"El diablo tentó a Jesús en el desierto...espero que no haya muerto de sed"
Taehyung estaba casi convencido que su alfa había muerto, ni un indicio de despertar, ni un movimiento. Bufó reprochándose a sí mismo por aún mantener entre sus brazos el macizo cuerpo del azabache inconsciente.
Lo recostó al pie de un árbol cercano mientras buscaba su ropa de repuesto y se vestía.
Cuando estuvo listo miró al alfa. ¿Qué iba a hacer ahora?, no sabía donde vivía el corderito, a su olfato llegó el fresco aroma del menor y una idea se encendió en su cabeza, tal vez si seguía el olor podría encontrar el lugar. Volteó el reloj de muñeca que llevaba Jungkook, fijándose que casi eran pasadas las cinco de la tarde.
Su preciosa bebé seguramente seguía en el estacionamiento del supermercado donde la había dejado, ya que la iglesia no tenía uno propio, su vista se desplazó nuevamente hacia el pelinegro.
Sería una larga caminata.
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Jungkook abrió ligeramente sus párpados, los cuales eran bañados por los tenues rayos naranjas del atardecer. Se sintió perdido por unos minutos, hasta que se dió cuenta que estaba frente a su casa. Muy confundido se llevó una mano a su cabello y fue cuando su nariz registró el dulce olor a manzanas impregnado en su ropa.
Se tambaleó un poco al levantarse y negar para despejar su mente, dando pasos inseguros hacia la casa. Rogaba que no hubiera alguien dentro, aunque repasó el horario de sus padres, su padre estaba hasta muy tarde en la iglesia y su madre se pasaba la tarde arreglando el huerto de la parte trasera sin prestar atención a nada más.
Cuando sus zapatos tocaron la superficie de la madera del pórtico, un escalofrío lo recorrió entero antes de ver los ojos de su madre tras el mosquitero de la puerta, atenta a cada movimiento de su hijo, el alfa palideció, su corazón retumbó en sus oídos como un tambor a toda velocidad, su olfato también se activó sintiendo el potente aroma a manzanas que estaba sobre él. Su madre, podía contarle a su padre, entonces sería castigado hasta caer inconsciente.
Lentamente la mujer abrió la sobrepuerta, quedando frente a frente con su cachorro, la expresión de su madre al olfatearlo fue indescifrable, mientras el pequeño alfa temblaba como una hoja de papel.
—Vamos entra— una expresión aturdida surcó la cara del azabache—Date prisa tu padre no debe verte...ni olerte—Susurró la omega con voz contenida, arrastrándolo hacia dentro.
El menor se dejó hacer, subiendo las escaleras silenciosamente mientras su progenitora soltaba feromonas para disipar el olor de Jungkook junto a ese aroma a manzanas dulces que traía encima, puede que no fuera la mejor madre, pero sabía muy bien que le pasaría a su cachorro si el hombre que decía amarlo lo llegase a oler.
Su cuerpo tembló como una hoja de papel cuando casi llegaban a la habitación.
—Ma-...— pero su madre lo calló con shh.
La omega abrió lentamente la puerta de la habitación del alfa y se adentró con él.
Un largo suspiro de alivio salió de los labios de la mayor en una exhalación.
—Espero que tengas al menos algo de sentido común la próxima vez— fue su seca advertencia, dándose la vuelta.
Jungkook permaneció pegado al suelo con la vista clavada en la puerta, agradeciendo internamente la concesión de su madre omega.
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Un fuerte tronido lo hizo despertar alarmado, Jin se preguntó quien andaría en la noche en la calle cuando recordó que Taehyung había desaparecido de la iglesia y no llegó a cenar.
Se apresuró a levantarse tratando de no despertar a su omega, quien se aferraba a él como un si fuera un peluche de felpa completamente metido en su cuello, besó los cabellos de Nam una vez pudo escapar de sus brazos, escuchando un leve quejido. Se metió en una bata de dormir y salió de la habitación, cuando bajaba las escaleras la puerta principal se abrió dándole paso al cabello pelirrojo de Taehyung.
El omega conectó miradas con el alfa al comienzo de la escalera. Taehyung sonrió, porque esa acción de esperarlo le recordaba a su madre.
—Lamento haberte despertado— se disculpó atrapando la llave de su bebé que sacó de su chaqueta y las colgó en el llavero de la entrada.
Jin negó.
—No tienes que sentirlo, Joonie y yo estábamos preocupados. No me avisaste que te irías de la iglesia y no llegaste a cenar.
Taehyung se vió avergonzado por un momento, se rascó la nuca.
—Lo siento— murmuró — me aburrí y salí a pasear un poco por el bosque— explicó — supongo que se me pasó el tiempo, para la próxima al menos te avisaré Jin hyung.
Seokjin le mostró una leve sonrisa.
— Esta bien, tampoco debes sentirte mal, llegaste bien y sano, es lo importante— Taehyung verdaderamente agradeció el gesto del alfa mayor— si tienes hambre hice un poco de ramen, esta en el microondas— sugirió cariñosamente — ahora debo volver a la cama sino Namjoon despertará de mal humor, el bebé lo pone sensible — el alfa soltó una risita y se dio la vuelta para subir.
Taehyung le dió una sonrisa sincera.
—Gracias hyung.
—No es nada cachorro— el pelirrojo se movió hacia la cocina. En realidad tenía mucha hambre, entre el enfado y el encuentro con su alfa se olvidó que debía comer.
Jin subió un par de peldaños antes de que un olor conocido derepente llegara a su nariz, frunció el ceño y se giró para buscar la fuente, pero no encontró nada aunque el olor de madera y pino seguía picándole en la nariz, solo un alfa olía así en todo el pueblo.
Los ojos de Jin se fueron hacia Taehyung, quien se deshacía de su chaqueta de cuero, y si...no Seokjin negó, sería imposible ¿Cierto?. Todos estaban al tanto de lo que pasaba en esa familia y que le hacían a Jungkook, Jin apretó los dientes si tan solo el pudiera hacer algo ya lo hubiese hecho, pero a veces la vida no es como queremos que sea, el mayor sentía un poco de empatía por el pequeño alfa amable y tierno de cabello negro.
Volvió a negar, era imposible que algo así pasara. JungHo era sumamente estricto con Jungkook, aquel niño nunca se le pasaría por la cabeza acercarsele al omega, Taehyung dijo que había ido al bosque seguramente de ahí venía el olor se autoconvenció. Por un momento su mente divagó la posibilidad y las dudas atacaron al alfa.
Esperaba solo estar pensando demasiado.
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Sweet Devil (KookV)
FanfictionJungkook es un alfa un poco peculiar criado en un seno católico, es lo que se consideraría el niño "Bueno" de la manada al menos hasta que conoce a el omega más sensual y erótico que se ha cruzado en su camino con aspecto de chico rudo, sin saber qu...