¿Y quién podía creerlo? Para Yelena fue un golpe demasiado bajo. Estaba completamente segura de que Emilce había vuelto a sus brazos, que aquella noche mágica no había dejado duda alguna de que Emilce era suya y que ella podía hacer con Emilce lo que quisiera para después enterarse de aquello que la dejó con el sabor más amargo y asqueroso en la mente.
Yelena visitó a Emilce la misma noche en que se enteró, tocó su puerta con una cara seria y de desagrado por ver quién era quien le abría.
—¿Qué haces aquí?
—Lo mismo te pregunto.
—Busco a Emilce.
—Mi prometida no está.
—Tu prometida...déjate de bromas.
—No son bromas Yelena—Hange se recostó sobre la puerta—No vas a hacer con Emilce lo que quieras, entiéndelo, ella ya no es tuya, ahora es mía.
Yelena se llenó de enojo en aquel momento recuperando la compostura y las apariencias al instante.
—No digas tonterías, hace no mucho la tenía amarrada como mi perra en mi cama, me la follé como a una maldita puta, Emilce me necesita más que él mismo oxígeno que respira.
—Eso crees—Hange sonrió—No te preocupes, ella no te va a necesitar tanto como a mí, tan pronto como nos casemos yo la amarraré en mi cama y la pondré como lo que es...una maldita diosa pero bueno...No tengo que esperar a nuestra boda para eso ¿O sí?
—No intentes provocarme Hange, no sabes con quién te estás metiendo.
—Por supuesto que lo sé, soy consciente del peligro que eres, por eso no voy a dejar que lastimes más a Mi Emilce.
—¿En serio?—Sonríe—Tú no puedes hacer nada por ella, quitémonos las máscaras Hange...¿Estas detrás del dinero, o quizás de una venganza en contra mía, no es así?
Hange soltó una carcajada, se ajustó los lentes y mirando con una sonrisa excéntrica le respondió:—De Emilce me gusta todo, pero no me pongas a tu mismo nivel.
La conversación se interrumpió, Emilce se acercó a las mujeres. Yelena la miró, Hange las dejó a solas.
A pasos lentos entraron al viejo estudio de Erwin y una vez allí se quedaron en silencio.—¿Qué es lo que pasa, Emilce?
—Nada.
—¿Nada? hace unos días estábamos bien y ahora ¿Te casarás con Hange?
—¿Cómo te enteraste?
—Todo el mundo habla de eso.
—Bueno—Se rasca la cabeza—Tú también estás casada, ¿Por qué yo no?
—¡Oh!—Sonríe—Es eso...¿Quieres que me divorcie de Pieck?—La toma del menton—Emilce...¿Es eso verdad?
Emilce se alejó de Yelena, Yelena la tomó de la cintura y la pegó hacia ella obligándola a verla.
—Yelena...tú y yo somos más tóxicas que Chernóbil.
—Lo sé y eso me encanta.
—¿Recuerdas cuando te casaste con Pixis?
—¡Oh sí! Estabas tan celosa...justo como yo estoy ahora.
—Estaba furiosa, y después te casaste con Zeke, me juraste que era por dinero pero tú y yo sabemos que lo amabas.
—No tanto como a ti, por eso hice lo que hice.
—No es cierto, tu me odiaste Yelena, me odiaste porque amabas a Zeke y yo lo maté. Pero eres una mujer jodidamente calculadora, no ibas a perder tu tiempo odiándome nada más. Después...te casaste con Pieck y lo entendí...tú jamás te ibas a casar conmigo.
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Sugar Mommy (Yelena x oc)
Fiksi PenggemarLa vida monótona de Emilce, una joven y aburrida universitaria cambia drásticamente cuando su profesora Yelena se convierte en su Sugar Mommy. Tras perder su empleo, Yelena decide casarse con un viejo millonario, haciendo pasar a Emilce como su...