¿Será que sí? ¿Será que no? [Uzui x Zenitsu]

✨🍵 Confusión 🍵✨

GreenTeaBubble 🍵✨

El camino a casa fue silencioso, se puso su gorro y otras pertenencias que llevaba consigo para evitar el frío, la luna estaba llena y en su punto más alto, definitivamente era preciosa, algunas veces él sentía envidia de esa luna, allá en el cielo parecía tan tranquila, tan hermosa e inalcanzable, en cambio él... bueno, él no se consideraba bello en lo absoluto y aunque sus amigos le repitieran a su manera que en realidad les parecía un chico bastante agraciado físicamente él no lo creía, simplemente no podía creerlo, toda su vida había vivido en una casa que nunca consideró suya, con personas que le mostraban una cara frente a otros y cuando estaban solos eran como monstruos que le causaba pesadillas día tras día y noche tras noche, además, le recordaban su poca belleza cada día.

Zenitsu solía comparar a esas personas con los "titanes" de un famoso anime que solía ver, sin embargo, en ese anime el personaje se empoderaba para apoyar a su gente y ser libre, eso le ponía triste, pues la vida no era un anime en el que pudieras ser el protagonista que lucha por sus sueños y le sale bien, pensaba firmemente que algunas personas históricas reales que conocía definitivamente lo que habían tenido era suerte, si el hacía una revuelta por algo sería terrible y lo sabía, tenía muy poco y temía perder lo poco que tenía.

Zenitsu se dió cuenta de su poca suerte cuando tenía 6 años, ya llevaba un año viviendo en esa espaciosa casa, era un sueño; tenía comida, ropa limpia, una cama caliente y simplemente un lugar al que volver, más no todo era color de rosas, su abuelo viajaba constantemente por sus negocios y su tío se quedaba a cargo de ambos pequeños, entablar una relación amistosa con Kaigaku era una pesadilla, recordaba con pesar esa vez en la que quería compartir su peluchito con él y el otro niño en respuesta tiró de una de las alas del gorrión y lo rompió, cuando intentó explicar la situación con lágrimas en sus ojos su tío persuadió a su abuelo para que le creyera a Kaigaku y no a él, por lo tanto, quedó como un mentiroso, y ese solo era uno de los tantos momentos en los que se sentía miserable y poco amado.

Otra de esas ocasiones fue cuando su abuelo había vuelto de un viaje de negocios. Cuando el abuelo Jigoro no estaba, la única opción de Zenitsu era robar los restos de comida que quedaban en los platos debido a que su tío Adam le prohibía comer algo, cuando regresó trajo un postre inglés para todos y su tío dijo: "Zen, no deberías comer, recuerda que te dolía el estómago hasta hace poco", se moría de hambre en aquella ocasión, pero no reclamó, sonrió y le dio la razón a aquel hombre y se retiró a su habitación, no quería un problema más.

La vida no le sonreía, y aún así intentaba llevarla de la mejor manera posible; mientras su abuelo no estuviese en casa el podría perfectamente no llegar a dormir una semana y a su tío no podría importarle menos el menor al que nunca reconoció como un Agatsuma verdadero, por lo tanto no tenía problema por llegar esa noche sin dar explicaciones de la siguiente, por suerte con su paga pudo comprar más supresores y no le había molestado más su celo, compró algo de ramen instantáneo y unas cuantas botellas de refresco más otras chucherías que debían alcanzarle toda esa semana.

Al estar frente a la gran mansión estaba tan ido en sus propios pensamientos y hundiéndose en su propia miseria que no notó que intentó ingresar por la puerta principal, ¿el problema? lo tenía prohibido, su tío mencionaba que por donde entraba y salía la basura era la puerta trasera, la que él usaba.

- ¿¡QUÉ CREES QUE HACES!? _la fuerte voz del hombre peli azul lo sacó de sus pensamientos

- Perdón _se disculpó con la cabeza gacha y se dio media vuelta para ir a la puerta trasera sin mirarle demasiado

Había puesto la ropa prestada de Inosuke en la lavadora y calentó el agua suficiente para preparar el ramen instantáneo, había usado una pequeña banda que llevaba en su mano para recoger sus cabellos hacia atrás y que no le incomodasen al comer y hacer otras tareas. Su celular vibró sacándolo de su trance de chef.