Bajé las escaleras que daban hacia el sótano del cobertizo, lo más rápido que mis piernas me lo permitieron. Encendí la luz y fui hasta mi escritorio con el fin de buscar entre los cajones de este. Revolotee en cada uno de ellos con desespero y entonces sostuve entre mis manos lo que estaba buscando.
—Es... es igual —murmuré al confirmar mi sospecha.
Ambos cuadernos, el de Elídan y Axel, eran similares y me atrevería a decir que hasta idénticos. Mismo color, mismo diseño e incluso las misma iniciales en la esquina inferior.
¿Puede ser esto una casualidad?
¿Ellos pertenecían a esa organización?
¿Por qué?
No tenía sentido, ambos eran muy diferentes. Aunque si lo pensaba más duro, Elídan casi siempre sabía de lo qué Axel hablaba, entendía sus extravagantes palabras y el significado de muchas de sus conversaciones, cosa que nadie más solía entender.
Giré, ladeé y volteé el cuaderno entre mis manos, como si quisiera descubrir más en él.
¿Qué más podría encontrar?
Lo hojee unas cuantas veces y lo cerré con fastidio. Ya me había rendido, dado por perdida la posibilidad de adquirir nuevas pistas a través de él. Pero cuando tuve el cuaderno de cabeza, al revés, mis ojos se permitieron notar algo muy perturbador: las iniciales habían tomado un orden diferente.
Ansioso por saber más tomé el primer bolígrafo que vi y empecé a escribir en una hoja de papel toda vieja y arrugada que encontré sobre el escritorio.
P
A
I
NPAIN.
¿PAIN?
¿Dónde y cuándo lo había escuchado antes?
¿Dónde, dónde?
¿Cuándo, cuándo?
Y de pronto lo recordé. Y con ese viejo recuerdo, todo comenzaba a tener ganas de encajar, de tomar un poco de sentido.
Axel... Esas cuatro letras lo involucraban a él. Estaba seguro. Cuando Axel todavía era un estudiante, me tocó escúcharlo hacer referencia a esa palabra unas cuantas veces.
Incluso, incluso...
¡La pulsera!
Sí... Axel le dijo a Lis que quería que grabaran esa palabra en la suya.
«¿Coincidencia? ¡No lo creo!»
Mi suposición sobre que N.I.A.P, P.A.I.N o como se llamara estuviese involucrado en la muerte de Elídan se estaba transformando en un hecho. Y si Axel estaba conectado con ese grupo, significaba que también lo estaba con su muerte, de alguna extraña manera. Y tal vez... Esos hombres del funeral también tenían algo que ver.
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La Analogía De Carter©
General FictionCALOR ¿Cuanto tiempo se puede vivir atado al pasado? Pero aún más importante, ¿es aferrarte a algo o alguien bueno o malo? Descubre los sucesos que llevan a un joven a convertirse en policía con el único objetivo de encontrar al responsable de la mu...