Warakung

Capítulo #6: Hasta otra Vuelta

Seb permanecía sentado frente a su mesa de trabajo. La tranquilidad que emanaba el lugar era superior, solo se escuchaba el delicado sonido de un pequeño soldador que Seb utilizaba para sellar una pequeña caja metálica.

Seb cerró los ojos y dejó a un lado el pequeño soldador, se concentró en su audición y no dudó en pararse con una sonrisa ladeada.

-Has vuelto, Cosa.

En un chasquido, Seb se aproximó al área de aterrizaje.

Observó, cómo si de un padre humano se tratase, la llegada de la nave.

-Bueno, he de admitir que esperaba que la pequeña prodigio... lo hiciera en menos vueltas.

-Tranquilo, de igual forma es ventaja. Debe conocer a los humanos mejor que cualquiera de nosotros aquí. La mejor decisión fue mandar a una pequeña... los mayores se distraen muy fácil.

-Tienes razón, mi Rey.

Seb escuchó la conversación entre Wa y el Rey, pero volvió su atención a la Cosa.

Po bajó de la nave de un salto y sonrió tan pronto vio a Seb. El abrazo entre ellos fue inminente.

-Disculpen la interrupción, pero creo que Po tiene una misión que finalizar.

Seb soltó el abrazo que mantenía con Po y se hizo a un lado.

La pequeña se acercó al Rey quién la miró con horror. No era para menos, Po aún permanecía con su apariencia de humana.

-Tengo toda la información recolectada durante poco más de un año en la Tierra. Espero cumplir las expectativas respecto a los datos recolectados y demostrar mi capacidad como guardián en formación. -Po habló muy segura mientras le entregaba su principal objeto en la misión.

Un pequeño tubo metálico que era activado con la huella dactilar de Po y se encendía expandiendo una delgada pantalla donde Po mantenía una bitácora sobre su travesía.

-Bien, Po. Ve a tu hogar, cámbiate ese aspecto tan desagradable y vuelve al castillo para finalizar la misión de manera oficial. -El Rey le dio un último vistazo a Po y se marchó.

-Oye, realmente antes creía que eras horrenda. Ahora que te veo... te prefiero menos horrenda. Vamos a hogar, necesitas cambiarte. -Seb se dirigió hacia su hogar siendo seguido por Po, pero para sorpresa de Seb, cuando él fue a sentarse en su lugar... ya Po ocupaba su puesto. -Más rápida.

-Rápida y fuerte. Estoy segura de que también inteligente, pero por lo pronto quiero ser más fuerte y rápida que tú. -Po sonrió y Seb alzó una ceja. -Me voy a bañar. Apesto a los humanos. No quiero volver a allá.

-¿Por qué no quieres? -Seb preguntó, pero fue tarde. Ya Po iba camino al baño.

Po se metió a la ducha, pero antes de encenderla se miró al espejo. No podía negar que el tiempo pareciendo humana le había hecho efecto, no deseaba cambiar de color. Solo deseaba quitarse ese desagradable olor a humanos.

Dejó caer la ropa que Calle le había regalado y se dispuso a bañarse. A la par del agua cayendo, así iba desapareciendo ese color a humana y dejándose ver su color verdadero.

-Soy una Wakung. -Murmuró la pequeña al voltear y verse su rostro gris en el espejo.

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Cuando Po entró al castillo siendo una digna representante de su raza, Wa se puso de pie. En el trono no estaba el Rey, algo poco común.

-¡Po! La aún... pequeña... Po. -Wa se acercó a Po y se detuvo frente a ella. -Venga, tenemos una reunión algo más privada.