¿Cuanto tiempo se puede vivir atado al pasado? Pero aún más importante, ¿es aferrarte a algo o alguien bueno o malo?
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CALOR
Descubre los sucesos que llevan a un joven a convertirse en policía con el único objetivo de encontrar al responsable de l...
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—¿Por qué el silencio? —me preguntó James.
Mi mente estaba en otra parte. No podía dejar de pensar en la forma en la que Cintia me miró aquella noche. Sus palabras retumbaban en mis oídos. Cuando la ví y la oí decir aquello, algo dentro de mí me obligó a recordar mi extraño sueño.
—Oye... Carter.
—¿Cómo dijiste? —Volteé a verlo.
Era pasado del medio día y regresábamos de visitar a la familia de un chico desaparecido.
—Desde anoche estás raro, muy callado. ¿Todo va bien? —preguntó, sin quitar la vista del frente.
Creí que no lo notaría, pero fue una idea tonta. James tenía el instinto muy agudo.
—Sí... Solo sigo pensando en lo preocupados que deben estar esos padres. Además, no he dormido bien los últimos días y el sonido del motor me arrulla. En cierto modo es eso, es todo —mentí, dejando caer la cabeza con suavidad en el respaldo del asiento.
—¿Eres un bebé que necesita paseos en auto? —se burló.
Cerré los ojos y sonreí.
—Déjame tranquilo.
Como si no tuviera suficiente, tenía otra cosa en mente. Tenía que encontrar la forma de investigar en secreto la identidad de los prisioneros sin nombre. Si lo hacía, tal vez, solo tal vez, descubriría más sobre la muerte de Elídan.
¿Qué podía hacer para que mi búsqueda de la verdad se volviera más fácil, factible?
Quizás si me hubiese puesto en contacto con ese hombre, Julián, él habría podría ayudarme. Por lo que había visto, Julián, no era muy diferente a un agente secreto. No se me ocurría nada más para explicar todo lo que sabía y hacía.
Esa idea solo hizo que otra duda resurgiera.
¿Por qué ese tipo de hombre se interesa en mi vida?
—James. —Abrí los ojos.
—Dime, amigo.
—¿Conoces al tío de Hale? Se llama Julián.
Casi todos sabíamos la verdad, sabíamos acerca del tío de Hale. Quizás Axel fuese el único que estuviera en oscuridad en ese aspecto. No estuvo la noche que Hale lo confesó.
James ladeó la cabeza e hizo un sonidito entre los dientes mientras intentaba pensar.
—Ah… No, no en persona, no que yo sepa. Solo lo he visto algunas veces en televisión, es todo —contestó—. Ahora qué lo pienso, nadie aparte de Cristian lo ha visto. —Se revoloteó en el asiento y puso ambas manos sobre el volante—. Según Hale, ni siquiera amista con Lisseth y con Cris es muy profesional. Hombres de esa clase no tienen tiempo para personas como nosotros.