Warakung

Capítulo #11: Accidente

*Por aquí, acto de presencia... ¿cómo están? ¿Ya comieron? ¿Ya sonrieron hoy? ¿Ya se han dicho al espejo "cómo yo no hay dos"?*

Po volvió a la academia. Sabía que allí tendría acceso a las computadoras y ya ella tenía una gran pista, el propio Señor Calle.

Po brincó la cerca y cayó en el patio de la academia, su mirada se posó en un solitario banco que quedaba apartado. Po lo reconocía.

Más de una vez Calle la obligó a comer frutas allí. Mas de una vez Calle le mostro los miedos de los humanos. Mas de una vez vio a Calle reír y perderse repentinamente hasta volver con un simple "mi mente se va a volar".

-Su mente vuela mucho... -Murmuro Po mientras caminaba rumbo a la oficina.

Po frunció el ceño, ya habían reparado la puerta que ella había dejado rota.

No le importó mucho, Po sabía que una puerta no era obstáculo para ella.

Y con una simple sonrisa, utilizó su interior. Desvaneciéndose en partículas de polvo, Po se deslizó por debajo de la puerta y recorrió el camino hasta quedar sentada en la silla de la directora.

Encendió la computadora y comenzó a buscar.

German Calle, científico.

Cerró los ojos para recordar las palabras de su Rey.

"Elimínalos a todos, todos son una amenaza a nuestro hogar. El Capitán esta en espera para ver los frutos de su reproducción, tendrá un humano..."

Po tenía muy claro quien era esa humana. Po tenía claro quien era Capitán.

Pero no sería divertidos eliminar a los dos humanos tan rápido. La humana le servía mucho.

-Será divertido... -Po sonrió cuando encontró a su primer enemigo.

Po salió del edificio y llegó rápidamente hasta su taxi.

No fue muy difícil llegar hasta el primer científico, un ostentoso científico que daba clases en la universidad central. No fue tan difícil reconocerlo mientras hacía su caminata nocturna en su vecindario.

Po lo observaba desde las alturas. El techo de su casa era un buen punto de control para que la cazadora asechara a su presa.

-Hombre muerto... -Susurró Po mientras arrojaba una piedra cerca del científico provocando que este se girase asustado y mirase hacia todos lados.

Po sonrió mientras lo escuchaba hablar con la piedra que recogió del suelo.

-Amiguita... ¿tropecé contigo? -El científico arrojó la piedra hacia un lado y continuó su ejercicio.

Po corrió con todo su poder pasando dos veces por los lados del sujeto haciendo que el científico solo se quedase con la secuela del viento que la cazadora provocó.

La cazadora se detuvo detrás del árbol próximo al científico.

Sabía bien que el sujeto estaba entrando en pánico. El miedo, gran debilidad de los humanos y eran muy fáciles de asustar.

Po salió de su escondite y el científico retrocedió dos pasos cuando la notó.

-¡Oh! Chica, que susto me has dado.

-¿Te he asustado? -Po preguntó deseosa de su respuesta y lo sentía.

Sabía bien que ya su sangre comenzaba a fluir. Sabía bien que ya sus venas estaban marcadas.