I
La música retumba con una fuerza que hace vibrar la habitación entera, la casa entera; las luces estroboscópicas parpadean en una seguidilla de colores que hacen parecer al arcoiris un dibujo de un niño de jardín de infantes, pestañear fugaces, no hay tiempo para pensar en que color es ni que está transmitiendo en ese momento; no puedes pensar en lo que estás viendo con esas luces, puedes ver sí, pero no sabes lo que realmente ves y la oscuridad es profunda, muy profunda sin esas luces, podrías perderte para siempre en la densidad de las sombras si no fuese por esos destellos de luz que te permiten ver. La música no se queda atrás, juega un papel fundamental en estos sitios, aturden tu cerebro, el volumen es tan alto que no puedes mantener el equilibrio correctamente, te embriaga en ese abismo de sonidos graves y saturados, las voces no se distinguen y poco a poco tampoco importa lo que dicen; a menos que suene tu tema favorito. Me llama mucho la atención cómo preparamos estas trampas, cualquier otro ser vivo se volvería loco aquí entre tantas luces mareantes y música desestabilizadora. Un perro se asusta con cohetes y pueden llegar a morir, no soy biólogo ni veterinario, solo pienso en el daño que podría producirle a uno estar en este ambiente; quiero decir, yo estoy sentado acá hace no más de 1 hora y mi cabeza solo puede pensar en el sonido palpitante de los graves, en el ritmo frenético que te grita "baila, no pienses" y yo que solo pienso en que tal vez nos guste esta sensación de desasosiego, nos gusta perder los sentidos, no pensar, aliviando nuestra mente y volar. La música en realidad me gusta, la escucho todo el tiempo cuando estoy solo, para ahora suena distinta, como distante e intensificada, como si no estuviera sonando aquí, sino en mi cabeza. Un concierto con mi cerebro.Sentado en este sillón los veo, la gente gritando para intentar hablar con el de al lado, no distingo que pueden estar diciendo pero siento su griterío. Hay tantas personas en tan poco metros cuadrados que no debería ser legal, probablemente no lo sea. Delante de mí hay un grupo de chicas, 3 de ellas, están comentando entre sí, apenas puedo distinguir sus rostros, desconozco quienes son. Una parecer estar demasiado en pedo, cuando habla modula demasiado pero arrastra las palabras (gritos, arrastra sus gritos), luego hay otra que gesticula demasiado, las luces, el ruido y sus movimientos; lo hace semejante a uno de esos hombres que hace indicaciones a los aviones cuando despegan. La tercera está comiendo y bebiendo, se inclina lo suficiente sobre ellas como para oír que dicen pero en general no está escuchando, no se leer labios pero creo saber cuando alguien pregunta "¿qué?" repetidas veces. Una de las tres, creo que la primera deja caer su vaso al suelo, digo deja caer porque no hay manera de que alguien pueda ser capaz de hacer eso por accidente. El líquido se desparrama por el suelo y una parte salpica directo en los pantalones de un chico, no se dio cuenta, le está metiendo demasiada mano a una chica, es… asqueroso. Por dios consíganse una habitación. La chica que descuidó el vaso lo vé en el piso unos momentos, luego ríe y se van juntas, probablemente a buscar otro. ¿Será que descuidan el vaso de esa forma por ser de plástico y descartable? nadie llora por un vaso de plástico, pero ¿hubieran cuidado mejor de uno de vidrio o el resultado hubiera sido el mismo pero peor? Me quedo pensando en ese vaso, es de plástico, de esos descartables, me lleva a pensar en lo poco que los cuidamos, en el suelo manchado como sangre, en cómo corre por el suelo y se desparrama inundando todo a su paso, tiñendo el suelo con su color, dejando no más que…
—Ey —alguien me toca el brazo.
Volteo a ver, es Thomas, un amigo. Me hace un movimiento de cabeza, invitando a que lo siga, sé que significa, él sabe que yo lo sé pero aun así aclara.—¿Vamos a fumar? —dice.
Por supuesto, no se puede hablar de fiesta si no hay drogas. Las luces y la música no es suficiente para desorientar, entonces entra el alcohol, pero el vaso que tengo en la mano está casi vacío hace más de 10 minutos, así que le toca a la marihuana, y si no funciona, ¿quien sabe? Tal vez lleguen las pastillas o el cartón. Pese a todo no puedo rechazar, ¿y quien sí? Estás en una fiesta, si no vas a deshorientarte y olvidarte de que todo es peor allá afuera, ¿a qué mierda viniste? A algunos afortunados les basta con luces y sonidos fuertes, a otros ni las drogas más fuertes los frena de pensar un rato.
Miro el teléfono; no hay mensajes y son las 00hs, será una noche muy larga.
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Un lugar para almacenarlos
PoetryCompilación de cuentos y poemas de lo que voy escribiendo en el año. No hay tal hilo que los una, solo es un lugar para almacenarlos.