We got married? [Lisa+JungKook]

Películas y abrazos

Se encontraban en ese apartamento que compartían para el programa, sentados en el sofá con una expresión de confusión y sorpresa a la vez, observando atentamente los cinco premios colocados en la mesilla frente a ellos, exactamente cuatro individuales (dos para cada uno respectivamente) y otro compartido.

—¿Cómo terminamos en esto?—Cuestionó Lalisa, sin quitar su mirada de las cristalinas estatuillas, dos de estas con una estrella dorada decorándolas.

—Nunca me habían regalado tantos premios—Agregó el chico, apoyando su cara en sus dos manos—Y eso que he recibido muchos.

—Supongo que es lo que conlleva el asistir—Se encogió de hombros, enderezando su espalda para estirarse y seguidamente dejándose caer en el sofá, girando su cabeza a JungKook—¿Y ahora qué?

—Pues, no lo sé—Imitó su acción, mirándola frente a frente—¿Qué quieres hacer?

—Algo que no puedo decir porque SunHwa-oppa se molestará, pero tiene que ver con lo mucho que estoy odiando mi trabajo—Vio de reojo al hombre, que frunció el ceño—¿No tenemos una misión o algo? Así al menos no estamos aquí aburridos.

Negó con la cabeza.

—No realmente, pero por alguna razón suelen hacer que las parejas vean películas de terror, pueden hacer eso.

—No quiero ver una película de terror, son aburridas, solo vamos a perder el tiempo—JungKook se cruzó de brazos en señal de protesta, mirando al camarógrafo.

—Bueno, yo solo digo, es mejor que salgan de eso ahora a tener que hacerlo otro día, es menos trabajo para ustedes y para mi—SunHwa se encogió de hombros y el menor miró a su amiga con la cabeza inclinada, esperando la opinión de esta.

—Sinceramente me da igual, pero la frase menos trabajo me hace feliz, así que veámosla—Soltó un resoplido y se levantó del sofá, yendo a buscar la laptop en la habitación—¡Oye! ¿Sabes que encontré ayer?—Emitió un sonido sin abrir la boca, indicándole que siguiera—¡Un video de nosotros siendo obvios!

—¿En que nos odiamos o en que exactamente?—Volvió a la sala, dejando el computador en la mesa.

—¿Por qué la traes para acá? Podemos verla tranquilamente en la habitación—Ignoró sus palabras y se dirigió a la cocina en busca de algo para picar—Ugh, pues sí debería ser de eso, pero no.

—¿Entonces?—Sonrió al ver una bolsa de frituras en el estante y la tomó, para después sacar un par de latas de refresco de la nevera.

—Obvios de que según somos pareja—Se detuvo al entrar de nuevo a la sala y la miró con una mueca de disgusto, haciendo que rodara los ojos—No me mires así, yo simplemente lo encontré.

—¿Por qué la gente podría pensar eso? No me gustan las relaciones con gente violenta—Lalisa chasqueó la lengua y lo golpeó levemente con el pie—¿Lo ves? Definitivamente no eres mi tipo.

—Bueno, supongo que mientras los motive a ver el programa está bien, no me hago cargo de las ilusiones de la gente, no es como si no nos emparejaran con todo el mundo.

—¿Sabes con quien me emparejan a mi?—Dijo con gracia, mirando a su amiga.

—¿Con tus, demasiado heterosexuales para mi gusto, hyungs?

—No sé si heterosexuales sea la palabra...

—Me refería a sus personalidades, ya sabes, los he visto gritar "fútbol fútbol fútbol".

—Entonces si, pero no, además de ellos—Abrió la bolsa de papas y se llevó una a la boca, comenzando a masticarla—Con NaYeon de Twice.

—¿NaYeon-unnie?—Asintió—¿Por qué?

—Buena pregunta—Lalisa arrugó la nariz con disgusto, tomando la lata de bebida.

—Pobre unnie—Dio un trago ignorando la mala mirada de su amigo—Entonces, ¿Qué vamos a ver?

—No tengo idea, pero supongo que cualquiera de Netflix valdrá—Se movió a través de la página con ayuda del panel táctil, leyendo muy brevemente las descripciones de cada película en el catálogo—¿Qué te parece esta?—Su amiga se acercó a la pantalla de la computadora, aprovechando de tomar sus gafas de la mesilla.

—¿Voces?—Asintió, esperando su respuesta—Bueno, peor es nada.

—Nada hubiese sido mejor—Frunció el ceño mientras que JungKook pausaba los créditos, también decepcionado—¿Qué clase de película es esta? Ni siquiera da miedo, se supone que es de terror.

—Me siento... Asqueado—Se dejó caer en el sofá, al lado de su amiga—No volveré a ver a las moscas de la misma forma.

—Que horror—Soltó un bufido—Yo me siento igual que cuando vi Babadook, con dos horas de mi vida perdidas.

—A ti no te gusta ninguna película de terror, o te aburren o después no duermes—Chasqueó la lengua, sin negárselo—Y esto fue mejor que Babadook.

—Bueno, como sea, estoy harta de las películas de terror—Se giró a SunHwa, que parecía bastante cansado—Oppa ¿Estás bien?

—Si, si, es solo que...—Suspiró, llevándose la mano a la frente, para finalmente sonreír derrotado—Ustedes realmente son un caso especial, se supone que la película sería para que terminaran abrazados o algo por el estilo.

—Hyung, si quieres que nos abracemos solo tienes que pedirlo, una película no va a lograr eso así como así—JungKook lo miró con algo de pena y el hombre negó con la cabeza.

—Si, lo voy entendiendo de a poco, no son un trabajo fácil—Estiró su cuello, intentando destensarse.

—Es más, ven acá, abrazo grupal—El maknae de Bangtan se levantó del sofá y se acercó al camarógrafo, quitándole la pesada cámara del hombro, dejándola en el piso y abrazándose a su abdomen.

Lalisa soltó una pequeña risa y lo siguió, uniéndose a su amigo y apoyando su mejilla en la espalda de SunHwa, apretándose a este junto a JungKook.

SunHwa levantó los brazos un momento para finalmente volver a suspirar y corresponder el abrazo del chico, ya que a la tailandesa le era imposible llegar.

—Que bueno que me pagan bien, y que de alguna forma u otra también los terminé queriendo—Los maknaes rieron junto al hombre.

—¿Y si vemos una película los tres juntos? Ya debes tener suficiente material por hoy—El pelinegro alejó un poco su cabeza para mirar al mayor, que lo pensó por unos momentos.

—Si oppa, fue suficiente trabajo por hoy—Se soltó de ambos y se colocó frente a ellos, con las manos en la cintura—Solo no escojamos otra película aburrida de terror.

El hombre finalmente asintió a su pedido, sacándoles un vítor a los menores, que corrieron al sofá asegurándose de dejarle un espacio entre ellos.

Los miró unos segundos y sonrió levemente, antes de acercarse y unírseles.

Era como tener dos hijos tiernos y estúpidos.

Y para ese momento, ya no estaba muy seguro de querer tener hijos.

A mi no me gustan nada las películas de terror, es que no me causan ni miedo ni un coño no sé, me parecen raras namas