Capítulo 8: Es más mandona que tú, Sam.

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Marlene le hizo jurar a Embry que no diría nada al respecto de haberla encontrado llorando a su hermano y a Sam, más bien, lo amenazó con no darle postre de frambuesa. El lobo solo asintió y prometió no decir nada, luego se subieron a la camioneta emprendiendo viaje a la casa.

—¡Oh, lo olvidé!.—Dijo Embry, llamando la atención de la humana.

—¿Qué olviste?.—Preguntó alarmada.

—Jacob Black, ha entrado en fase.—Contestó Embry, con la mirada en la carrera.

—¿Y qué ocurrió?—Preguntó aún alarmada.

—No lo sé, Sam ha ido a la casa de Billy Black y aún no ha vuelto.—Respondió con el ceño fruncido.

—Espero que Paul no haga un drama.—Murmuró cansada.

—Oh.... Ya lo hizo.—Informó el metamorfo, muy divertido.

—¿Qué hizo?.—Preguntó Marlene, imaginando el drama que hizo el lobo.

—Se ha puesto a gritar, y... rompió el sofá.—Susurró lo último.

—¡¿EL SOFÁ?!.—Gritó sorprendida.

—Entró en fase en la sala.—Dijo con temor a ser golpeado.

La azabache bufo molesta, ese sofá lo había comprado hace unos días, y no lo había terminado de pagar en la mueblería donde lo obtuvo. Y no podía devolverlo, ¿Qué le diría al jefe de la tienda?. No podía decir que un lobo de dos metros con malhumor y rabietas lo había dañado.

La camioneta aparcó frente a la cabaña donde la muchacha vivía, ambos bajaron de ésta y se miraron al escuchar silencio. Sus bocas cayeron al suelo al ver a Jared con un delantal de Marlene, barriendo en el porche.

—Embry, toma una foto.—Dijo Marlene con asombro.—Esto no pasa seguido.

El mencionado rió y sacó su teléfono.

—Guardaría ese teléfono si fuera tú.—Gruño Jared, poniendo una mano en su cadera y teniendo la escoba con su otra mano.

—Pero no eres yo.—Mascullo Embry, tomando una foto.—¿Quieres que le ponga corazones y caritas?.—Preguntó Burlón.

Jared gruño. Marlene rió y entró a la casa, donde Paul estaba tratando de arreglar el sofá con cinta adhesiva.

—¡MI SOFÁ!.—Gritó Marlene, espantando al lobo.

—¡Juro que no quise hacerlo!.—Gritó Paul, escondiéndose detrás del sofá, con temor a ser golpeado por la azabache.

—¡PERO LO HICISTE, PAUL LAHOTE!.—Gritó Marlene.

Los tres lobos y la mujer estaban sentados en las sillas que estaban a nada de romperse, pues Paul no solo destrozó el sofá, sino que las sillas y mesa también corrieron el mismo destino

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Los tres lobos y la mujer estaban sentados en las sillas que estaban a nada de romperse, pues Paul no solo destrozó el sofá, sino que las sillas y mesa también corrieron el mismo destino. La azabache había hecho galletas y varias tazas con chocolate caliente, Sam no había vuelto y eso tenía incordiosos a todos.

—¿Creen que Jacob sea un buen Alfa?.—Preguntó Embry, él era el más entusiasmado, pues su amigo estaría con él en la manada.

Paul gruño y se ganó un golpe con la charola de la humana.

—Te vuelves a convertir en perro gigante en mi cocina, y te golpeo.—Advirtió Marlene.

En eso, Michael entró a la casa con una mueca en su cara, alertando a todos los presentes. Su melliza fue la primera en levantarse de la mesa y en acercarse.

—¿Qué ocurre, Michael?.—Pregunto la humana.

—Sam está viniendo con Jacob, y se darán las noticias.—Murmuró aturdido.—Y me acaba de llamar la tía Francisca.—Miró a su hermana.—El tío... Falleció.

