Warakung

Capítulo #4: Confianza

La nave de la pequeña Wakung llegó sin contratiempos a la Tierra.

Po se bajó y repasó en su mente todos los datos que Seb le había proporcionado.

Primero: debía permanecer en la nave porque no era común que un humano de su edad estuviera andante por las calles sin algún adulto cercano.

Segundo: donde mayor información recobraría sobre los humanos sería en una escuela, solo debía utilizar la pequeña cápsula para persuadir al líder del lugar y poder integrarse sin mayores problemas.

Tercero: no podía decir quien era ni de dónde provenía.

Cuarto: no podía familiarizarse con otros humanos más tiempo del necesario.

Quinto: no podía permanecer mucho tiempo expuesta a la luz solar porque eso podía afectarla. Por ello, debía mantenerse con los ojos cubiertos por las gafas especiales que Seb le había fabricado.

Sexto: aunque los humanos eran despreciables, debía evitar sangrar o que los humanos tuvieran contacto con su saliva o lágrimas, una sola gota de sus fluidos podía matarlos al instante.

Séptimo: debía alejarse del fuego, era la única forma con las que los Wakung podían disiparse.

Po observó un cartel con tres luces que lo alumbraban, notando una imagen de tres humanos. Hizo cara de asco al verlos, al ver el color de ellos.

Observó sus brazos sonrió al ver su perfecto color gris, pero suspiró al volver a mirar al cartel.

"Deseo cambiar... Deseo cambiar..."

Deseó cambiar de color al primero que le llamó la atención, pero miró de forma curiosa el cabello de la chica.

-Es un horrendo azul. -Murmuró mientras tomaba de su pequeña cartera de cintura el aparato para cambiar de ropa.

No lo pensó mucho y escaneó la ropa que la modelo del cartel llevaba.

Un estilo un poco salido de su edad, pero perfecto para comenzar.

Po comenzó a caminar sin rumbo hasta que encontró un gran mural.

-Academia Misi... -Leyó.

Se quedó observando el mural hasta que comenzó a escuchar muchas voces en masa.

Po observó como un bus escolar se acercaba y como muchos humanos de su tamaño se bajaban para entrar al lugar.

La pequeña Po, se metió en medio del grupo de niños que entraba a la academia y se apartó de ellos cuando estuvo adentro.

Necesitaba respirar, no le agradaba en lo más mínimo estar rodeada de la especie humana.

-Princesa, ¿Te encuentras bien?

Po observó a la humana de mayor edad frente a ella quien la miraba curiosa.

-Sí.

-No te había visto antes en mi academia. -Po se puso de pie.

-¿Eres la líder?

-Soy la directora de Misi. ¿Me acompaña un momento a la oficina?

Po asintió y siguió a la directora.

Cuando estuvieron sentadas en la oficina, la directora se sirvió un café y Po observó la acción.

"La cápsula..."