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∆ Dioses ∆

Un amor complicado entre dos dioses, uno era un Dios de la calamidad y el otro era Dios de la guerra.

Bakugō y Kirishima se conocieron hace miles de años; al principio eran rivales, peleaban por matar al otro, pero un día se preguntaron el porqué de lo que hacían y pararon su guerra de ciclos para conocerse mejor, al punto de enamorarse. El primero en entender sus sentimientos fue Kirishima, Dios de la guerra, se dió cuenta que no veía al rubio como un amigo sino como algo más, tenía un sentimiento más profundo; con Bakugō fue difícil, era de las personas que no entendían sus propios sentimientos, así qué, sentir cosas extrañas en su corazón por ese Dios, era raro, una sensación nueva e indecifrable.

Un mes en específico, Kirishima tuvo el valor de declarar su amor ante Bakugō, estaba nervioso por la respuesta pero a la vez seguro de que todo iba a salir bien.

— Me gustas, Bakugō, por favor se mi pareja.

Esas palabras se instalaron en el corazón del rubio para jamás salir, Bakugō no sabía que decir, estaba nervioso de esa mirada intensa que le daba el pelirrojo, sabía que Kirishima quería una respuesta ahora pero simplemente no podía decir nada, la vergüenza lo mataba.

Ahí fue cuando cometió un error.

— Yo... Yo... No... Idiota! — Grito y salió corriendo, ocultando su rostro sonrojado, había huido como un maldito cobarde.

Su primera confesión no salió como esperaba, pero al final lo logro, logro que Bakugō lo aceptara y fue así como se convirtieron en pareja.

Al principio de la relación tuvieron problemas, peleas y discusiones pero lo supieron resolver como pareja.

Ambos eran felices, se protegían el uno al otro, se amaban tanto que ninguno podía despegarse y como se querían tanto lo demostraban con besos, caricias y abrazos.

Bakugō y Kirishima recordaban muy bien sus primeras veces, y fue así que el pelirrojo aprovecho ese recordar para pedirle matrimonio a su amante en el lugar favorito de ambos, después de dos siglos.

— Sabés? Eres el amor de mi vida, Bakugō, por eso quiero decirte una pregunta importante — El pelirrojo tomo las manos del contrario y lo miro a los ojos con una sonrisa — ¿Deseas casarte conmigo y ser mi pareja para toda la vida?

— Kirishima... Yo — Esa pregunta lo había dejado helado, jamás se le había cruzado por la cabeza la idea de casarse — Yo no quiero casarme — No era su estilo ese tipo de cosas, el matrimonio era complicado, no deseaba casarse.

Kirishima dejo de sonreír y retrocedió un poco, ¿Acaso se volvió a apresurar en su decisión? ¿Acaso no pasaron muchos siglos para decirlo?, Se sentía triste, su deseo era estar unido a Bakugō mediante el matrimonio, pero entendía el miedo del contrario, respetaba su decisión.

— Tranquilo, está bien si no quieres, yo lo entiendo.

Realmente fue una pregunta difícil para Bakugō y aunque no haya aceptado, todo seguía igual, ambos saben que no importaba si se casaban, siempre estarían juntos.



El pelirrojo y el rubio se encontraban sentados en la sala de discusiones, dónde todos peleaban por ver quién tenía la razón, mientras tanto Bakugō estaba harto de la pelea que presenciaba, quería golpear los y partirles la cara.

— Bakugō, cálmate — Susurró su pareja.

Kirishima calmaba a su pareja para que no cometiera ningun asesinato y es que, todos los dioses estaban nerviosos y hasta algunos alterados por la guerra que se aproximaba, él estaba igual, se sentía nervioso y preocupado, tenía un mal presentimiento, sus pensamientos callaron cuando sintió la mano de su pareja tomar la suya debajo de la mesa.

[KIRIBAKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora