Una Foto en Blanco y Negro |ITZER|

7. El baño

ITZAN ESCAMILLA

El sabor de labios de Ester es algo inolvidable... y si tendría Alzheimer no podría olvidarme de esos labios, de seguro. La tenía allí, acostada en mis brazos, lo único que compartimos fue un beso y nada más.

-Te ves muy hermosa así. – le comento mientras seguía mirándola

Sabía que ella estaba despierta, lo sentía por más de una hora, esa respiración tan profunda, no tiene ni siquiera decir algo para que yo vea que esta despierta.

-Me veo fatal sin maquillaje.

-No digas tonterías.

No podía dejar de mirarla, con o sin maquillaje sigue siendo la mujer más hermosa del mundo.

-¿Por qué piensas seguir con este absurdo casamiento si lo único que sientes por ese tipo es rencor y desprecio?

Necesitaba oír su respuesta, no quería presionarla para que volvamos a estar juntos pero tampoco quería verla con alguien quien lo la quiere o respeta.

-Hay cosas que tú no entiendes, Itzan.

-Explícame, quiero entenderlo.

Ester se levantaba de cama, eso fue primera prueba de que esta conversación podría terminar mal.

-No puedo.

-¿Te ha hecho daño o algo? – pregunto al tomarla por mano suavemente

Tan solo pensar en esa posibilidad hico que tenía muchas ganas de golpearlo, dejarlo en un estado vegetal.

¿Cómo puedes tener tantos pensamientos malos, Itzan?

No tienes ningún derecho de pensar en ella o incluso en pensar de matarlo con golpes por estar acostándose al lado de tu ex novia.

-Por dios, no estoy aquí para hablar de él.

-¿Cuándo podría ver a Gorka?

-Lo más pronto posible, el también quiere verte pero con Yon a mi lado va ser difícil.

-¿Estas de broma, verdad? Yo no le tengo miedo, además es mi hijo, tengo todo el derecho de estar a su lado toda la vida.

-Hay muchas cosas que yo aun no puedo explicarte de la manera que tú podrías entender y comprender pero te juro que cuando te explico todo vas a entender mi preocupación y miedo.

Ester pone mano sobre mi rostro, sus caricias no tenían precio.

-¿Por qué me besaste si piensas irte de nuevo con él?

Ester baja mirada, con razón.

-¿Puedes mirarme a los ojos y responderme, por favor? – le pregunto con mucha angustia

-Yo no te puedo dar la respuesta que tu quieres oír, lo siento. No puedo dejarlo así e irme contigo, al menos no en este momento.

Yo asiento con cabeza, no podía hacer otra cosa que aceptar esa puta respuesta. De alguna manera se me ocurrirá algún plan para recuperarla por completo y para siempre. Sé que todo lo que pasa ahora no es el final, nosotros siempre encontramos manera de volver estar juntos, incluso cuando las cosas parecían no tener regla.

Por un momento todo lo que ocurrió entre nosotros paso por mi cabeza, cada puto problema.

Álvaro.

Apuesta.

Mi puto orgullo.

Esto no tendría por qué ser el mayor obstáculo, vamos a superarlo, lo sé.