Capítulo Trece

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     —Emma! ¡Emma! —derrapando  

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     —Emma! ¡Emma! —derrapando  

     —¡Emma! ¡Emma! —derrapando sobre sus rodillas y sin importar que su pantalón se ensuciara, tomo entre sus brazos a la muchacha. —¡Despierta!

     —Ten cuidado, niño, tu hermana necesita espació. No es fácil ser atacada por un dementor, menos para una señorita como ella, menos cuando se está indefenso.

     Los oídos de la muchacha solo alcanzaban a escuchar voces lejanas, incluso cuando podía sentir las manos de alguien en sus mejillas y hombros. Estaba aturdida, y todo daba vueltas apenas abría ligeramente sus párpados. 

     —El profesor tiene razón, Aiden, es mejor que se tome su tiempo para levantarse.

     Podría reconocer las voces de Ray y su hermano, pero no la de aquel hombre, quien poseía una característica y rasposa voz. Eso no le importó, su cabeza seguía confundida ante todos los vaporosos recuerdos que tenía de aquel encuentro con ese obscuro ser delante de ella. Llevó su mano hacia su adolorida cabeza, tratando de reincorporarse. 

     —¿Mhh?... Aiden... 

     Para cuando había abierto sus ojos, notó el preocupado rostro de su hermano, quien con casi lágrimas en sus ojos tomó de forma delicada sus mejillas y la inspeccionó. La abrazó y murmuró algo que no logró entender. Miró detrás de su hermano, Ray estaba allí, con una expresión severa. A su lado, un hombre de aspecto bastante descuidado. Piel arrugada por el enojo, con un ojo giratorio mágico, varias cicatrices. Se cohibió; la mirada de aquel hombre era fuerte.

     —Tranquila, niña. Tómate tu tiempo para ponerse en pie. —le dijo mientras inspeccionaba detrás suya. —¿Primera vez frente a un dementor?

     —¿Eh? Ah... Sí... ¡Ay! —pero la mano de Aiden que caía de su hombro rozó la cicatriz en su clavícula, maldijo al sentirla sensible nuevamente. Se volvió hacia el hombre —Yo...

     —Para tu mala suerte ese sí era un dementor, y no un boggart. Pero no te preocupes, ese es el único en este colegio. Debió ser un descuido de la seguridad del ministerio y del colegio, debes tener cuidado. Más ahora...

     No pudo escuchar de forma clara la última cosa que aquel hombre dijo, puesto a que estaba parándose con la ayuda de Ray y Aiden. Tenía un mal sabor en la boca, una mala sensación en todo el cuerpo. Algo había en ese hombre que no la terminaba de convencer. No entendía el porqué. Miró unos segundos a su alrededor, todo seguía con el mismo aspecto frío de antes.

     —Ya está todo bien, niña. Lewis tendrá que hacerse cargo de esto antes de que los padres histéricos vengan a hacer escándalos. —dándose la vuelta, comenzó a caminar. Cojo: tenía una pata de palo. 

     No dijo nada más, alejándose de los jóvenes poco a poco de ellos y del campo. Todo fue silencio por unos instantes, con Emma tratando de asimilar todo lo que había sucedido hace unos instantes. Seguía sostenida del brazo de su hermano, quien la sostenía por la espalda. Recordó todo, incluso todas las emociones que la acongojaban antes del incidente. Suspiró.

Albine Snake [NorEmma AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora