Capítulo 10: 7 días para amar y follar

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Emilce no tuvo muchas opciones. Aquella noche se soltó del agarre de Yelena para volver a casa de Hange, ahí lo pensó demasiado y al final volvía al inicio.
Emilce se olvidó de lo sucedido por unos días, la policía no volvió a molestarla y ella volvió a su rutina aun con el pensamiento de qué debía hacer. Para empeorarlo todo Hange formalizó su relación y Emilce empezó a ser un estorbo. La de lentes jamás se lo insinuó pero ella lo sabía. Lo sabía porque Hange no podía invitar a su novia a la casa porque Emilce estaba ahí, así que como un acto de agradecimiento para Hange la joven decidió marcharse.

—Me duele mucho que te vayas.

—A mí también pero entiendo que es lo ideal. Hange...fuiste mi esperanza y no tengo como agradecerte tanto. Gracias.

—No hay de qué, gracias por tu compañía.

—Espero que encuentres felicidad con tu novia.

Pieck Finger era el nombre de la novia de Hange, cuando Emilce la conoció pensó que era desaliñada y se veía cansona aunque en realidad era un pan de Dios.

Emilce arrendó un pequeño apartamento que pagaba con el trabajo que gracias a Hange había conseguido. Yelena no volvió a buscarla más pero Emilce sabía que era cuestión de tiempo.

El próximo encuentro que Emilce tuvo con Hange fue en aquel evento colosal. El día de la boda de Yelena y Zeke Jaeger la joven Emilce se sintió tan angustiada y tuvo que ir. Fue porque estaba dolida, fue con la incertidumbre de sus propias acciones, perdiendo la dignidad aun a sabiendas de que su corazón terminaría más destrozado viendo a la mujer que aun amaba casarse con otro. Y aun así fue.

La boda se realizó en la mansión de Yelena. Emilce fue con un vestido y un abrigo negro con la cara llena de tristeza y una leve esperanza aun palpitándole. La seguridad de afuera la dejó entrar como si estuvieran esperándola y ella se aproximó a entrar.

Todo era lujo,  los invitados eran empresarios muy conocidos vestidos en traje y vestidos despampanantes. Emilce entró al gran salón donde se celebraba el acto sin llamar mucho la atención, se sentó al frente mirando atenta como el padre  y la jueza unía en matrimonio a aquellos dos.
Justo cuando dijo aquellas palabras donde le daban la oportunidad a cualquiera de interrumpir dicho matrimonio  Emilce sintió una energía correrle; pensó  en no hacer nada pues creyó que era demasiado ridículo  y dramático, al mismo tiempo tuvo miedo de ser capaz de hacerlo.
Su cuerpo se movió solo, con el pensamiento de que Yelena se veía hermosa lentamente empezó a ponerse de pie, sin embargo alguien la agarró con fuerza del hombro y la obligó a sentarse nuevamente. Volteó hacia el lugar mirando unos ojos verdes que la miraron con intensidad.

—¿Tú...Eren?

—Emilce...no hagas ninguna tontería.

—¿Q-Qué haces tú aquí?

—Soy medio hermano de Zeke, estoy al tanto de todo. Por favor quédate  quieta.

Y los declararon marido y mujer, Zeke besó a Yelena y ella lo abrazó. Todos aplaudieron y gritaron opacando así los pequeños gemidos que soltaba Emilce mientras limpiaba sus lágrimas.

Emilce no pudo irse pues Eren la agarraba sin dejarla ir, la boda era una farsa  pero con una actuación tan buena que todos la creían. Para rematar en medio de la fiesta Yelena tomó un micrófono para decir algunas palabras y las últimas se las dedicó a Emilce, la llamó "Hermanita pequeña" y que era una de las cosas más importantes para ella. El público le aplaudió y Yelena la invitó a pasar en frente extendiéndole la mano. Emilce no tuvo más remedio que acercarse a Yelena  sintiendo como los brazos de la misma la envolvían y besaba su mejilla con calidez para luego irse junto a su "esposo" y ponerse a bailar.

Sugar Mommy (Yelena x oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora