A regañadientes, Gulf se va con su madre a vivir a la mansión del novio y futuro marido de la mujer. Una vez allí, estos se encontrarán además de con el empresario, con Mew, su guapo y único hijo, el cual se queda prendado al instante del moreno, au...
Los días pasaron sin nada reseñable, más que Gulf siguió con su notoria rebeldía y sus malas contestaciones y el resto de la familia lo soportó con resignación.
Este compaginó sus sesiones de fotos con los exámenes finales en el instituto, mientras que su madre y su novio comenzaron con los preparativos de su boda y Mew también se dedicó a sus estudios.
Lo cierto es que el estudiante de empresariales no quería ni oír hablar de que el moreno se fuese a un apartamento cerca de la uni y se fuese de la mansión pero luego de mucho discutirlo, sus padres habían accedido pues veían que Gulf no cambiaría de actitud.
Dos semanas después
Las vacaciones llegaron y entonces Pen y Lukkade propusieron hacer un viaje en familia pues aún faltaban dos meses para su luna de miel y pronto Gulf se iría a la Universidad.
Estos creyeron que sus hijos querrían ir a Hawai pero Mew dijo estar ocupado con unos asuntos y el moreno se negó rotundo pues había quedado con sus amigos para ir a la playa y celebrar el fin se las clases.
Finalmente, este fue un viaje romántico, así que la pareja hizo sus maletas y muy felices se fueron al aeropuerto, no sin antes dejar unas intrusiones a los empleados de la mansión y de la empresa y también a sus hijos.
La primera noche que se quedaron solos, el moreno salió de fiesta con sus amigos y Mew cenó y tras ver un poco la tele se acostó pero no pudo dormirse y no paró de dar vueltas en la cama.
Ya en la madrugada, este escuchó el ruido de la puerta de Gulf.
-Maldita sea, ¿A dónde habrá ido?-se dijo este muy preocupado—...Seguro que ha bebido mucho.
Finalmente, este se levantó y de puntillas fue hasta la puerta de la habitación del moreno, dudó si entrar pero muy despacio abrió la puerta y se introdujo en la habitación caminando a tientas hasta la cama.
-Gulf, ¿Estás despierto?-susurró.
El menor se revolvió en la cama pero no le hizo casi, entonces el mayor se acercó más a él y se le quedó mirando un buen rato.
-No quiero que te vayas a la Universidad -comenzó a hablar en voz baja-... eres realmente un fastidio a veces pero ya me he acostumbrado a ti-añadió sonriendo mientras se sentaba en el borde de la cama.
El moreno soltó un ronquido simulando que dormía pues quería que este se fuese y lo dejase tranquilo.
-No sé que es lo que ha ocurrido, ni lo que has hecho pero me gustas... realmente lo haces.
Gulf que estaba de espaldas a este, abrió los ojos con el ceño fruncido.
—Temo tanto no volver a verte.
El moreno soltó un leve gemido y girándose se puso boca arriba, entonces, el mayor miró los rosados labios de este y deseó probarlos de nuevo.
-Oh joder, eres tan dolorosamente hermoso, Gulf—Susurró inclinandose.
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Mew se relamió deseoso sin dejar de mirarlo, sentía un enorme impulso de besarlo pero no quería aprovecharse así, aunque finalmente no lo soportó más y dejó un corto beso en la frente del ebrio moreno.
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De repente Gulf abrió sus ojos y atónito contempló como este se separaba.
-M-Mew ¿Qué demonios haces?.
El mayor se apartó, entonces el moreno se incorporó limpiandose.
-¿Por qué tienes la jodida costumbre de dejarme tus babas siempre?
Mew suspiró con pesar.
—¿No has escuchado lo que he dicho?
—¿El qué?, ¿Qué te gusto?
Este asintió agachando la cabeza.
-¿Y qué con eso?, no eres el único, todos los días se me declaran, no me asombra.
El mayor resopló con resignación.
-No, te vayas, quédate a vivir aquí, por favor.
El moreno soltó una cínica carcajada.
—¿Quedarme?, ¿Acaso estas loco?, estoy deseando que pase el verano para poder largarme ...lo cierto es que no tenía muchas ganas de ir a la Universidad pero ahora que tu papaito me pagará un apartamento estoy feliz de ir y no renunciare por nada.
-Pe-Pero me gustas y no quiero dejarte ir.
-Oye, ¿Quién te crees?, tu a mi no me gustas y esta casa tampoco, así que olvídate, búscate a otro.
Mew resopló furioso y en un arrebato sujetó a este con fuerza y lo atrajo hasta su pecho, donde lo abrazó con fuerza, mientras enterraba su nariz en el rico olor del moreno.
-Esto no puede ser cierto...no solo yo puedo sentirlo...sé que tú sientes lo mismo, me estás engañando.
El menor suspiró pues lo cierto es que si sentía atracción por el pero amaba demasiado su libertad, además de que no creía en las relaciones.
—Oye, no quiero ser cruel pero no me importa lo que tu sientes, yo no quiero amar a nadie...suéltame y déjame.
Mew se separó muy afligido.
-¿No te gusto?, no me lo creo.
El moreno negó con la cabeza, evitando mirarle a los ojos.
—No, no me gustas.
En un último intento, el mayor resopló molesto e intentó atrapar los labios de este en un desesperado beso pero tan solo recibió un golpe en la cara por parte de Gulf.
—Ni se te ocurra besarme de nuevo, me dan asco tus babas.
Tras escuchar eso, Mew lo soltó y lo miró con horror.
—Espero que algún día alguien te de tu merecido, realmente eres hermoso por fuera pero por dentro estás podrido.
Luego de decir eso, este salió de allí, dejando a Gulf pensativo, aunque solo por unos segundos pues enseguida se encogió de hombros y sonriendo incrédulo se tumbó de nuevo en la cama.
—Eso no me pasará a mi, porque yo estoy por encima de eso y no necesito a nadie.
