Capítulo 8
Se sintió avergonzado cuando despertó en medio de su sala con la saliva escurriendo por su boca. No había sido necesario verse en un espejo para asegurar que lucía fatal. En sus treinta años jamás había tomado tanto como para caer inconsciente y no darse cuenta ni donde se había quedado dormido. Había sido una de esas noches en las que el dolor de su pérdida lo tumbaba y él se dejaba consumir por dicho pesar. El único inconveniente es que dichas noches eran cada vez más frecuentes.
Duró recostado en el piso cerca de media hora antes de poder ponerse de pie. El mareo, las náuseas y el terrible dolor de cabeza no le permitieron levantarse en cuanto abrió los ojos. Sentía pena por él mismo, pero sabía que se lo merecía. No obstante, el conocimiento de que su castigo era sufrir la pérdida de su persona especial, no lo limitó de llorar nuevamente.
Cuando logró ponerse de pie sintió una fuerte arcada pero su estado era tan deplorable que no alcanzó a llegar al baño. Así de patética era su vida ahora, así de deprimentes eran las horas en su solitario departamento, y aunque al exterior demostraba una actitud completamente diferente por dentro estaba agonizando muy lentamente.
- ¿Aló? – respondió después de limpiar su vómito y lavarse los dientes.
- ¡Gracias al cielo que respondes Mew! – habló Best al otro lado de la línea preocupado – Boss me llamó anoche, dijo que estabas bebiendo y que no te escuchabas bien, ha ido a buscarte a tu condominio pero el guardia de seguridad le dijo que no vivías más ahí –
- P'Best, despacio por favor, la cabeza va a estallarme – pidió el joven en voz baja.
- ¿De verdad te emborrachaste anoche? – preguntó sorprendido porque no sabía que Mew fuera de las personas que deben hasta perderse en el alcohol.
- ¿Todo está bien Phi? – Gulf salió del pequeño camerino que habían dispuesto para él para la sesión de fotos para la marca Balenciaga.
- ¡Mierda! – se escuchó decir a Mew.
- Todo está bien, estoy en una llamada con un amigo, ¿Por qué no vas a sentarte en lo que el fotógrafo termina de preparar todo? –
- Olvide que Gulf tenía sesión el día de hoy – susurró Mew.
- De acuerdo – aceptó el joven modelo algo preocupado por la actitud de su manager. ¿De qué amigo hablaba si él conocía prácticamente a todos? Se alejó, pero no lo suficiente, pues aún podía escuchar levemente lo que decía su representante.
- Boss está muy preocupado – dijo Best. "¿Boss... P'Boss?" Pensó Gulf.
- Tuve que mudarme Phi – respondió Mew.
- Envíame tu nueva dirección ahora mismo, Boss no puede ir porque salió de la ciudad por el rodaje de su serie, iré a verte en este momento –
- No es necesario que vengas Phi, necesitas quedarte con Gulf –
- Ya le he enviado un mensaje a Bermb para que venga, así que... -
- De acuerdo, te enviaré la dirección – a Mew no le quedó opción que acceder a la petición de Best.
Gulf estaba muy intrigado con esa conversación. ¿Qué amigo necesitaba la asistencia de su manager al grado de pedirle a P'Bermb que viniera con él? Nunca había pasado algo así, entendía que sus representantes tenían una vida aparte de cuidar a los artistas que manejaban. Pero, ¿Estaría hablando del mismo Boss que él conocía?
ESTÁS LEYENDO
Vuélveme a querer
RomanceMewGulf Cometer errores es terriblemente fácil, tratar de compensarlos no lo es tanto. Estaba atravesando una muy mala racha, uno de esos periodos en los que poco a poco, lentamente todo va de mal en peor, donde, como dicta la ley de Murphy, "si al...