La chica palidecio, su tío estaba bien cuando la llamaron días anteriores, ¿Qué le habría pasado?.

—¿Como?.—Balbuceo la chica. Los lobos estaban atentos a cualquier cosa que le ocurriera a su "Madre Lene".

—Lo encontraron en el bar donde solía ir siempre, sin una gota de sangre.—Respondió aturdido.

—¿Sin una gota de sangre?.—Preguntó la chica, casi sin voz.—¿Lo atacó un frío?.

—Así es, la tía Francisca me dijo que se iran a Inglaterra, donde vive su madre, y en cuanto decidieramos, Ariadna vendría.—Comentó.

—¿Estás bien, Lene?.—Preguntó Embry, acercándose.

La chica temblaba y su respiración era irregular, Michael creyó lo peor y no quiso acercarse, al igual que los otros tres, creyeron que estaba por entrar en Fase, al final de todo, ella también tenía posibilidades de ser una cambia formas. Pero no ocurrió, solo se desmayó.

—Embry, acomoda el sofá.—Ordenó el mellizo de la chica.—Paul, busca a Sam.—Tomó a su hermana en brazos, el aludido no titubeó y corrió fuera de la casa.—Jared, busca en su bolso el frasco que dice "Alcohol".

Corrió al sofá y tumbo a su hermana allí, Embry se movía de forma inquieta de un lado a otro, mientras Jared buscaba lo que se le había pedido. Segundos después, Paul entró a la cabaña con un asustado Sam y un extrañado Jacob.

—¿Qué le pasó?.—Preguntó Sam, poniéndose a un lado de su impronta, buscando alguna señal de herida.

—Se desmayó, le dije lo de mi tío.—Respondió Michael. Jared encontró el frasco y se lo paso al muchacho.—No me odies.—Susurró a su inconsciente hermana, y puso el frasco de alcohol en la nariz de ella por varios minutos, haciendo que reaccionara de golpe y golpeara el tarro.

—¡MICHAEL WEST, TE MATARÉ!.—Gritó la joven, asqueada, odiaba el olor a alcohol.

—¡Está bien!.—Aullo Paul.

—¿Como te sientes, Marlene?.—Pregunto Sam, tomando la mano de su impronta.

La chica lo miró a los ojos y sintió su cuerpo en calma total, todo aquello que la alteraba, ya no estaba, bajo su vista a sus manos unidas y nuevamente miró a los ojos a Sam.

—Estoy bien, solo fue un mareo.—Respondió la joven, mirándolo a los ojos.

—¿Qué hace la hermana de Michael aquí?.—Preguntó Jacob en un susurro a Embry.

Sam se levantó, no sin antes besar la mano de la chica, y miró a su nuevo beta.

—Es mi Impronta.—Respondió Uley, acercándose al adolescente recién transformado.—Y queda estrictamente prohibido lastimar a una impronta, así que no pierdas los papeles aquí.

Jacob se sumió ante la voz de Alfa de Sam, entendiendo la orden que se le dio.

—Jared.—Llamó la azabache con una voz baja.

—¿Si, Lene?.—Dijo el chico, preocupado.

—Golpea a Paul.—Susurró.—Tengo un resorte del sofá en mi espalda.

El mencionado abrió los ojos, miró a Jared y luego a la muchacha, y luego salió de la casa con el otro lobo detrás.

—Oh, y, Jacob.—Llamó Sam, el aludido lo miró.—No te sorprendas cuando Marlene mandonee a los chicos o a ti.—Se volteó a verla, observando como Embry tomaba nota de lo que ella le pedía que debía ir a comprar para hacer de cenar.—Es la madre de la manada.

—Wow, ¿Es más mandona que tú, Sam?.—Preguntó Jacob, divertido al ver como Embry corría a la camioneta para ir de compras al súper.

—Ni te imaginas.—Sonrió levemente a su impronta.

ALPHA |1| S.UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora