Una Foto en Blanco y Negro |ITZER|

16. Obsesion

ESTER EXPOSITO

Llevo días encerrada en casa con Yon, lo único bueno es que mi madre está aquí, la estoy ayudando rehacer su vida, jugando con Gorka le está haciendo sentirse mejor, al menos un poco.

No dejo de pensar en Itzan.

Quería llamarlo pero no puedo meterlo en problemas, el asunto con Yon va acabar pronto, no pienso dejar que alguien me diga que debo hacer o no, soy mujer libre, a mí nadie me ordena nada.

-¿Yon, podríamos hablar por un momento? – le pregunto después de terminar el almuerzo

Mi madre quedo con Gorka mientras nosotros entramos a mi habitación.

-¿Podríamos resolver todo esto de una buena vez?

-¿A qué te refieres?

Sabe muy bien a lo que me refiero pero prefiere jugar papel del tonto.

-No quiero casarme contigo.

-Eso ya lo decías antes, lo que tú necesitas es que regresamos a Estados Unidos.

-No me estas escuchando, no me quiero casar contigo ni aquí en Estados Unidos, en ninguna parte del mundo porque no estoy enamorada de ti, no te quiero, no te amo, no me gustas, no puedo ni verte sin sentí un gran odio hacia ti.

Yo estaba consciente de lo que decía, no me importaba reacción de Yon, solamente quería huir muy lejos con mi hijo y con Itzan.

-Debías pensar mucho antes de abrir la boca.

Se acerca a mí.

-Te sientes confundida por Itzan, eso es todo. Tu misma sabes que él no te merece, por su culpa te fuiste de aquí, menos mal que yo estaba a tu lado.

-Tú estas mal de cabeza.

-¿Crees?

-Estas obsesionado conmigo.

Yon me toma por la mano, no me suelta.

-Estoy enamorado, haría lo que fuera para tu te sientes tranquila y cómoda, para darte todo lo que necesitas, tu hijo también. ¿Cómo puedes ser tan malagradecida?

-Me estas lastimando, desgraciado. – le digo, empujándolo

Yon me mira con mucha sorpresa, debe ser que no esperaba ver esa reacción.

-Ester, no te niegas a esto, ya sabes todo de lo que estoy capaz de hacer para tenerte.

-¿Cómo puedes ser tan mala persona?

-Tú me convertiste en mala persona. ¿No recuerdas como nos pasamos en Nueva York?

-Eso no fue real.

-¿Entonces que fue?

-Fue un sueño que tenias, yo quería cumplirlo pero fue imposible, si mi padre no estuviera enfermo yo regresaría aquí de todos modos, regresaría por Itzan a pesar de todo.

-No vuelvas a mencionar su nombre.

Yon se vuelve violento de nuevo, pone mano sobre ambos brazos, haciéndome doler aun más. Creo que quería hacer algo pero en ese mismo momento entra mi madre.

-Ester...

En cuanto vio a Yon tomándome de brazos de esa manera se pone asustada, jamás le dije porque acepte casarme con él o como se comporta conmigo.

-Entre en mal momento, hablemos luego.

-No, no, por favor, quédate aquí, yo voy a ir ver como esta Gorka. – dice Yon

Tenerlo cerca de mi hijo causa mucha ira en mí, lo quiero lejos de nuestras vidas ya. En cuanto sale, mi madre se acerca a mí, pone manos sobre mis brazos, sabía muy bien lo que pasaba.

-¿Por qué no dijiste nada?

-Ya, déjame.

-Ester, este hombres es muy mal si piensa comportarse así contigo, no pienso dejar que te cases con él.

Ya no sabía qué hacer, si no me caso con el creo que le hará algo malo a Itzan y si me caso voy a estar condenada a una vida infeliz, llena de maltratos y abusos.

ITZAN ESCAMILLA

Me encuentro en mi oficina, trabajando, ocupando mi mente con otras cosas que no tienen nada que ver con Ester. Lo que sigue molestándome son coqueteos de mi secretaria, me está provocando, entre eso y sin saber nada de Ester me siento como si pronto podría caer en esas provocaciones.

No, no, no puedo pensar así.

Desde que me enamore de Ester para mí no existe otra mujer, trate olvidarla pero no pude, soy consciente de eso.

Esta angustia me está matando, no sé nada de ella, no sé cómo se encuentra, que está haciendo, ni nada. Justamente cuando pensaba que es un caso perdido la veo entrar en mi oficina...

-Ester.

Me levanto, me acerco a ella, abrazándola.

-Sabía que te iba encontrar aquí.

-¿Cómo estás?

La tomo por la mano.

-Mal pero al fin logre salir de casa, le dije a Yon que fui a ver a Danna.

-¿Hasta cuando piensas vivir así?

Ester me mira con ojos llenos de lágrimas, ya eran 7 por la noche, veo que no lo está pasando nada bien.

-No lo sé, de verdad.

Esa respuesta no nos ayuda.

-¿Te hico algo?

Ester queda callada, baja la mirada.

Joder, esta vez voy a matarlo pero de verdad, ya veo que sigue con putos maltratos.

-¿Por qué no me llamaste? – la pregunto

-No puedo meterte en más problemas, yo se que tu quieres resolver todo pero no entiendes que significa ir en contra de alguien como él. Es loco, obsesionado y peligroso.

Pongo manos sobre su rostro.

-Escúchame bien... esto es único asunto donde yo no puedo prometerte nada, no puedo quedarme con brazos cruzados, lo siento pero no voy a hacer lo que tú me digas.

-Quiero que esta pesadilla acabe.

-Va acabar, mas pronto de lo que te imaginas. – digo, abrazándola