Sugar Mommy (Yelena x oc)

Capítulo 6: El inicio del caos

Emilce no pegó un ojo en toda la noche y no era para menos.
Cuando se hizo de día tampoco quería salir de su cuarto, no quería pensar en cuál podía ser su destino. Malos presentimientos de que empacara y se fuera cobardemente sin decir nada se le entraban sin querer salir, finalmente tuvo las agallas de abrir la puerta de su habitación para mirar la situación.
Antes de que abriera su puerta alguien más ya la había abierto, era Yelena.

-Emilce, vístete rápido.

-¿Nos marchamos?

-No, Pixis está muerto.

-¿Qué?

Alegrarse o asustarse, ambas cosas le resultaron extrañas a Emilce. Yelena no le explicó con detalles, sólo le dijo que Pixis había sufrido un infarto mientras dormían. La ambulancia llegó a la casa en tiempo récord y Yelena se fue con ella.

Esperó desesperada un rato en la inmensidad de la casa, se cansó y se fue derechito al hospital donde se encontraba Yelena.

Según contaba Yelena a las autoridades correspondientes, se despertó tranquila en la mañana y su esposo no se movía, la noche anterior todo estuvo bien pero al amanecer Pixis no respondía a sus llamados, fue entonces cuando se percató que algo andaba mal y llamó la ambulancia, lastimosamente Pixis había muerto hace varias horas, según parecía de un infarto al corazón.

¿Quién podía dudarlo? Era un hombre muy mayor, no era raro que los infartos mataran a hombres mayores dejando a sus esposas con toda la fortuna.

El entierro pasó muy tranquilo, los hijos de Pixis que se encontraban en el extranjero asistieron al funeral, discutieron con Yelena y era evidente que no soportaban a su madrastra pero  nada podían hacer.

Los muy descarados hijos de Pixis jamás se habían presentado, ni siquiera al matrimonio de Yelena con Pixis, pero en aquel momento estaban más presentes que nunca, sobre todo esperando la lectura de un supuesto testamento que jamás apareció ni existió.
Lastimosamente para ellos Pixis no dejó ningún testamento, absolutamente todos sus bienes pasaron a manos de Yelena y ellos tuvieron que regresarse al extranjero con el rabo entre las piernas, masticando el aire que les entraba por la boca de tanta rabia.

Después de  enterrar a Pixis y solucionar todos los asuntos legales, Yelena  y Emilce estaban solas en aquella casa,  finalmente con tiempo para ambas.
Emilce tenía ciertas dudas que quería preguntarle a Yelena.

Se sentaron en un mueble de la sala, Yelena quitaba su saco y desabrochaba algunos botones de su camisa, le pidió a Emilce que se sentara en sus piernas y ella dudó.

-Ven aquí, Emilce. No hay empleados en la casa, solo somos tú y yo.

-Yelena...

Emilce se sentó muy obediente en sus piernas, acurrucó su cabeza en el pecho de Yelena mientras ella le acariciaba el pelo.

-Todavía no puedo creerlo...ese hombre...morirse así como así.

-Todos moriremos algún día Emilce. A Pixis le llegó la hora primero, es todo.

-Yelena, háblame con la verdad, ¿Qué paso hace 6 días, el día de la muerte de Pixis?

Emilce levantó su cabeza y la miró directo a los ojos, Yelena le dio un corto beso en los labios mientras acariciaba su rostro al tiempo que le hablaba:

-Discutimos Emilce, discutimos mucho. Pixis estaba enojado, muy enojado. Me dijo que estaba muy viejo para divorciarse pero que si te sacaba de la casa podíamos olvidarlo todo, quería alejarte de mí.

-¿Y luego qué pasó?

-Le dije que jamás te alejaría de mí, entonces discutimos muy fuerte y él...se empezó a sentirse mal.