Capítulo 17

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Asfixiante.

Esa era una buena palabra para describir aquel momento y una de las buena razones por las que hubiera preferido no ir al mismo tiempo que ellos. No creo que las chicas, que estaba escogiendo vestidos del otro lado de la tienda, hubieran hecho tanto escándalo.

Pero los seis hombres con los que yo estaba eran... Indecisos.

—No necesito tantos botones y menos de esos. Al final me la pasare detrás de la cámara —alegó Lanz, mirando con critica todos los botones de su atuendo mientras un sastre los cocía—. Y sé que esta corbata me la quitaré después de la ceremonia, tal vez antes. —Se la aflojó.

Me dejé caer en el elegante sillón que estaba junto a la pared , a un lado de los arreglos florales, para hacerle compañía a Cristian.

Puse en blanco los ojos y los fijé en la alfombra.

—¡Lanz! ¿No entiendes el concepto de «Gala»? Además, la corbata que tú y yo usaremos indica qué eres parte de su familia «un hermano» ¿Acaso soy el único qué lo entiende? —dijo Dilan.

Todos asentimos con la cabeza, incluidos los trabajadores que nos atendían. Pobrecitos, llevaban horas con nosotros.

Por lo que sabía, la boda tendría los colores plata y rojo. Nuestros trajes eran de color gris cromado. Podíamos elegir el estilo de este mientras la tela fuera la misma, para que todos vistiéramos «a juego».

Hale, por su parte, usaría un esmoquin negro más tradicional, pero le sentaba de maravilla. Nació para usar ropa de «Gala».

Dilan era el que más entendía de esas cosas, eso quedaba claro.

Antes de esa tarde, no había tenido oportunidad de mirarlo durante tanto tiempo así que me sorprendió notar lo mucho que se parecía Lis. Durante todos esos años lo había pasado por alto. No solo tenían el mismo color y tipo de cabello, su tono y forma de ojos también era muy similar. Incluso la forma de su sonrisa y la mirada de irritación era algo que tenían en común.

James tenía un buen rato parado cerca de la puerta, estaba listo para salir en cualquier momento. No era tan valiente cuando se trataba de ropa.

—Las chicas están a punto de terminar —comentó Hale, que revisaba su celular frente al enorme espejo.

—Pero aún no decido si lo quiero así o un poco más así —replicó Iván, ajustando y luego soltando los filos del pantalón, refiriéndose a más ajustado o más suelto.

La Analogía De Carter©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora