Sugar Mommy (Yelena x oc)

Capítulo 4: Nueva vida

El sueño de Emilce fue interrumpido, se tapó de inmediato la cabeza en molestia al darse cuenta que las luces de la habitación eran encendidas, escuchó por debajo de las sábanas a quien creía Yelena se cambiaba y se acostaba a su lado.

Sintió a Yelena destaparla, acercándola a ella mientras la abrazaba y le cubría el cuello de besos.

-Hmm, ¿Estás despierta?

-Hmm Yelena, ¿Eres tú?

-¿Quién más?

Emilce abrió por completo los ojos mientras se acostaba de frente a Yelena.

-¿Por qué llegaste tan tarde?

-Lo siento, pero la cita tardó más de lo esperado. ¿Me extrañaste?

La mayor acarició con suavidad el rostro de la joven, la cual algo quisquillosa mordió ligeramente su mano, acción detonante para que Yelena la besara de forma posesiva y controlante.
Mientras la besaba le agarraba el cuello haciendo un poco de presión, con su otra mano iba a su intimidad, metiendo su mano en su ropa interior mientras la acariciaba con sus dedos.

-¡Oh! ¡Te he extrañado tanto!

-Entonces sé una buena niña y deja que tu mami te de algo de amor.

Yelena se paró de la cama, dirigiéndose a encender las luces de aquella habitación mientras Emilce la esperaba sumisa y algo impaciente, desde los ojos de Yelena se veía demasiado tierna.

La rubia abrió un cajón lleno de juguetes y tomó su preferido, un arnés con un miembro, Emilce abrió las piernas lista para ella, al notarlo Yelena sonrió con algo de malicia.

-Aún no cariño, aún no.

Se subió encima de ella besándola con lengua dejando aquel artefacto en la mesita de noche, sus manos recorrían cada rincón de su piel hasta que terminaron por parar en las manos de Emilce, agarró su mano y la condujo hacia su intimidad.

Yelena le ordenó de inmediato que la hiciera un puño y ella lo hizo sin objeción.
Se acomodaron un poco mejor, esta vez Yelena sentada con las piernas abiertas mientras Emilce introducía el puño en el coño de la mayor, Yelena se notaba tranquila, apartaba el pelo del rostro de Emilce para apreciar su rostro.
Desde la perspectiva de Yelena el movimiento de Emilce era muy lento, así que ella misma tomó el ritmo hasta correrse por completo obligando a Emilce a que lamiera su puño y luego limpiara su vagina por completo.

Se escuchaba la respiración pesada de Yelena y como gemía en voz baja, Emilce le encantaba esa mujer, como un animal desesperado se sentó en ella mientras besaba sus pechos succionando el pezón.

-¡Ahg! ¡Oh si! ¡A tu mami le encanta eso!

Yelena la apartó y la colocó debajo de ella. Se colocó el artefacto que había dejado en la mesita de noche penetrándola sin piedad.

-¡Ahh! ¡Ahg! ¡Si mami así!
-¡Hmm! ¡¿Así te gusta?!
-¡Si! ¡Ahh! ¡Así!

El ritmo de Yelena se hizo más y más salvaje, lo disfrutaba como si en verdad fuera su pene porque ver lo que ella le provocaba a Emilce así la hacía sentir.
Antes de que la joven se corriera lo sacó de ella y al instante se quitó el artefacto, la besó tiernamente para ir a buscar de la misma caja un dildo algo largo para las dos.

Le ordenó que se pusiera boca abajo, Yelena introdujo un buen pedazo dentro de Emilce y el otro en ella.
Emilce estaba boca abajo con aquel miembro dentro de ella mientras sentía a Yelena subir y bajar chocando con su trasero produciéndole un gran placer.

Escuchaba la voz de la rubia ordenándole que gimiera más fuerte, dándole nalgadas para que lo hiciera, parecía estar montándola y eso a la más joven le encantaba.