Capítulo #13: Una debilidad

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El celular comenzó a sonar en la habitación de la Bombera.

Calle se puso de pie de manera torpe, miró la hora en el propio celular notando cinco llamadas perdidas de su padre.

La bombera se extrañó al ver que a penas eran las dos de la madrugada y no era normal que su padre la llamara con tanta existencia.

El celular volvió a sonar y Calle aceptó la llamada de inmediato.

- ¿Pa? -Habló mientras caminaba rumbo a la habitación de su pequeño.

-Hija, ha ocurrido un desastre.

- ¿Estas bien, papá? ¿Qué ocurrió? -Calle habló un poco preocupada mientras cerraba la puerta de su hijo tras cerciorarse de que estaba todo en orden.

-Carlos la casa de Carlos se prendió en llamas.

-¿Carlos? ¿Tu excompañero?

-Sí, hija.

- ¿Sabes algo más? -Calle volvió a su habitación para buscar ropa.

-No hija, no sé. Por eso te he llamado. Nadie me quiere decir nada.

-Tranquilo papá, yo iré a investigar.

-Perdón por molestarte a estas horas hija.

-Tranquilo, igual mi turno comienza en tres horas.

Calle preparó su mochila para el trabajo y se alistó para ir.

Tocó a la puerta de su vecina quien se encargaba de cuidar a su pequeño cuando Calle necesitaba su ayuda.

La Bombera se dirigió a su estación tras tomar un taxi, quizás podía dormir una pequeña siesta antes de que el sol saliera.

- ¿Qué haces tan temprano aquí? -El jefe de la estación se le hizo raro la aparición de Calle.

Aunque Calle era una persona muy puntual, llegar un par de horas antes era en exceso.

-Se me hizo una mejor idea venir temprano, como sabes que aún no tengo auto para evitar llegar tarde por esperar un taxi. -Calle habló mientras dejaba su mochila en su casillero.

-Bueno, me alegra saber que estas tan comprometida con tu trabajo.

- ¿Hay alguna nota de interés? -Calle preguntó esperando noticias sobre el incendio en la casa de ex compañero de su padre.

-No mucho, una falsa alarma y un incendio en una casa. -Respondió el jefe mientras se sentaban en la pequeña sala de descanso.

- ¿Incendio? ¿Hubo heridos?

-Un pobre hombre perdió la vida. Aunque ante los ojos de los policías es un caso para investigar, el señor era un hombre con la inteligencia suficiente para poder huir de un incendio como primer dato. También está en investigación porque a priori parece que no fue un accidente desgraciado.

Calle asintió entendiendo que el incendio pudo haber sido provocado.

-Fue provocado, posiblemente. -Comentó y el jefe asintió. -Un hecho lamentable.

Calle no quería apresurarse a sacar conclusiones, pero en su mente ya existía la idea de que era el segundo ex compañero de su padre que moría en menos de dos semanas.

-Ve y toma una siesta, Calle. Las mañanas son más movidas -El jefe se puso de pie y se marchó rumbo a su oficina.

El jefe Morales era un hombre de unos cuarenta años con gran inteligencia y liderazgo. Había aceptado a Calle cuando el padre de la bombera la acompañó a solicitar un puesto, y ¿Cómo decirle que no con su gran expediente y más cuando su amigo y excompañero se lo pidió?

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