5. Preguntas

535 31 2
                                    

ITZAN ESCAMILLA

Mujeres siempre tienen razón.

Es algo que lleva diciéndome mi madre toda la vida pero esta vez Ester no tenía ningún derecho alejarse así de mi... reconozco que hice algunas cosas mal y que no estaba de su lado pero ahora estaba dispuesto ir con ella y con nuestro hijo en Estados Unidos o hasta el fin de mundo, si ella me lo pidiera.

Llevo dos horas encerrado en oficina, no podía concentrarme, no puedo pensar sin ella, necesito verla, besarla, sentirla. Coge el llave de mi coche, me fui a casa de Danna, sabía que Ester iba estar allí, al menos después de anoche.

No podía ocultar mi cara de felicidad al ver Ester abriéndome las puertas, sin embargo ella no estaba sonriendo.

-¿Puedo pasar?

Sigue callada con mucha desconfianza. ¿De verdad merezco todo eso?

Me dejo pasar sin decirme una sola palabra, en cuanto cierre las puertas la tome por el brazo.

Ahora que la tengo entre mis brazos no la pienso dejar ir, pase lo que pase.

Eres un idiota, Itzan. Pretendes meterte entre las piernas de tu ex que está a punto de casarse.

Ojala podía detener mi mente y librarme de esos pensamientos que me hacen desear hacer ambas cosas... y lo bueno y lo malo. No me gusta estar con una mujer comprometida y el hecho de que vivimos una gran historia de amor no justifica nada.

-No puedes mirarme en los ojos y negar que aun me amas, Ester. – digo sin soltarla

-¿Te has vuelto loco?

-Tenemos que hablar, ahora mismo.

-Si me sueltas quizás existe una posibilidad de que hablemos.

Una posibilidad es mucho más de lo que pido en este momento y era lo suficiente.

La dejo, ella no se mueva ni un solo paso, eso significa que debo empezar hablando antes de que me echa de aquí.

-Desde que te fuiste no pude dormir tranquilamente, no quería dormir, la verdad. Si no fuera por este trabajo que tengo quizás ya estaría bebiendo o drogándome.

-¿Y?

-Te necesito, te necesito mas del aire que respiro... si necesitaba elegir entre esas dos cosas tu serias mi elección aunque eso significaba que podría morir sin aire.

-Déjate de metáforas y habla de una buena vez. - grita

-Estoy mal, no puedo dormir, no puedo pensar, yo no puedo funcionar sin ti.

-¿Tu estas mal? ¿Te sientes mal, Itzan? – pregunta, acercándose

-Si. – respondo

Ester me da una cachetada.

-Eres un idiota que solo piensa en sí mismo. ¿Cómo crees que ha estado yo todo este tiempo?

-Pues no lo sé porque no piensas hablar conmigo, además te vas a casar con otro hombre.

-¿Y crees que eso me hace feliz? Todo es culpa tuya, ambos seguemos sufriendo por tu culpa.

-Eso fue antes, estoy dispuesto a dejarlo todo por ti, ahora lo haría, antes también pero estaba bastante orgulloso para darme cuenta de mis errores a tiempo.

-Es demasiado tarde.

No podía soportar la idea de estar sin ella, era como si ya estuviera muerto, no necesitaba seguir viviendo sabiendo que está casada con otro.

Una Foto en Blanco y Negro |ITZER|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora