondí

Ester pone una cara incomoda, le molesta.

-Gorka, vete a habitación a jugar y yo vendré en unos minutos para bañarte – le dijo, le dio un beso en cabeza y el niño corría hacia habitación

-Ester...

Ella se levante de la mesa, camina hacia la ventada, cruza los brazos.

-No te pones así – le dije

-No me pongo de ninguna manera.

Esa voz me mata, me habla como si hubiera hecho algo malo.

Me levante, acercándome a ella.

-Quiere tomar un café conmigo, nada más.

-¿Por qué no me dijiste en el momento cuando hablaste con ella?

-Pensé que no tiene ninguna importancia.

Dio vuelta, su cara no cambia, sigue igual.

-Está bien – dijo

-Ester, ¿de verdad estas enojada?

-Para nada – responde con una sonrisa que parece falsa

Pongo manos sobre sus brazos, calmándola.

-Claudia sigue siendo mi amiga a pesar de todo, no la vi por mucho tiempo...

-No tienes porque explicarlo.

-Pues yo siento que tengo que hacerlo para demostrarte que es una más amiga, nada más.

-Itzan...

Pone manos sobre mi rostro.

-Me sentí incomoda por un momento, nada mas... te lo juro.

-¿Estas celosa?

No tiene por qué estarlo, la verdad.

-¿Qué dices?

-Yo te amo a ti, eso lo sabes.

-Confió en ti, no se trata de eso... en cuanto mencionaste su nombre me recordé de todo lo que ocurrió en el pasado, nada más.

Asentí con cabeza, yo también recuerdo muchas cosas que pasaron, sobre todo después de que ella se fue a Estados Unidos, no pude dormir hasta que recordaba que bien lo pasamos juntos.

-¿Ves esto aquí? – dije al apuntar a su corazón

Ella baja mirada.

-Si – responde

-Tu corazón es el único lugar que no va volver ser roto, jamás te volvería hacer daño... y en tu corazón me encuentro yo, solamente yo y siempre me llevaras en tu corazón – dije

Ella sonríe, me abraza.

-Lo sé, Itzan.

-Eso es algo mucho más grande que nosotros dos.

-Yo también estoy dentro de tu corazón, no te olvides nunca.

Cuando nos apartamos le di un beso en la cabeza, asegurándole que no hay nadie que pueda separarnos, me sentí aliviado que ella no es ese tipo de mujeres posesivas que siempre tienen celos de todos, ella es más calmada.