Warakung

Capítulo #10: Como antes

La noche no fue tranquila para los vecinos del área.

Un niño de uno diez años miró por su ventana y de inmediato llamó con desesperación a sus padres para que vieran la casa en llamas.

El papá llamó de inmediato a la estación de bomberos del área.

Mientras, Po observaba desde el asiento del taxi con suma admiración los pequeños detalles del incendio.

Le atraía el intenso color de las llamas. Quería acercarse, pero sabía que el fuego no era compatible con los Wakungs.

Seb se lo había dejado muy claro desde el primer momento.

Po sacudió su cabeza cuando notó que extendía su mano queriendo alcanzar las llamas.

Puso en marcha al auto cuando las luces y sirenas del camión de bomberos llegó a la escena.

Los bomberos comenzaron a bajarse del camión para atender la situación, pero Po se detuvo cuando escuchó claramente la voz de su pasajera.

Po miró a través del retrovisor hasta que captó a su objetivo.

-¡Corran, despejen el área! -La bombera hablaba mientras terminaba de acomodar su casco.

La bombera alzó su vista sintiendo la presencia que la asechaba. Sus ojos captaron el auto amarillo y la silueta de una mujer a dentro del mismo.

-¡No hay tiempo que perder! -El Capitán grito y la bombera terminó de asegurar su casco perdiendo de vista al auto.

Po aceleró, no estaba en sus planes tener que interactuar con más humanos.

El tiempo pasó mientras el equipo de bomberos hacía su labor, la bombera intentaba recordar de dónde creía haber visto a esa taxista.

-Bien, Calle... te felicito para haber sido tu primera emergencia real has actuado muy bien. Solo que debes aprender a que nos vamos a encontrar con escenas como esta. -El Capitán señaló la casa ya apagada. -No siempre serán pérdidas materiales, a veces habrán desafortunados a los que no siempre podremos llegar a tiempo. No tenemos supervelocidad o teletransportación para salvarlos.

La bombera se quitó el casco y suspiró con pesar.

-Solo quiero pensar en que falleció dormido... que no sufrió. Solo quiero pensar en eso.

-Calle, debes levantar la cabeza. Es solo tu primera misión. Todos queremos salvar a todos los que necesitan ser salvados, pero no siempre se puede. Somos bomberos, no doctores. Los policías haran el resto y nosotros colaboraremos.

-Somos humanos, Capitán. -La bombera de ojos color miel se retiró sintiendo que no hizo lo necesario.

A pesar de que hacía un par de horas antes ella se encontraba sentada en su pequeña cama en la estación de bomberos, ella deseaba haber estado haciendo rondas preventivas.

La noche transcurrió sin más llamadas de emergencias para la estación.

La bombera Calle recibió el único mensaje que esperaba.

-Te amo con mi vida... -Calle susurró viendo la fotografía que su papá le había enviado de su pequeño hijo durmiendo.

Las horas pasaban y Po permanecía, estacionada a unas excasas calles de su pasajera y ahora bombera.

-Si me das lo que necesito, te podré cazar a ti... -Susurró Po mientras observaba la estación de bomberos.

Po solo quería regresar a su hogar orgullosa de haber cumplido su primera misión. Tan solo necesitaba que la bombera Calle hablase para poder encontras a sus treces víctimas. La bombera tan solo sería el premio de cacería.