❣ Capítulo 22 ❣

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Capítulo 22

Mew era una persona muy sensible. Demasiado bondadoso e indulgente. Él sintió la disculpa de Nice como sincera y asintió con la cabeza al ver arrepentido al chico que había fingido ser su amigo. Gulf solo pudo apretar su hombro transmitiéndole fuerza. Diciéndole con ese sutil gesto que estaba con él y que no lo dejaría caer.

Después de la confesión de Nice, realmente nada podía salvar a Art. Menos con las pruebas que el abogado de los Jongcheevevat iba a aportar al juez.

- Tenemos documentado como el joven Art Pakpoom, con ayuda de un joven especializado en redes hackeo la cuenta de correo del joven Mew además se liderar campañas negras en su contra – dijo entregándole varias carpetas al juez – además de que tenemos evidencia de que frecuentaba un bar para público homosexual en donde compraba estupefacientes que después distribuía entre sus amistades, mismos que le dio al joven Nice para que drogara a mi cliente – el juez solo observó las pruebas y le preguntó al abogado que si haría pasar al culpable al estrado para escuchar su declaración. 

- Solo si las pruebas que tiene en sus manos no las considera suficientes para dictar una sentencia inmediata su señoría –

- ¿Tiene algo que decir la defensa del señor Pakpoom? –

No había manera de defender lo indefendible. Todas las pruebas presentadas hundían a Art en una condena que se veía severa. Sin embargo, los abogados que lo amparaban lo hicieron pasar al estrado para que mostrara arrepentimiento y el juez tuviera compasión y solo lo condenara a cadena perpetua, sabiendo que después de ciertos años podía apelar a una reducción de condena. 

Pero quizás ni el mismo Art era consciente de lo que le esperaba, pues al darle la palabra este no mostro arrepentimiento alguno.

- He llevado mi vida de la mejor forma que he creído – empezó a hablar – soy consciente que el asunto de las drogas es algo muy penado en nuestro país, y debí ser mucho más cuidadoso para no ser descubierto – dijo como si nada – pero de lo que te hice a ti – comentó señalando a Mew – de eso no me siento arrepentido en lo absoluto – confesó notando como Mew lo veía sin poder creer en sus palabras – me alegro mucho de haber destruído tu carrera, me siento feliz y tranquilo de verte así de derrotado y vencido, todo lo que te ha pasado ha pasado te lo mereces por ser un idiota soñador, por robarle papeles que no te correspondían y por dejarme como un enfermo mentiroso cuando ambos sabemos que me rogaste para que durmiera contigo –

- ¡Eso no es verdad! – gritó Mew enfurecido y con lágrimas en los ojos - jamás te pedí eso - 

- No me importa que quieras engañar a todos, después de todo ya te quite lo que más querías, tu carrera – sonrió con gusto – y tú ten cuidado Gulf, no sabes en que momento Mew te va a ser infiel, otra vez –

Sin poder aguantar más, Gulf saltó la pequeña barrera que separaba las sillas del público del resto de los participantes del juicio y caminó enojado directamente hacía Art, sin embargo, fue detenido por los oficiales de seguridad que custodiaban al principal culpable.

- ¡Eres un hijo de puta Art! – le gritó mientras forcejeaba con los oficiales – espero que te pudras en la cárcel como la maldita mierda de persona que eres –

- Si no se tranquilizada tendré que sacarlo de mi audiencia – el juez le habló a Gulf.

- La pena de muerte sería un premio para ti maldito imbécil – Gulf se dirigió a Art – estar encerrado de por vida es lo que te mereces por todo el daño que has hecho –

Los oficiales llevaron a Gulf nuevamente a su lugar con la amenaza de que si volvía a entorpecer la audiencia lo sacarían de ahí.

Mew se había quedado helado al oír las palabras de su novio. ¿Pena de muerte? ¿De qué estaba hablando Gulf? ¿Por qué había mencionado eso?

Vuélveme a quererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora